En medio de banderas mapuches, chilenas y de barras bravas de fútbol que han ondeado en Plaza Italia, destaca una en particular. En varias ocasiones una tela roja con las letras MIT impresas se ve en la zona cero de las protestas y disturbios que se han producido en Chile desde el 18 de octubre.

El emblema pertenece al Movimiento Internacional de Trabajadores, una de las pocas -sino la única- organizaciones políticas que ha podido acercarse al epicentro del estallido y que en sus redes sociales se define como un «núcleo fundacional que quiere aportar a la construcción de un partido revolucionario chileno e internacional«. De hecho, el MIT recoge las ideas impulsadas por Vladimir Lenin y León Trotski, en esa línea tienen como objetivo «la toma del poder por los trabajadores y el pueblo, única solución para acabar con la explotación y el capitalismo«.

«Los militantes de nuestra organización estamos convencidos que los trabajadores son la fuerza motriz de la historia, la única clase social capaz de destruir el poder de la burguesía y construir una sociedad libre de explotadores«, se puede leer en la descripción que el movimiento tiene publicada en su página de Facebook, en la que además afirman que luchan por construir un socialismo internacional, una tarea que para ellos «significa destruir el orden internacional que regula la miseria de los pueblos, derrotar a las burguesías mundiales y al imperialismo».

En la misma página de la red social, se puede apreciar al menos 11 álbumes del movimiento trotskista asistiendo a manifestaciones realizadas en Plaza Italia desde el 18 de octubre, en fechas tan emblemáticas como el mismo día que empezó la crisis; el 15 de noviembre en donde marcharon para rechazar el Acuerdo por una nueva Constituciónel 6 de diciembre, jornada en que se cumplieron 50 días de protestas, y el pasado viernes 10 de enero, cuando el MIT pidió la renuncia del Presidente Sebastián Piñera.

El movimiento cuenta con medio de comunicación propio, La voz de los Trabajadores. En la última edición señala en su portada: «Una propuesta revolucionaria y socialista para Chile».

En dicha publicación, la dirigenta nacional del MIT, María Rivera, quien es fundadora de la Defensoría Popular, sostiene que el «proceso revolucionario que vivimos muestra la rabia hacia las instituciones» y apunta a que se debe «echar» al Jefe de Estado por ser parte del empresariado.

Páginas más adelante del periódico, que tiene un valor de $400 y al que se puede suscribir 12 ediciones por $10.000, se publica una «Carta a la base de las fuerzas represivas del Estado». Allí hacen un llamado a los uniformados  a «dejar de reprimir a tu clase mientras miras desde lejos las mansiones de empresarios y políticos». El texto afirma que «el derecho a la rebelión también te pertenece», en donde además se señala: «Ellos saben que te necesitan para ganar su batalla, una que no te corresponde, por eso da vuelta tu escopeta antidisturbios y grítales que no perteneces a su mundo».

En un texto Nos quitaron tanto, que también nos quitaron el miedo  invitan a «los jóvenes luchadores que quieran construir este proyecto revolucionario, para así levantar en conjunto una herramienta que nos sirva para organizar la protesta». Junto a eso, cuestionan el Acuerdo por una nueva Constitución logrado el 15 de noviembre del año pasado.

Esta postura a favor de continuar las movilizaciones la expresaron, además, a raíz del Segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan, que se realizó entre el 10 y 12 de enero en la Escuela de Artes de la Universidad de Santiago. Durante el primer día del evento, el medio oficial del MIT destacó que la actividad se realizaba en «medio del inicio de una Revolución que se abrió el 18 de Octubre del 2019«.

Critican, además, la paridad que tendría una eventual Convención Constituyente. «La paridad votada, dentro del viejo sistema electoral es útil sólo para las mujeres de la élite, a las de partidos empresariales», se puede leer en el documento, en donde además se califica como «vergonzoso que parlamentarias del FA y PC celebraran esa paridad sacándose una foto con mujeres de partidos de gobierno que ha asesinado, violado, torturado a compañeras».

Sin embargo, lo que más llama la atención es el apartado «Iniciar una Huelga General este 8M hasta sacar a Piñera, a todos ellos y hasta conquistar nuestras demandas», sección en la que se afirma que la «única forma de conquistar nuestras demandas es si seguimos profundizando esta revolución, para ellos debemos hacer que el 8 de Marzo sea un día de lucha de todas las mujeres y también de todos los trabajadores y disidencias sexuales».

Hacen un llamado a «preparar una gran Huelga General, retomando como punto de partida y como ejemplo la huelga del 12 de noviembre que logró acorralar al gobierno y a los de arriba».

El ejemplo utilizado no es casual. Esa fecha de noviembre fue una de las jornadas más violentas post 18-O y casi motivaron que el Presidente Piñera decretara por segunda vez el estado de excepción. Finalmente se optó por dar el vamos a un proceso para una nueva Constitución.

La dirigenta trotskista que es el punto común entre la ACES, los ataques al Metro y querella contra el Presidente Piñera

La organización aprovechó el marco del Segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan para pedir solidaridad con su dirigenta María Rivera, quien acusó haber sido de amenazada de muerte por su rol como abogada de la Defensoría Popular, organismo que ha defendido polémicos casos como detenidos por ataques al Metro. Uno de sus triunfos desde el 18 de octubre del año pasado fue lograr la libertad de Ariel Cifuentes, acusado atacar la Estación San Pablo un día después que se iniciara el estallido social.

