Pese a los cuestionamientos del último mes al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, su entorno sigue afianzándose en el Gobierno. Es así que una de sus amigas desde la época de dirigente estudiantil, Martina Valenzuela Levi (31), este lunes pasará a ocupar un cargo estratégico de la poderosa, pero sigilosa Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere). De haber entrado en marzo de 2022 como asesora de gabinete, esta mañana asumirá como la jefa de la División de Desarrollo Regional (DDR), lugar donde se trata con los gobernadores regionales y se les apoya, por ejemplo, en la elaboración de sus presupuestos. Hay que recordar que, en el marco del Caso Convenios, la discrecionalidad con que se ocupan esos recursos ha estado sobre el tapete.
Proveniente del mundo de las aerolíneas y el retail (aunque de una familia política), este es su primer cargo en el servicio público, pues no registra experiencia laboral en asuntos de administraciones locales, salvo el haber colaborado en la unidad territorial de la campaña presidencial de segunda vuelta de Gabriel Boric, liderada por el actual subsecretario de esa repartición, Nicolás Cataldo (ambos militantes del Partido Comunista). Este ascenso en un año y cuatro meses y que le reportará un aumento de 75% de su sueldo original, causó impacto dentro de esa subsecretaría, donde es vox populi sus “tremendas espaldas políticas”.
Su confianza con el ministro Jackson proviene de su hermano, el arquitecto Nicolás Valenzuela Levi, actual director de Metro que defendió saltar los torniquetes durante el estallido social. Ambos fueron fundadores de la Nueva Acción Universitaria (NAU), que dio paso a lo que hoy es Revolución Democrática e incluso compartieron departamento un tiempo. Eran momentos en que se conformaba el círculo cercano de Jackson, junto a Miguel Crispi, Sebastián Depolo y el actual Presidente, Gabriel Boric. No pocas veces compartieron reflexiones y fiestas por redes sociales, las que hoy Valenzuela mantiene privadas.
Hizo campaña por Jackson
Mientras estudiaba Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, fue consejera universitaria por el movimiento Avancemos, donde compartió lista con la ahora alcaldesa de Santiago, Irací Hassler (PC) quien ha enfrentado diferentes polémicas en su mandato, como el caso Sierra Bella. Y aunque trabajó por la candidatura a diputada de la dirigenta estudiantil de su partido, Camila Vallejo; también lo hizo activamente para que saliera electo Giorgio Jackson.
Valenzuela hizo su práctica en el Equipo de Nueva Educación Pública del Ministerio de Educación, pero luego se decantó en el área privada trabajando en Jetsmart, Sky Airline y Falabella.
Durante la primera vuelta de las presidenciales, Valenzuela fue coordinadora del programa electoral de disidencias de Gabriel Boric, pero al entrar a la segunda vuelta, integró los comandos territoriales que lideraba el actual subsecretario Cataldo, quien fue jefe de gabinete de la ex diputada Camila Vallejo. En campaña, la joven buscó el voto de las mujeres y las disidencias sexuales. Según Ciper, desde ahí levantaron “embajadoras” para dar a conocer la “amenaza” que significaba en esta área que ganara José Antonio Kast.
Un «balde de agua fría» en la Subdere
El rápido ascenso de Valenzuela ha generado sorpresa dentro de los funcionarios de la repartición, pues según dicen desde la Subsecretaría a El Líbero, quien estaba en el cargo hasta el viernes, era una persona que hizo carrera ahí desde el segundo mandato de Michelle Bachelet, “muy técnica, profesional y con muchas capacidades” en temas que pocos manejan en el sector y por lo mismo, esta administración se apoyó bastante en él al arribar a Subdere.
Eso sí, comentan que pese a ello, todos los vistos buenos de la división debían pasar por gabinete, lo que provocaba ralentización, por lo que una persona de total confianza del subsecretario y de un anillo más cercano a los círculos de poder del Presidente, podría ser una movida para acelerar el ritmo de trabajo.
De hecho, lo poco que se sabe de ella en esa división, es que la optimización de procesos sería su fuerte. Se sabe poco de ella ahí porque esa jefatura tiene oficina en el Edificio Bicentenario que queda frente a La Moneda, mientras que gabinete -donde trabajó hasta el viernes- está en el segundo piso de Palacio, por lo que su trabajo lo desarrollaba ahí.
Valenzuela llegó en marzo de 2022 de la mano del entonces subsecretario Miguel Crispi (RD), ganando $ 3.988.604 brutos. En septiembre, cuando el cargo lo asumió Nicolás Cataldo, la ascendió a jefa de asesores (con un sueldo bruto a honorarios de entre $4,5 y $4,8 millones), aunque para todos los efectos oficiaba como su jefa de gabinete, su persona de confianza. Como jefa de Desarrollo Regional tendrá un sueldo bruto de más de $7 millones (planta).
Lo que más saben de ella en ese lugar, es que “tiene tremendas espaldas políticas, quedó muy bien posicionada”. Respecto a su trabajo, comentan que “de entrada no es afable” y “pregunta lo que tiene que preguntar” sin involucrarse mayormente en primera instancia. Algo que habría incomodado a algunos, es que ha sido vehemente con el uso del lenguaje inclusivo, “parando carros” incluso en reuniones formales a quienes hablan por ejemplo, de “chiquillas”.
La política familia de Martina Valenzuela
En el plano familiar, es hija de Darío Valenzuela Van Treek, que fue alcalde de Rancagua entre 1996 y 2000, quien militó en la DC -con paso por el Mapu-, el PPD, el PS y ahora en RD. Anteriormente el edil de esa comuna había sido su propio hermano, Esteban, ex diputado quien hoy es ministro de Agricultura. Todos son parte de una familia apodada como los “Kennedy del Cachapoal”, pues la hermana de ellos también fue seremi.
Por el lado materno, su tío en segundo grado se convirtió en un referente que ha dicho admirar. Se trata de José Joaquín Valenzuela Levi (por coincidencia de apellidos, pues es hijo de la tía abuela de la ingeniera), uno de los fundadores del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, preparado en Alemania Oriental, Bulgaria y Nicaragua, que alcanzó mayor notoriedad al liderar el atentado contra Augusto Pinochet en 1986. Fue abatido en la Operación Albania en 1987.