El primer mes del año, que terminó ayer, dejó varias crisis para el Gobierno del Presidente Gabriel Boric. Si bien algunos creen que se trató de desprolijidades o conflictos por la falta de experiencia, al interior del oficialismo y algunos analistas hacen una lectura más compleja: enero habría desnudado una serie de falencias estructurales del Ejecutivo, que lo dejaron en una compleja situación de cara a los desafíos de un segundo año clave para las aspiraciones del Gobierno.
Como se ha reconocido interna y públicamente, el 2023 asoma como el año en que el Ejecutivo debe amarrar reformas clave, enfrentar una elección de consejeros y buscar aumentar el apoyo ciudadano de cara a las próximas elecciones que se avecinan durante su gobierno.
El Líbero consultó a los analistas Mauricio Morales y Marco Moreno sobre los cinco episodios más críticos del mes anterior: La crisis por los indultos, las acusaciones constitucionales, la filtración del audio de Cancillería, el discurso injerencista del Presidente en la Celac en Argentina y el casi seguro fracaso de la aspiración del Gobierno de competir en una lista única en las elecciones de consejeros constitucionales.
1. Crisis por los indultos y la pérdida de relato estratégico del Gobierno
Fue el golpe que cambió el escenario del Gobierno y lo sumió en una crisis política cuyos resultados aún están por verse. En el corto plazo dejó sin piso a la agenda de seguridad del Gobierno, dejó en una posición debilitada a la ministra del Interior Carolina Tohá y de paso terminó enfrentando a las denominadas dos almas del gobierno: Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático.
Marco Moreno, director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, explica que la crisis de los indultos desatada en vísperas de año nuevo tiene que ver con un problema mayor: La perdida de relato.
«El gobierno perdió el norte estratégico. No esta claro lo que quiere. Ellos iban por ‘las causas’, que son legítimas, como el feminismo, el medioambiente, pero la ciudadanía iba por otro lado como la seguridad y la economía», señala.
Para Moreno esta falta de norte estratégico llevó al Gobierno a hacer chocar su propia agenda, y «en lugar de empezar el 2023 cerrando una mesa de seguridad, cae en la crisis de los indultos».
El analista y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, coincide en esta apreciación y explica que el problema de los indultos es que no se trata de una crisis ocasionada por una desprolijidad, sino por una convicción del propio Boric que chocó con el resto de la agenda del Gobierno y de sus propios ministros. «En el caso de los indultos no podemos hablar de errores o desprolijidades sino de una convicción presidencial de sacar adelante indultos que involucraban a personas que tenían claros antecedentes penales. Todo indica, según las palabras del ministro de Justicia, que el Presidente tuvo los antecedentes a la vista por lo tanto tomó un decisión a conciencia», explica Morales, agregando que «por ende, cualquier critica que exista en torno a los indultos no debe achacarse ni a a la ex ministra de Justicia ni al equipo que rodeó al Presidente al momento de tomar la decisión«.
2. Dos listas para elección de consejeros: «Un déficit estructural en la composición de la coalición»
Aunque el Gobierno aún apuesta por lograr una lista única, la tensión al interior del oficialismo es cada vez más grande y ni siquiera la irrupción de la ex Presidente Bachelet logró hacer retroceder el PPD de su intención de ir en una lista separada de Apruebo Dignidad.
Esta idea rompe con las intenciones del propio Presidente Boric, de que las dos coaliciones oficialistas fueran juntas a la elección de mayo, para evitar mostrar una división al interior del Gobierno.
El debate que se ha dado estas semanas, sin embargo, ha dejado en evidencia la difícil convivencia que existe entre lo que se ha denominado las dos almas del gobierno y que amenaza con ser un fantasma que persiga al Gobierno de aquí al término de la administración.
«Este problema apunta a un déficit estructural en la composición de la coalición. El Socialismo Democrático no llegó al poder, fue Apruebo Dignidad la que llegó al poder, e invitó a formar alianza al Socialismo Democrático» sostiene Morales. Para el académico de la Universidad de Talca, por lo tanto, aquí hay «dos alianzas que vienen desde troncos ideológicos distintos, desde historias diferentes, por lo tanto va a ser difícil que puedan cuajar en una sola gran coalición. La formación de dos listas es prueba clarísima de aquello».
Marco Moreno, por su parte, agrega que este escenario se ha fortalecido debido «a la falta de capacidad de gobierno que ha mostrado el Ejecutivo. No ha sido capaz de darle viabilidad política al proyecto. Este es el principal problema».
