Culminó la segunda semana de ejercicio de la Convención Constituyente, la que estuvo marcada por un lento avance en las sesiones, las declaraciones del convencional, Jorge Baradit validando la violencia, y la detención de dos constituyentes, donde el vicepresidente de la mesa, Jaime Bassa, emplazó a personal de Carabineros a liberarlos apelando a su cargo.

Respecto a lo ocurrido, en una nueva sesión del Podcast Constituyente de El Líbero, la constituyente por el Distrito 11, Marcela Cubillos y al abogado constitucionalista Germán Concha hacen un balance de la semana y abordan lo que calificaron como el “mareo” del Partido Comunista y el Frente Amplio. 

Marcela Cubillos explica que “ellos (el PC y el FA) están a cargo y, por lo tanto, aquí por primera vez, en décadas, no le pueden echar la culpa ni a la centroderecha ni tampoco a la centroizquierda, aquí tampoco le pueden echar la culpa a la Concertación”, por lo que están bastante «mareados» ante contar con mayoría. 

En esta línea, la constituyente apunta a que «el espíritu democrático y la voluntad de diálogo se prueba cuando eres mayoría» porque “es ahí cuando tienes que decir ‘si tengo disposición a construir un acuerdo más amplio, aunque tengo los votos para pasar maquina’”. 

Según asegura la exministra de Educación, en la interna de la Convención la voluntad y la decisión es continuar con el ejercicio de “pasar máquina”, lo que traerá problemas. Dice “uno, es un desprestigio cada vez más creciente”. Lo anterior, reflejado en que la mesa directiva y quienes lideran el proceso constituyente también se encuentran en dicho “mareo”, porque desconocen sus atribuciones reales. 

“La actitud del vicepresidente, Jaime Bassa, exigiendo a Carabineros que libere a convencionales que estaban en manifestaciones y estaban siendo detenidos, es prueba de ese mareo con el que están actuando. Hay un afán por seguir en este excederse de atribuciones”, argumenta. 

Al mismo tiempo, sostiene que no existe una disposición real de buscar puntos de encuentro para, aunque se cuente con los votos necesarios, buscar acuerdos transversales en el proceso. “Uno ve a un Partido Comunista y a un Frente Amplio que controlan la Convención un poco mareados con esa mayoría y con una disposición a pasar máquina”, concluye.

A la problemática, explica Cubillos, se suma una serie de atribuciones que se ha auto otorgado la Convención, la que comenzó con la declaración pro indulto de los presos post 18-O y continuó con la creación de la comisión de Derechos Humanos, sin explicar su objetivo ni alcances.

«Hay una falta de respeto a la libertad de expresión»

Otra actitud de la mesa que ha generado polémica es cómo dan la palabra a los convencionales durante las sesiones. “Aquí  hay una falta de respeto a la libertad de expresión, coincide muchísimo con lo que es el criterio que ha levantado Jadue en su candidatura, en no estar dispuesto en garantizar la libertad de expresión de todos los constituyentes». Esto, dice por las «normas para el uso de la palabra completamente arbitrarias”. Que, según la mesa, es usando el criterio de «paridad, plurinacionalidad, pluralismo, plurilingüismo y acción afirmativa”

Esto, dice, terminará por seguir provocando la división de la Convención en identidades, ya que afecta la unidad “que es requisito fundamental de la democracia y que los 155 tengan derecho a participar en igualdad de condiciones”. 

Cubillos asegura que la propuesta incluye dos o tres rondas, donde la mesa directiva decide a quién dar la palabra, “la presidenta decide si quiere terminar el debate, porque si ella encuentra que estaba suficientemente discutido, se acaba el debate”, describe. 

“Las normas que ha propuesto la mesa, que aún no se votan van completamente en contra de la línea de respetar la libertad de expresión y van instalando una censura que en ningún organismo democrático se puede aceptar”, concluye.

Por su parte, para el abogado Germán Concha la propuesta implica un «control ideológico» bajo la idea de “’usted puede hablar en la medida de que diga lo que yo quiero oír, en la medida que empieza a decir lo que yo no quiero oír, entonces se acabó’ eso es muy grave porque es un atentado a la democracia en su procedimiento fundamental y en la idea de que todos podamos expresar nuestros planteamientos”.

“Vivimos en ‘suspensión’ Convencional”

Es el “mareo” por la mayoría que ha provocado que cuando no se logra el acuerdo, explica la convencional, se suspende la sesión, para comenzar con un proceso de “cocina” y reanudar el encuentro con una propuesta diferente. 

“Vivimos en suspensión convencional, parte la sesión, si no hay acuerdo en alguno de ellos, se suspende nuevamente la Convención, cocinan un ratito entre el PC y el FA y llegan incluso con propuestas arregladas, aunque tengan que bajar la de la mesa», describe. 

La constituyente del distrito 11 acusa que, junto con los convencionales de derecha, estuvieron dispuestos a acoger muchas de las normas de la mesa para la creación de comisiones. “Lo conversamos con la mesa, nos invitaron a la reunión” donde realizaron pequeñas correcciones, pero cuando luego fue suspendida la sesión, se pusieron de acuerdo y la propuesta era completamente distinta.

Adicionalmente, advierte que cuando no hay acuerdo sobre cómo va a proceder la votación o sobre los puntos de la propuesta, la mesa decide ir postergando las decisiones, por ejemplo, todavía no se votan las nuevas vicepresidencias aprobadas la semana pasada.

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