La huelga de hambre que realizaban hasta ayer cuatro mapuches acusados de la quema de una iglesia evangélica en Padre de Las Casas, llevó el miércoles al ministro del Interior, Mario Fernández, a dar un vuelco en lo que había sido la postura del gobierno y anunciar que pedirían el término de la prisión preventiva por otra medida cautelar contra los comuneros, petición que fue rechazada el viernes en la mañana por el Tribunal de Garantía de Temuco.
Pero ese mismo viernes, en horas de la tarde, tras haberse reunido con familiares de los mapuches en huelga de hambre, el jefe de gabinete anunció que retiraría la Ley Antiterrorista en contra de los cuatro investigados: «El gobierno ha instruido a su equipo jurídico (…) solicitar la recalificación de las conductas a objeto de la causa para someterlas al régimen de los delitos que corresponde dentro del código penal».
A dicha huelga de hambre -de la que se bajaron ayer tres de los comuneros- se sumaron tres de los 11 imputados del crimen del matrimonio Luchsinger-MacKay: Juan Tralcal, Luis Tralcal y José Tralcal.
– ¿Cuál es su evaluación de la huelga de hambre de los comuneros mapuches?
– Claramente, se ejerció una presión inusitada al Estado, al sistema judicial, la Fiscalía, para revertir medidas que están contenidas en la ley. Es decir, estamos torciendo el Estado de derecho en favor de personas que claramente son imputados y están en prisión preventiva por la gravedad de los hechos que cometieron. No es un tema antojadizo ni una persecución, son personas que han cometido hechos gravísimos y que son un peligro para la sociedad.
– Se sumaron a la huelga tres imputados en el crimen de sus tíos. ¿Por qué lo hacen?
– Están intentando torcer el normal desarrollo del juicio, que ha tenido tantas dilaciones que han sido causadas por la defensa con artilugios legales bien dudosos. Es una situación que tenemos hace tiempo y hay grandes presiones para revertir situaciones de extrema gravedad y la legislación y legalidad del Estado chileno.
– El viernes el gobierno quitó la Ley Antiterrorista en contra de los mapuches que estaban en huelga de hambre
– Dependiendo de su contextura, metabolismo y otros factores, una persona difícilmente puede vivir más de cinco días sin agua ni más de 50 días sin alimento. Sin embargo los huelguistas hicieron más de 110 días. Algo no cuadra. Sin embargo, el gobierno, contra toda lógica y una vez más, cede cobardemente a la presión de terroristas, dando de paso señales contradictorias, que atentan contra la institucionalidad y el Estado de derecho. Buena o mala, la Ley Antiterrorista existe y su aplicación es prerrogativa del sistema judicial y no admite interferencias de otros poderes del Estado.
– ¿Cómo va el juicio por el crimen de sus tíos?
– He estado en algunas audiencias como testigo. En las que he podido participar hay pruebas sólidas, peritos que han contribuido a clarificar el panorama y que nos confirma la participación de los imputados. Más allá de esa percepción personal, vamos a ver si las pruebas son suficientes para determinar la culpabilidad.
– ¿Qué le parece el viaje del subsecretario Aleuy a Argentina?
– Es una buena señal la preocupación de investigar más a fondo un hecho que es gravísimo y que, en alguna medida, compromete la seguridad del país vecino. Creo que están más preocupados en Argentina de lo que pasa en Chile que nosotros mismos de lo que pasa acá. Allá les llamaba la atención la pasividad de las autoridades chilenas frente a este problema, cosa que ellos se han manifestado mucho más frontales y claros en cómo lo ven y qué puertas tocar. Hay una forma diametralmente muy distinta de actuar, y creo que el acercamiento podría modificar un poquito la estructura de preocupación de nuestras autoridades. La seguridad que muestra la ministra de Argentina, contrasta con la tibieza y displicencia con la que nuestras autoridades han tratado el tema de la violencia. Espero que estas reuniones bilaterales ayuden a refocalizar los esfuerzos y acciones tendientes a resolver los temas pendientes de violencia en la Araucanía.
– El ministro del Interior recibió a las familias de los huelguistas en La Moneda. ¿Cómo lo ve?
-Creo que son señales contradictorias. Van en la misma línea. Se confunden los derechos humanos con lo que el Estado debe hacer. Si bien puede reunirse con quien quiera, tiene que verlo en el contexto de Estado y no puede pensar que es una señal positiva. Tienen que funcionar las instituciones y los poderes del Estado.