El asesinato de tres carabineros en la Macrozona Sur -los cabos Misael Vidal, Sergio Arévalo y el sargento Carlos Cisterna-, en la ruta que une a Cañete con Tirúa en el transcurso del Día del Carabinero, conmocionó al país entero. En el programa «Mirada Líbero», el economista, empresario, exmilitante del Mapu y del Partido Socialista, y actual miembro de Amarillos, Óscar Guillermo Garretón, sostuvo que el crimen se vio posibilitado por un contexto social que fue promovido por el Partido Comunista y el Frente Amplio desde el estallido social de 2019, por lo que ahora les corresponde responsabilizarse de ello.
«Suena terrible, pero recordemos al (perro) ‘matapacos’. Tenemos hoy día varios carabineros muertos, después que se promovía con fervor y con entusiasmo el ‘matapacos‘. No se puede pensar de que esto es una cosa ajena a lo que se ha venido acumulando desde hace varios años. Aquí, justificando la violencia, llegamos a una situación en que la violencia ha terminado desbordándose en el país», dijo agregando que para las próximas elecciones se necesita escoger «por precaución, a otra gente para gobernar».
«Que asuman la responsabilidad de que están de alguna manera revirtiendo lo que ellos mismos crearon»
El despliegue en terreno, las sentidas palabras del oficialismo y el hecho de que el Gobierno decidiera mantener al general director de Carabineros en su cargo ad portas de una ahora postergada formalización por el delito de omisión de apremios ilegítimos durante el estallido social; son para Garretón una reacción esperable («si no reaccionaban frente a esto, ya sería una cosa de locos»), pero lo que considera más relevante es lo que vaya a hacer el Ejecutivo en adelante.
«Sinceramente lo creo y lo digo con mucho dolor, porque yo vengo del mundo centro-izquierda, alguna vez, ya en tiempos tan lejanos como finales de la dictadura, habíamos llegado a la conclusión de que si queríamos construir de verdad un país para todos, la violencia no podía ser nuestra opción (…). Y resulta que llegamos a un momento en el país en torno al estallido, en la cual muchos azuzaron la violencia y una determinada forma de obrar (…). Y parte de ellos llegaron al Gobierno. No basta con hacer grandes llamados a la unidad para enfrentar esto y que todos digan que están horrorizados. También que asuman la responsabilidad de que, al estar horrorizados, están de alguna manera revirtiendo lo que ellos mismos crearon, porque ahora hay que usar la institucionalidad que antes demolían», opinó.
De esta manera, los llamó a dejar de ser reacios a reprimir la violencia y el crimen, asumir la responsabilidad de lo que hicieron y «estabilizar, y hacer crecer la economía que desestabilizaron, aprender a convivir con el mundo empresarial que antes denostaban, facilitar la inversión, controlar una inmigración descontrolada».
Garretón sostuvo que es necesario «que se arrepientan los que han sido responsables de este crimen para hacer que el país de verdad pueda recuperar lo que le exige a cualquier gobernante de derecha, de centro o izquierda, que es que se promueva la paz, que promueva el orden, que promueva la convivencia, que promueva la prosperidad. Esas cuatro cosas están faltando desde hace años».
La responsabilidad del PC y el FA
Para el economista, enmendar el rumbo tiene una condición: «En todo el tiempo del estallido hubo dirigentes del Frente Amplio y del Partido Comunista que fueron explícitos en justificar y en azuzar la violencia. El tema del ‘matapacos’, todos saben quiénes lo andaban promoviendo. Estoy pidiendo que los que hicieron esto lo asuman. Y si son de verdad consecuentes, que reconozcan su error, el daño que han hecho con eso, de manera de poder tener de verdad una unidad sincera para enfrentar los problemas del país. Hoy día ellos están en el Gobierno, tienen dos años por delante«.
Desde este año vendrán las elecciones, que para Garretón están revestidas de una «obligación democrática», que es elegir «a otras personas para dirigir el país. No podemos seguir en esto. Construyamos un país distinto del que se ha ido creando desde esta locura, desde el 19 de octubre de 2019″.
«Tohá y Monsalve son personas serias políticamente»
Respecto a la gestión del gabinete de seguridad a cargo de la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el subsecretario Manuel Monsalve, Garretón tiene buena impresión. En particular, dijo que Tohá ha sido una impulsora de medidas de seguridad que no han prosperado como se quisiera, pero no por ella: «El principal obstáculo que ha habido para que las leyes salgan como leyes serias no es la oposición al Gobierno, sino que una discusión no resuelta sobre este tema dentro de las propias fuerzas de Gobierno«.
Por lo mismo, consideró que tanto Tohá como Monsalve «son personas serias políticamente», por lo que le preocupa que «por la incapacidad de las coaliciones y del equipo de Gobierno de operar, terminen ellos transformándose en las víctimas propiciatorias, para decir que van a resolver el problema. Yo tengo la impresión de que el problema no está en ellos. El problema está en la forma cómo ha mirado en estos dos años la coalición completa, su responsabilidad de Gobierno».
Si, buen comentario, pero, en honor a la estricta verdad, su sector, el «socialismo democrático», pecó al menos de omisión, silencio cómplice y muchas veces se subió al discurso octubrista. Es verdad que hubo un compromiso por la democracia y no violencia en años 1988 de parte de su sector, pero también proclamaron la violencia como instrumento legítimo para acceder al poder en años 1967 y 1969. En cincuenta años dos veces han perdido el norte y han buscado la violencia. Seamos sinceros, hablemos con la verdad y definan de una vez si son demócratas o no.
Ya estamos acostumbrados al doble standard de algunos políticos, sobre todo de izquierda. Son como los girasoles, sin ánimo de ofender a estas lindas flores, girando hacia donde el sol más calienta. Se equivocan, llaman a la violencia para tratar de llegar al gobierno, y si no les resulta, cambian diametralmente y se convierten en los buenos de la película. O se enriquecen y cambian de pelo. Lógico.