Al finalizar el año, “El Líbero” le pidió a cuatro economistas que realizaran un resumen del año económico en el país, que tuvo de protagonista la reforma tributaria del Gobierno, que subió los impuestos a las empresas del 20% al 27% y creó un nuevo marco tributario con dos sistemas en paralelos.
La crítica en común de los expertos es que el crecimiento de este año, en torno al 1,7%, estuvo muy por debajo de las estimaciones que señalaban un 4%.
Joseph Ramos: Yo voté por este gobierno pero le pongo un 3 en materia económica
Fue un año malo. De crecer 5% en años anteriores y 4,1% en 2013 vamos a cerrar este año en 1,7%, con lo que eso significa en menor remuneración y empleo. Lo positivo es, pero también tiene dos variantes, que se hizo una reforma tributaria para mejorar la calidad de la educación, eso es bueno, pero no se está gastando en mejorar la calidad de la educación ni se está haciendo ningún esfuerzo para mejorar la educación pública y subvencionada. Temo que le pongo mala nota al año. Yo voté por este gobierno, pero le pongo un 3 en materia económica.
Bernardo Fontaine: El año de la desilusión
El año partió con grandes expectativas. Un gobierno con poder para hacer las reformas que Chile necesitaba. Pero el 2014 fue el año de la desilusión. Un crecimiento mísero, proyecciones famélicas para el resto el gobierno y una inflación de casi 5% que nos sacó una buena mascada a nuestros sueldos. Ni el crecimiento ni el empleo han sido prioridades para la Presidenta y, por el contrario, la gestión improvisada del gobierno, su falta de rigor técnico y de “calle”, nos empujaron a un pantano político y económico, después de cuatro años previos de acelerado crecimiento.
Todo partió con una mal diseñada y peor tramitada reforma tributaria. Rehecha por el Acuerdo Político, esa reforma quedó mejor, pero, compleja y con altos impuestos al ahorro, no es la que Chile necesita. Ella gatilló desconfianza en la capacidad técnica del gobierno y su equipo económico. Los continuos errores de diagnóstico y la contradicción vital de la Nueva Mayoría entre impulsar una alianza pública-privada y arrinconar al sector privado en educación, salud, concesiones y previsión, terminaron por enfriar a empresas y consumidores. Cierto que hubo vientos internacionales menos favorables, pero es entonces cuando se necesita mejor timonel.
Así, el 2014 ha sido un año perdido para la economía, para el empleo con la pérdida de 100 mil puestos, para la seguridad pública, cada vez más precaria, para la salud donde sólo hubo declaraciones pintorescas y para la educación. La reforma educacional, que busca la calidad correteando los colegios subvencionados preferidos por los chilenos y eliminar la selección que ha hecho posible el ascenso social de muchos, ha sido otro ejemplo de error, falta de calle y desencuentro con la ciudadanía. Para coronar: una reforma sindical que no dará más empleo y no ofrece nada a las mujeres y los jóvenes que están fuera de la fuerza de trabajo.
¿Algo bueno? La selección chilena y la creciente consciencia ciudadana en defensa de la libertad: las Pymes, ciudadanos y apoderados que se levantaron contra la reforma tributaria y educacional. La esperanza de Chile está en su gente, no en sus políticos. En resumen, le pongo un 3,5 al año económico.
Alexis Osses: Tuvimos el peor crecimiento en cinco años
El 2014 no estuvo exento de polémica, comparaciones, proyecciones e incluso de afirmaciones que no se cumplieron. En el ámbito económico, nos dejó un crecimiento muy bajo para el tercer trimestre, uno de los más bajos en los últimos cinco años, de hecho hasta las peores estimaciones de crecimiento fueron optimistas para el PIB anual proyectado de 1.7%-1.9%. Si tuviera que destacar hitos del año, me centraría en dos; el primero obligadamente el crecimiento económico, sobre todo el punto de inflexión propuesto en julio-agosto, ese tan anhelado punto que nos saca de un crecimiento mediocre y que nos encamina a lograr crecer el 3,6% proyectado por el ministro Arenas para el 2015. Lamentablemente, las proyecciones del gobierno están lejos de lo estimado por el mercado, crecimiento entre 2%-3%, y si hacemos caso a la historia de 2014 donde el mercado tuvo la razón, entonces nuestras exceptivas debieran ajustarse a las de mercado.
En segundo lugar, me referiré al MEPCO, mecanismo que estuvo lejos de cumplir el objetivo propuesto -siempre que este objetivo fuera mitigar, controlar o atenuar el alza de precios de los combustibles, porque si el objetivo fue recaudar impuesto lo logró perfectamente. Las críticas que hice en columnas anteriores lamentablemente me dieron la razón, y digo lamentablemente por el hecho que el MEPCO retrasó el beneficio de caídas en bencinas y no pudimos aprovechar una caída de casi 50% del precio internacional. De hecho, el precio de las bencinas debería ser entre $70 y $100 más baratas. En resumen, le pongo un 3,7 a este año económico.
Rodrigo Cerda: Reforma tributaria pospuso inversiones y acalaró el debate
Este año ha sido de cambios muy grandes, mayúsculos en el sistema tributario, donde hemos visto que se han pospuesto muchas inversiones. Tendrá incidencias grandes más adelante cuando disminuyan las tasas de ahorro, inversión y deberíamos tener menor crecimiento también. Es un cambio muy importante que vamos a tener consecuencias más adelante. La discusión en el plano económico ha sido muy acalorada y ha generado problemas en términos de confianza entre los distintos agentes del mercado y ha tenido impacto de corto plazo en la economía. Ese tipo de cosas hay que tratar de subsanarlas. Es difícil ponerle nota al año, ha sido malo por múltiples cosas por estos cambios e incertidumbre. Tiene nota roja de todas maneras. Le pongo un 3.
FOTO: SEBASTIÁN RODRÍGUEZ/AGENCIA UNO