Los voceros de la ACES, Ayelén Salgado y Víctor Chanfreau, emitieran un apoyo a favor de la dirigenta del MIT. «Le mandamos la solidaridad de todos los secundarios, de nuestra asamblea a María Rivera, no vamos a aceptar que se siga criminalizando la protesta», aseguraron los dirigentes de la organización que llamó a boicotear la PSU,.

Aunque este no es el único vínculo que ha tenido Rivera con el mundo estudiantil. A comienzos de abril de 2019 la abogada expuso en un foro sobre Aula Segura, organizado el grupo Javierinas Dignas, encabezada por la Owana Madera, una figura relacionada con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.

Según la misma Rivera ha explicado la Defensoría Popular nació en 2005 para «prestar asistencia jurídica para hacer efectivo el derecho de defensa de personas, principalmente jóvenes y trabajadores, que eran perseguidos judicialmente por participar en actos de protesta social». La organización ha sido la defensa en causas como el Caso Bombas 1 y 2 , y la querella por Ley de Seguridad del Estado que en 2015 presentó el gobierno de la Nueva Mayoría contra 12 trabajadores de la empresa Express del Transantiago que interrumpieron el servicio del Metro.

La red de abogados ha tenido a su cargo la defensa de chilenos en el extranjero acusados por causas similares, como fue el caso de Mónica Caballero, absuelta en el caso bombas y luego detenida por un ataque explosivo en España, registrado en la Basílica del Pilar en Zaragoza el 2 de octubre de 2013. Uno de los abogados de la Defensoría Popular, Washington Lizana es uno de los 16 abogados querellantes que presentaron una acción penal contra el Presidente Sebastián Piñera por delitos de lesa humanidad.

Rivera, por su parte, en un video publicado en la cuenta oficial del movimiento, critica a «los partidos tradicionales» y asegura que «todos los partidos del régimen, incluyendo al FA y al PC se esfuerzan por mantener a Piñera en el gobierno». En el mismo registro además apunta a la necesidad de «discutir en todas las asambleas populares la preparación de un plan de lucha para llegar a una huelga general indefinida» e invita a la Mesa de Unidad Social para sumarse a esta iniciativa. Además de repetir el llamado de sublevar a las Fuerzas Armadas y de Orden para que «rompan con su oficialidad, que se sumen a este lado. Que vengan a luchar junto al pueblo».

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Liga Internacional de los Trabajadores: Los vínculos fuera de Chile del MIT

Aunque para el movimiento trotskista el llamado a una movilización general para el día de la Mujer no solo debe darse en Chile. «(Que) los trabajadores de distintos países tomen el ejemplo de la revolución chilena para enfrentar los ataques de los gobiernos», se puede leer en el texto dedicado al 8M. Esto no es algo casual, como partido que adhiere a las ideas de León Trotsky, el MIT apunta a la idea de la Revolución Permanente, postura que tiene como objetivo la instauración de un régimen socialista a nivel internacional para consolidar el triunfo de los ideales marxistas.

Bajo este prisma es que el Movimiento Internacional de Trabajadores forma parte de la Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (LIT-CI), organización que se declara heredera de la Cuarta Internacional, impulsada por León Trotsky. La LIT-CI, fue fundada a finales de los ’80 por el dirigente argentino Nahuel Moreno y tiene como principal objetivo la reconstrucción de la IV Internacional en torno a un programa revolucionario para «enfrentar la contrarrevolución imperialista mundial, las burguesías nacionales, la iglesia, el estalinismo, el castrismo, el sandinismo y las burocracias sindicales y avanzar en la construcción de partidos revolucionarios nacionales y de una Internacional con influencia de masas».

De hecho, dicha organización tiene presencia en varios países como en Argentina (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado), España (Corriente Roja), Italia (Partito di Alternativa Comunista), Bolivia (Lucha Socialista), Colombia (Partido Socialista de los Trabajadores) y Estados Unidos (Workers Voice). Varias de estas instancias han mostrado su «solidaridad» con el estallido que se vive en Chile. Y, por lo mismo, no es casualidad que en la página oficial de la Liga Internacional de Trabajadores se haya difundido la fundación del MIT y de su medio La voz de los Trabajadores.

Su postura los ha distanciado de la izquierda más tradicional. El 11 de noviembre, el MIT publicó el texto «Caso de la UP: Fracaso de la vía pacífica al socialismo«, donde la organización sostiene que el programa de gobierno impulsado por el Presidente Salvador Allende y la Unidad Popular «no era socialista».

Estas críticas se realizaron en textos publicados con anterioridad al estallido social. Por ejemplo, en el documento «Y los partidos políticos, ¿Qué responsabilidad han tenido?«, publicado el 12 de junio del año pasado, la organización cuestiona a todos los partidos políticos «tradicionales». En esa línea el MIT critica duramente las dos administraciones del Presidente Piñera, a la ex Nueva Mayoría y la Concertación. Incluso, dedica cuestionamientos al Frente Amplio, sobre quienes afirman que «han ido demostrando que con ellos cambios profundos no vienen».

También apuntaron incluso al Metro. En marzo de 2018 publicaron: «Nos debemos organizar y luchar por un congelamiento en los precios del Transantiago y del Metro como también gratuidad completa para estudiantes y tercera edad, avanzando en una disminución progresiva de los precios», se lee en el texto «Transantiago y Metro: Viajamos como sardinas, pagamos precio salmón«, en donde además se afirma que «la verdadera mejora del transporte público, pasa por una lucha que tenga como objetivo la estatización del transporte bajo la administración y control de los trabajadores».