Cuatro días antes de los comicios autónomos de la Comunidad de Madrid, Rafael Correa, ex Presidente de Ecuador, reapareció para pedir a los migrantes ecuatorianos en España votar a favor de un particular candidato: «Te pido apoyar la lista de Unidas Podemos, liderada por ese gran amigo Pablo Iglesias. Un hombre solidario, especialmente con nuestra América».

Así Correa, asentado en Bélgica tras ser condenado a 8 años de prisión por corrupción en Ecuador, hizo propaganda al secretario general de Podemos en un vídeo -difundido en redes sociales- que finaliza con una mítica frase del Che Guevara y amplificada por el expresidente venezolano y líder de la autodenominada revolución bolivariana, Hugo Chávez: «¡Hasta la victoria siempre!».

Entre los representantes del Grupo de Puebla y del Foro de Sao Paulo, Iglesias no solo tiene el espaldarazo de Correa, sino que también está respaldado por figuras aliadas al régimen chavista. «La derecha, promovida por grandes medios, tiene como única ideología defender sus propios intereses y como voz la violencia. Condenamos el atentado contra la sede partidaria de Podemos en Madrid y nos solidarizamos con el hermano Pablo Iglesias y su partido», escribió en Twitter el ex Presidente boliviano Evo Morales, a principios de abril tras los ataques con explosivo en la sede de Podemos en Cartagena (Murcia).

Su mensaje estaba cargado de dardos contra el gobierno español. «Es una vergüenza que el gobierno de facto ‘investigue’ a los hermanos Pablo Iglesias, Monedero, Errejón, Rodríguez Zapatero y Baltasar Garzón, cuando hasta ahora, no hay ni un solo detenido por las masacres. ¿A cuántos más van a perseguir para seguir ocultando la verdad?», agregó Morales. También se mostró solidaria la ex Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien grabó un vídeo para expresar su repudio a las amenazas y ataques en contra de Podemos por parte de «fascistas de la derecha». 

Iglesias goza de la simpatía del actual presidente de Argentina, Alberto Fernández, y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, con quienes se reunió y retrató en diferentes oportunidades.

Chile no es la excepción de los puentes tendidos por Iglesias con la izquierda en Sudamérica. En 2018, el líder de Podemos se reunió con la diputada Claudia Mix y militantes del partido Comunes, y antes, en 2016, con Gabriel Boric en España.

La génesis de su admiración por los movimientos progresistas latinoamericanos está en Venezuela. En 2015, el líder de Podemos aseguró en una entrevista en al canal estatal venezolano VTV: «Qué envidia me dan los españoles que viven en Venezuela, es un ejemplo democrático«. Y, aunque tres años después, se arrepintió públicamente de sus afirmaciones del pasado, aún pesan sobre él denuncias de presunto financiamiento ilegal mediante aportes del gobierno de Chávez por 7,1 millones de dólares.

Este caso se conoció en 2016 cuando la prensa española publicó documentos, recopilados por la Unidad de Delincuencia Económica y firmados por el exministro de Finanzas de Hugo Chávez, Rafael Isea, donde se evidencian pagos por asesorías a la fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), cuyos beneficiarios directos son Iglesias, Juan Carlos Monederos y Jorge Verstrynge. Tales acusaciones son negadas por los líderes de Podemos.

Sin embargo, no solo se limitan al caso venezolano. En 2020, los parlamentarios de Vox quisieron indagar sobre el presunto financiamiento ilegal a Podemos y los pagos realizados a sus líderes desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), con sede en Quito (Ecuador), y el Programa Prometeo de Correa.

En Bolivia, además se estaba investigando a Neurona Consulting, una empresa fundada en México por César Hernández Paredes, que estaría vinculada al politólogo y académico español, Juan Carlos Monedero, a la que el gobierno de Evo Morales le hizo pagos por 1,8 millones de dólares, de acuerdo con información difundida el 13 de enero de 2020 por el Banco Central de Bolivia.

Una contienda, dos modelos

Hoy, Iglesias afronta unos sufragios perseguido por la sombra del régimen chavista. Dejó su cargo de vicepresidente y ministro de Derechos Sociales del Gobierno de Pedro Sánchez para lanzarse a una carrera con un incierto desenlace. Sus contendores con más posibilidades electorales son la actual presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso (PP), Ángel Gabilondo (PSOE), Edmundo Bal (Ciudadanos), Rocío Monasterio (Vox) y Mónica García (Más Madrid). Según la encuesta de GAD3, realizado para el diario ABC, se prevé una participación del 76 % y una amplia ventaja para la candidata del PP a la reelección.

Se trata de votaciones con un alto voltaje de tensión política, donde se debate la prevalencia entre dos modelos: el conservador y el progresismo. Podemos apuesta a propuestas en sintonía ideológica con sus aliados del Grupo de Puebla, entre ellas una regulación de los precios de los alquileres en tiempos de pandemia.

Para conocer más sobre las elecciones autónomas de Madrid y la situación española, el miércoles, 5 de mayo a las 8:45 horas, El Líbero tendrá un café junto a la periodista, historiadora, y diputada del Partido Popular Cayetana Álvarez de Toledo.

Deja un comentario

Cancelar la respuesta