3. Filtración del audio de Cancillería: Falta de acción colectiva en el gabinete
Si bien se trató de un audio privado que se filtró por error, el episodio vino a remarcar una sensación que hace rato está presente en el oficialismo: que el gabinete y los ministros sectoriales no logran hacerse cargo de sus carteras y que hay una debilidad en el gabinete que termina golpeando directo al comité político y al Presidente.
Ex funcionarios del servicio exterior calificaron el hecho como uno de los peores impasse diplomáticos de nuestra Cancillería desde 1990, pues en el audio no sólo se criticaba abiertamente, y en lenguaje ofensivo, a autoridades de un país vecino y a la subsecretaria Ximena Fuentes. También se revelaba una liviandad total de los participantes a la hora de tocar temas claves para los intereses del país, como la plataforma continental (ver nota aquí).
Para Morales, lo del audio de Cancillería revela directamente «el poco criterio que han tenido algunos de los ministros para llevar adelante la agenda de cada una de sus carteras«.
En la misma línea, Moreno explica que «en el gabinete hay déficit de acción colectiva, de actuar como equipo. Hay muchos ministros que no han logrado instalar su agenda sectorial. Cada uno intenta instalar su tema o tiene su propia agenda».
Esto es validado por las encuestas. Según la encuesta Cadem del 22 de enero, 14 de los 24 ministros actuales figuran con menos de 40% de conocimiento, lo que impide que sean evaluados en el sondeo. De ellos, Juan Carlos García (MOP), Javiera Toro (Bienes Nacionales), Marcela Hernando (Minería), Alexandra Benado (Deportes), Julieta Brodsky (Cultura), Diego Pardow (Energía) y Silvia Díaz (Ciencia) tienen menos de 27%, que es el apoyo con el que cuenta el Presidente (ver nota aquí).
El tema preocupa en el oficialismo, donde ya se ha pedido una reestructuración mayor en el gabinete.
4. El discurso injerencista de Boric en la Celac
Para los analistas, sin embargo, durante enero quedó en evidencia también la inexperiencia del Presidente y el sector gobernante, especialmente en materia internacional.
En esta línea se han enmarcado algunos conflictos en el ámbito de las relaciones exteriores, como los que se dieron con el Estado de Israel hace algunos meses, cuando Boric se negó a reunirse con el embajador de ese país para la entrega de credenciales, tras enterarse de la muerte de un menor palestino por disparos israelíes.
La semana pasada y en medio del conflicto que generó con Argentina la filtración del audio de Cancillería, el Mandatario volvió a generar un impasse diplomático cuando durante su discurso en la cumbre de la Celac, emplazó públicamente al actual gobierno peruano por la ola de violencia y las violaciones a los DDHH desatadas tras el fallido autogolpe del ex Presidente Pedro Castillo, generando la molestia y una queja diplomática por parte de Lima.
«Hay inexperiencia y se están tomando muchas veces decisiones a la rápida. Hay desprolijidades evidentes. Lo de Cancillería es prueba de ello. Ahí el problema es que la desprolijidad se transforma en un problema de carácter estructural ya sea en la política exterior chilena o en la política interna del país», sostiene Morales.
5. Acusaciones constitucionales: El golpe a Jackson
Parte de la falta de acción unitaria del gabinete y debilidad del mismo, ha quedado en evidencia, dicen en el oficialismo, con el hecho de que al poco andar del Gobierno ya han debido sufrir dos acusaciones constitucionales y una de ellas en contra del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, mano derecha y amigo del Presidente Gabriel Boric.
El punto, es que pese a rechazarse la acusación contra Jackson, la imagen pública de su gestión quedó en entredicho durante el debate, no solo por las críticas surgidas desde la oposición sino que porque al gobierno le costó alinear a su propio sector para apoyar al ministro.
Incluso, en el Ejecutivo debieron convencer a algunos diputados que se querían ausentar durante la votación permitiendo que bajara el quórum que necesitaba la oposición para aprobarla. Todo porque se temía que en el Senado el libelo contaría con la votación a favor de senadores oficialistas.
A esto se suma la acusación a la ex ministra de Justicia Marcela Ríos, la que fue rechazada entre otras cosas por la idea de que se la estaba haciendo pagar por una decisión que era responsabilidad del propio Boric -los indultos-, responsabilidad que ya había asumido con la renuncia a su cargo, previamente.
«El gobierno naturalmente lo interpretó como un éxito pero la acusación a todas luces es una muestra también de debilidad del gabinete. Fueron dos acusaciones muy seguidas y por lo tanto eso indica que muy probablemente el Presidente tome la decisión de cambiar su equipo» explica Morales.