El Congreso de Santiago ha sido punto de encuentro para varias marchas desde que comenzó la Convención Constitucional. Aunque ninguna ha convocado mucha gente, ya es común en las mañanas escuchar los gritos a favor de la liberación de los detenidos tras el 18-O, ver pancartas con  frases como «Indulto general ahora», «Libertad a los presos de la revuelta» y «El Pueblo los está mirando», con el logo de la Lista del Pueblo.

El 4 de diciembre de 2020, el Partido Comunista llamó a “rodear la Convención”. En la ocasión, el presidente de la colectividad, Guillermo Teillier, presentó un informe al inicio del XXVI Congreso del Partido Comunista, en el que detallaba los lineamientos que debía seguir el partido.

El documento de 25 páginas, leído por Teillier, señala: “La táctica de los defensores de la Constitución del 80, será atrincherarse en el tercio que graciosamente se les concedió. Ese es el mismo mecanismo de veto existente en la constitución de la dictadura. De allí la necesidad rodear con la movilización de masas el desarrollo de la Convención Constitucional, impidiendo que las cocinas y el tecnicismo legal oscurezcan el sentido final de dicho organismo”.

Palabras similares dijo la asesora constituyente boliviana y ex ministra de Evo Morales, Ana Teresa Morales, en un encuentro, realizado en junio, en el que participaron 15 constituyentes, entre ellos Jorge Baradit y Fernando Atria, en el que llamaba a «mantener la movilización».

“Debo decirles una de las premisas importantes: la Asamblea Constituyente comienza su trabajo y el pueblo movilizado tiene que montar guardia a todo el trabajo de la Asamblea Constituyente. No es que cuando ya eligieron su Convención ‘bueno entonces miremos por la tele cómo trabajan y qué dicen’. No, el pueblo movilizado debe montar guardias sobre las bases de sus consignas, sus derechos”, agregó.

Las manifestaciones ya han tenido cierto impacto. En la sesión de instalación, esta se tuvo que suspender porque, según denunciaban algunos constituyentes, se estaba reprimiendo a sus familiares y amigos, por lo que salieron a acompañarlos.

El segundo día Ruggero Cozzi (RN) fue rodeado por manifestantes que lo agredieron cerrándole el paso. Entre gritos, le recriminaban que hubiera dicho que no había presos políticos en Chile -algo que han señalado distintas autoridades y ONG como Human Rights Watch–  mientras él pedía que lo dejaran avanzar. Tras ser golpeado por la espalda con un megáfono, el constituyente debió ser escoltado por carabineros.

Otra constituyente de Chile Vamos recibió funas fue Teresa Marinovic. Un grupo de manifestantes, entre los que se encontraba la activista Florencia Lagoshija del alto dirigente del PC, Juan Andrés Lagos, la esperó afuera del Congreso de Santiago y comenzó a gritarle.

La semana pasada, tomaron a dos constituyentes detenidos, Manuel Wordalsky y Alejandra Pérez -ambos de la Lista del Pueblo-, en una de estas marchas, lo que significó retrasar la sesión dos horas. Y así es como se ha visto que lo que sucede en la calle está afectando de forma directa en el avance de la Convención.

Esta semana, se ha reiterado la presencia de marchas, pancartas y gritos todos los días. En las mañanas se ubican en grupos distintos y el grito «de norte a sur, de este a oeste, los liberaremos cueste lo que cueste» se escucha sin parar. Sin embargo, con el paso de las horas y antes de llegar al mediodía, la convocatoria se disuelve y vuelve el sonido clásico de las calles de Santiago.

El martes en la mañana hubo una protesta de pobladoras de la Agrupación por la Vivienda Luchadores de Lo Hermida, denunciando las consecuencias de la crisis de la vivienda que afecta a 800 mil familias. El jueves se realizó una nueva manifestación de familiares de detenidos, quienes  se encadenaron en los Tribunales de Justicia, frente al Congreso de Santiago.

Los Profesores de Til-til es otra de las organizaciones que ha participado de manifestaciones repetidas veces. Están en paro hace dos meses porque reclaman que no han recibido sus cotizaciones. La convencional de la Lista del Pueblo, María Rivera,  y dirigenta del Movimiento Internacional de Trabajadores que tuvo una presencia constante en las manifestaciones en Plaza Italia, salió del Congreso a conversar con quienes protestaban y sostuvo: «Quiero felicitarlos porque este es el camino, la movilización es el camino. Estamos, desde mi punto de vista, desde la Convención en absoluta minoría, porque esta Convención tiene el respaldo popular para declararse soberana y resolver los problemas de los trabajadores. Ese es el camino que estamos planteando».

 

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