Los liceos Bicentenario, creados durante el primer mandato de Sebastián Piñera, han sufrido múltiples embates desde la llegada del Presidente Gabriel Boric. Así lo han denunciado desde el año pasado personas vinculadas a esas comunidades educativas. Ahora, mientras el debate público se centra en la falta de cupos y en la ineficiencia de la plataforma ‘Anótate en la lista’, estos colegios sufren un nuevo revés.

A un año de iniciado el gobierno, directores de estos colegios advirtieron que estaban en el abandono y que incluso había dejado de funcionar el grupo de WhatsApp con el que se comunicaban con sus coordinadores. Luego, el entonces ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, tuvo que salir a aclarar que no iban a terminar con el programa. A finales de 2023, tras negociaciones con el parlamento, incorporaron 80 establecimientos a la red cuando ya el titular de la cartera era Nicolás Cataldo. Sin embargo, ha surgido una alerta: los pilares sobre los cuales se fundamentan estos nuevos Bicentenario son completamente diferentes a los del modelo original.

«Bajo el nombre de liceos Bicentenario lo que se está haciendo es desarrollar un programa totalmente distinto, que no tiene cómo garantizar los mismos resultados», afirma a El Líbero Raúl Figueroa, quien fue ministro de Educación durante el gobierno de Sebastián Piñera.

Figueroa es claro en su advertencia. «Lamentablemente, lo que estamos viendo desde el Ministerio de Educación en relación con los liceos Bicentenario es que están alterando en la esencia las características del programa, dejando de lado los pilares sobre los cuales se han desarrollado y alterándolos por procesos que se alejan muchísimo de sus objetivos iniciales», señala.

«Diversidad», «equidad», «desarrollo espiritual, ético y moral», «identidad nacional», «plena igualdad y libertad», «defensa de la verdad», «democracia», «justicia social» y «derechos humanos» son algunos de los aspectos que resaltan en la descripción de los nuevos principios diseñados desde el Ejecutivo para los liceos Bicentenario.

«Da la sensación de que es una razón política la que está detrás de estos cambios porque el gobierno siempre se manifestó contrario a los liceos Bicentenario. Fue por presiones de la ciudadanía que optaron por mantenerlos y ampliarlos, pero lo que vemos es que eso está ocurriendo sobre la base de cambios sustantivos que alteran su esencia. Por lo tanto, lo que uno podría interpretar es que es una manera indirecta de ir eliminando un programa que ha sido exitoso», alerta el ex ministro.

Los nuevo Bicentenario dejan de enfocarse en «aprendizajes» y «nivelación» para centrarse en «inclusión» e «integralidad»

De acuerdo con el documento ‘Orientaciones 2024. Programa Liceos Bicentenario de excelencia para la reactivación educativa integral’, diseñado por la División de Educación General del Ministerio de Educación, estos colegios se fundamentan ahora en los principios de innovación educativa, inclusión, colaboración, integralidad, autonomía y confianza.

Estos seis pilares distan mucho de los cinco que habían sido diseñados durante el primer gobierno de Piñera, para el establecimiento de la red de liceos Bicentenario en todo el país: altas expectativas, foco en los aprendizajes, nivelación y reenseñanza, libertad y autonomía y liderazgo directivo.

«El programa de liceos Bicentenario se caracterizaba por ser una herramienta de movilidad social basada en esos cinco pilares, que son los que han permitido crear una cultura de excelencia en este tipo de establecimientos, que se traduce en un compromiso de toda la comunidad educativa, en torno a que sobre la base de esos ejes es posible obtener resultados», explica Figueroa.

El ex ministro ahonda en los peligros que implican estos cambios para el programa. «Lo que he podido compartir con directores de algunos liceos Bicentenario es que la lógica esencial de generar un fuerte compromiso de toda la comunidad se pierde. Eso genera una distorsión en la manera en la que se espera que estos colegios desarrollen su trabajo», señala.

El año pasado el propio ex Presidente Piñera encabezó varias actividades en distintos puntos del país, con directores de liceos Bicentenario. En un encuentro sostenido en mayo, el ex mandatario llamó a la actual administración a “que no adultere” ni abandone “el sentido último de los Liceos Bicentenario, que es un compromiso con la calidad de la educación, un compromiso con la excelencia”.

El 21 marzo de ese mismo año la División de Educación General del Mineduc había enviado a las secretarías regionales ministeriales de educación las ‘Orientaciones para el Programa Liceos Bicentenario de Excelencia 2023’, texto redactado en los mismos términos de las directrices impartidas a los colegios que luego incluyeron en la red.

Excoordinadora de Bicentenarios: «El foco era lo pedagógico, la formación integral y hoy día es la equidad de género»

Los 320 liceos Bicentenario que había ganado este sello en gobiernos anteriores al del Presidente Boric, compartían, todos, los mismos cinco pilares antes mencionados.

Camila Romero, que fue coordinadora nacional de liceos Bicentenario durante el último mandato del Presidente Piñera, también advierte sobre el cambio de paradigma que representan las modificaciones que implementaron desde La Moneda en los pilares de los 80 liceos bicentenarios recién creados.

«El foco era lo pedagógico, la formación integral y hoy día es la equidad de género y otros aspectos que no tienen relación con lo que son los Bicentenario como tal. De cierta manera lo que están haciendo es un intento de continuar con los Bicentenario, pero con otra mirada y otro propósito. Ya no están siendo Bicentenario», advierte al ser consultada por El Líbero.

Los nuevos principios aplicarían para los 80 liceos Bicentenario creados a finales del año pasado. «Estos otros seis pilares son muy distintos. Ya el foco es otro, ya es otro proyecto de cierta manera. El objetivo es otro, totalmente opuesto a lo que era antes. Se siguen llamando Bicentenario, pero con otros pilares que no son por los que empezó este proyecto y por los cuales habían tenido éxito», enfatiza Romero.

¿Qué es lo que indica el Ministerio de Educación sobre los nuevos pilares?

Los seis nuevos pilares están contenidos en el mencionado documento que emitió el Ministerio de Educación, de cara a la creación de los nuevos 80 liceos Bicentenario.

En el nuevo plan, se elimina el primer principio, el de las altas expectativas dentro de las comunidades educativas de liceos Bicentenario, para sustitutirlo por el de la innovación educativa que llama a «superar el paradigma tradicional a través de interacciones pedagógicas dialógicas que impulsen el aprendizaje significativo, profundo e integral», así como a «trascender el conocimiento academicista”.

En cuanto al principio de inclusión, se hace hincapié en el documento a la diversidad como una condición transversal de los seres humanos. «Por lo tanto, los procesos educativos requieren flexibilizarse y contextualizarse, de modo de ser pertinentes a esta diversidad y está basada (la inclusión) en la equidad y los derechos humanos», se señala.

En lo referente al principio de integralidad, se indica que el proceso de aprendizaje tiene como finalidad el «desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo, intelectual, artístico y físico» de cada persona y «se enmarca en el respeto y valoración de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, de la diversidad multicultural, de la paz, y de nuestra identidad nacional».

Al desarrollar lo concerniente al principio de autonomía, se indica que «es un factor fundamental para garantizar el ejercicio de los derechos humanos en un contexto de plena igualdad y libertad de los individuos (…) cuyas voces deben ser escuchadas y constituyen un elemento crucial para juzgar la calidad de la democracia».

Sobre el principio de la confianza, se instruye a los liceos Bicentenario a que «se
desarrolla, como cualquier dimensión humana, con la repetición continua de acciones de servicio, de buen ejemplo, de promesas cumplidas, de la práctica y defensa de la verdad, de la transparencia en el actuar, de la coherencia con sólidos principios, de responsabilidad y justicia social».

En lo concerniente al prinicipio de colaboración, se aborda como «una acción colectiva de interacción y valoración de las distintas experiencias y saberes individuales que, al mismo tiempo, requiere del reconocimiento del contexto y del grupo para generar desde sus participantes un apoyo útil y pertinente”.

Los cinco principios que habían dado resultados positivos y que el Ejecutivo echó por tierra

En muy dintintos términos estaban enunciados los cinco pilares del proyecto original de liceos Bicentenario. El principio de altas expectativas consistía en que «todos quienes formen parte de la comunidad escolar (…) desarrollen el convencimiento de que es posible buscar y alcanzar la excelencia».

El pilar del foco en el aprendizaje consideraba «la sala de clases como el espacio donde cualquier situación que afecte a los estudiantes puede ser resuelta, ya que la educación es el medio para alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades y el aula es la instancia específica donde esto se vuelve realidad a través del proceso de enseñanza-aprendizaje».

El principio de nivelación y reenseñanza establecía que «para cada evaluación los estudiantes de un mismo nivel debían obtener en promedio al menos un 80% de aprobación antes de poder continuar con la siguiente etapa de enseñanza».

De acuerdo con los fundamentos originales, los liceos Bicentenario gozaban del principio de libertad y autonomía para «alcanzar las metas que les solicitaba el programa, pudiendo tomar decisiones pedagógicas y de gestión que respondieran al contexto particular del establecimiento y a la experiencia de sus docentes y directivos». Además contaban con el principio de liderazgo directivo, que perseguía la «consolidación de un modelo de gestión educativa que estableciera objetivos y expectativas, asignara recursos de manera estratégica, asegurara una enseñanza de calidad y liderara el aprendizaje y formación docente».

En este sentido, el ex ministro de Educación enfatiza en que no había ninguna razón para desechar estos principios.

«Desde mi punto de vista no hay nada que justifique alterar la esencia de los pilares del programa liceos Bicentenario. Lo que interpreto es que frente a la presión de darles apoyo, el Ministerio de Educación optó por mantener el nombre, pero distorsionando en la esencia las características del programa«, señala.

«El documento del Mineduc tiene un error de diagnóstico: lo que caracterizó a los Bicentenario no fue la selección»

Además de cuestionar los nuevos pilares y advertir sobre los riesgos de obtener buenos resultados con los principios diseñados por el actual gobierno, el ex ministro de Educación también advierte que el documento elaborado por esa cartera tiene una falla en cuanto al diagnóstico que realizan del proyecto.

«El documento del Mineduc tiene un error fuerte de diagnóstico porque señala que lo que habría caracterizado a los liceos Bicentenario era la selección y eso no es así. Lo que caracterizó a los liceos Bicentenario no fue la selección. No seleccionan, tienen altísimos niveles de vulnerabilidad y son exitosos precisamente porque fueron capaces de llevar adelante su trabajo sobre la base de esos cinco pilares esenciales», advierte Figueroa.

Tal y como indica el exministro, en el documento hay un título, ‘La noción de excelencia en el programa Liceo Bicentenario’, dedicado a este asunto: «Originalmente, la excelencia en los establecimientos educacionales que fueron seleccionados para formar parte del programa sustentaba sus proyectos educativos en la posibilidad que el sistema permitía para seleccionar a los estudiantes, lo que garantizaba aprendizajes de alta calidad, de acuerdo con los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas. La puesta en práctica del SAE, exige una remirada de mayor inclusión y diversificación a los proyectos educativos institucionales (…). En este contexto, los establecimientos que actualmente forman parte del Programa Liceos Bicentenario de Excelencia postularon proyectos y se comprometieron para avanzar en una comprensión de excelencia amplia, integral, inclusiva».

«Hay una red de sostenedores en la que tres son de los nuevos Bicentenario y dos son de los anteriores»

Además de los cambios en los pilares y de estos errores de diagnóstico, personas vinculadas a estas comunidades educativas advierten que hay desorden e incumplimiento de las promesas ministeriales del año pasado, según las cuales reactivarían el acompañamiento a los Bicentenario.

«Estamos en una situación en la que hay una red de sostenedores en la que tres son de los nuevos Bicentenario y dos son de los anteriores, entonces tienen distintos pilares, distintos ejes, distintas exigencias. No tiene sentido», advierte la excoordinadora de liceos Bicentenario.

De acuerdo con Romero, que ha mantenido el vínculo con algunas de estas comunidades educativas, no ha habido seguimiento por parte del Ministerio de Educación en cuanto a la red de liceos Bicentenario.

«No hay una pauta concreta de cómo trabajar y seguir potenciando los liceos Bicentenario ni en lo pedagógico ni en todo lo demás que se aplicaba anteriormente. Ya ni siquiera hacen las pruebas bicentenario», asevera.

«No hubo más coordinación con Bicentenarios de la región ni del país»

Las advertencias de Romero coinciden con lo relatado por Roberto Aravena Vega, director del Liceo Bicentenario Politécnico Caupolicán de Los Álamos, liceo que entró a la red en 2021, es decir, con los pilares originales.

«El año pasado aparte de tener un par de reuniones de carácter provincial, sin mucho contenido ni mucho impacto en nuestra gestión ni en nuestro quehacer, no hemos tenido más acompañamiento», cuenta.

«No hemos tenido trabajo de red, que era una de las cosas que como comunidad educativa destacábamos. Tampoco hemos tenido trabajo colaborativo entre liceos ni entre docentes. Solo hemos tenido reuniones de carácter administrativo, a las que nos ha tocado ir a rendir cuenta, pero no ha habido una propuesta real de acompañamiento. Nos llegan correos con información que, si bien los manda el coordinador nacional con el título de ‘Liceos Bicentenario’, son informaciones que llegan a todos los liceos», agrega.

Aravena cataloga el acompañamiento como «pobre» y relata que sus pares de los nuevos liceos Bicentenario han estado tan a la deriva con respecto a la cartera de Educación, que suelen apoyarse en las directivas de los colegios más antiguos de la red para resolver sus dudas.

«Nos dio pena cuando se sumaron a la primera reunión, ellos sí que estaban completamente abandonados y no entendían de qué se trataba nada, estaban muy perdidos. De hecho se han comunicado más con nosotros que con la misma coordinación», comenta.

«La Fundación Futuro nos ha manifestado que nos va a seguir apoyando»

Aravena hace referencia a la fundacion creada por la familia Piñera Morel que, asegura, sí ha continuado brindado apoyo a los Bicentenario. «La Fundación Futuro nos ha manifestado que nos va a seguir apoyando y trabajando con nosotros. A finales de marzo nos indicaron que pronto iban a activar la red. Ellos ofrecen una serie de capacitaciones y cursos para los docentes», señala.

Precisamente la semana pasada cerró la convocatoria que abrió esta fundación, para que docentes de liceos Bicentenario postularan iniciativas que vayan en beneficio de sus estudiantes. Se asignarán 40 fondos concursables.

En sus redes sociales la Fundación Futuro ha ratificado que mantendrá el compromiso con los liceos Bicentenario.

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