Hace cuatro días que las calles de La Habana y de varias ciudades y pueblos de Cuba vivieron una las mayores manifestaciones contra el Gobierno desde el Maleconazo de 1994, durante el llamado Período Especial, cuando cientos de cubanos salieron a protestar por la precaria situación económica en vísperas del estallido de la crisis de los balseros.

En esta ocasión miles de personas en todo el país se manifestaron contra el Ejecutivo, motivadas por la grave escasez de alimentos y medicinas, los apagones de luz que se han reportado en algunas de las regiones más humildes en los últimos días y las penurias que vive la isla, las cuales se han ido agravando cada vez más por la crisis sanitaria causada por el coronavirus.

Desde el inicio de las protestas hubo denuncias por interrupciones del servicio de internet en algunas zonas, atribuidos al régimen que encabeza Miguel Díaz-Canel. El despliege de policías y fuerzas especiales derivó en testimonios y videos de la detención y la represión violenta a manifestantes en San Antonio de los Baños y en La Habana.

Frente a esta grave situación, el director para las Américas de Human Rights Watch José Miguel Vivanco llamó la atención sobre el silencio de la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, sobre la represión a las protestas en Cuba. Una situación que dista del actuar de la exmandataria, tras los hechos que iniciaron el 18 de octubre de 2019 en el estallido social en Chile, cuando Bachelet se pronunció rápidamente. O de las protestas que hubo en Colombia a principios de año, cuando la alta comisionada también mostró su preocupación frente al actuar de las policías.

“Bachelet no se ha pronunciado sobre violaciones de DD.HH. en Cuba desde que asumió como alta comisionada de Naciones Unidas para DD.HH. ¿Romperá el silencio ahora que el régimen está reprimiendo la manifestación más importante en el país en décadas?”, escribió Vivanco.

Con respecto a Chile, al cabo de una semana, la Alta Comisionada de los DD.HH, ya había anunciado el envío de una misión de verificación al país para investigar las posibles violaciones a las libertades fundamentales durante las protestas. «Tras monitorear la crisis desde el comienzo, he decidido enviar una misión de verificación para examinar las denuncias de violaciones a los derechos humanos en Chile», dijo la expresidenta chilena en su cuenta oficial de Twitter.

Otro caso, más reciente, es el de Colombia. Desde el 28 de abril de 2021 hubo protestas desencadenadas por el anuncio del proyecto de reforma tributaria propuesto por el gobierno de Iván Duque y también reclamando las profundas desigualdades sociales agudizadas por la pandemia del Covid-19. Las manifestaciones luego se fueron acentuando en reclamo por el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la Policía Nacional contra los ciudadanos.

El 30 de mayo, la Alta Comisionada para los DD.HH de la ONU expresó su preocupación por la violencia que sacudió a la ciudad colombiana de Cali, bajo control militar en el marco de protestas, y pidió una investigación “independiente” sobre las muertes.

“Es esencial que todas las personas que presuntamente causaron lesiones o muerte, incluidos funcionarios del Estado, estén sujetas a investigaciones rápidas, efectivas, independientes, imparciales y transparentes, y que los responsables respondan ante la ley”, dijo Bachelet en un comunicado.

«Pido que se ponga fin a todas las formas de violencia, incluyendo el vandalismo, y que todas las partes sigan hablando, para que se garantice el respeto por la vida y la dignidad de todas las personas», habría indicado la expresidenta chilena, que pidió diálogo para resolver las demandas de los manifestantes y de quienes se oponen a las protestas.

En tanto, la comitiva enviada por Bachelet a nuestro país para investigar las posibles violaciones a las libertades fundamentales durante las protestas, concluyó “que hay razones fundadas para sostener que, a partir del 18 de octubre, se han producido un elevado número de violaciones graves a los derechos humanos en el país”.

Entre las conclusiones del informe de 35 páginas, los observadores aseveran que «hay razones fundadas para sostener que ha habido un uso desproporcionado y a veces innecesario de armas menos letales, en particular escopetas antidisturbios pero también gases lacrimógenos, utilizados a corta distancia», sostiene el documento.

¿Qué pasa con Cuba?

Desde el domingo que las protestas en la isla se intensificaron y distintas autoridades comenzaron a criticar a Michelle Bachelet, en su condición de Alta Comisionada de los DD.HH de la ONU, “tras la poca pronunciación respecto a la situación que sucede actualmente en Cuba”.

Human Rights Watch (HRW) cuestionó que “Michelle Bachelet aún guarde silencio sobre las violaciones cometidas por el régimen de La Habana, en medio de la represión al levantamiento popular que sacudió este domingo a gran parte de la isla”, afirmó Vivanco.

El abogado chileno pidió a la exmandataria tener mayor injerencia ante la situación que se vive en la isla. “Yo creo que la alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, tiene un rol que jugar y he estado chequeando hasta ahora su récord, estoy prácticamente seguro, es posible que pueda cometer algún error, por eso es que no quiero afirmarlo en términos tan tajantes, pero estoy prácticamente seguro de que desde que ella asumió ese cargo, nunca se ha pronunciado por la situación de derechos humanos en Cuba, lo cual me parece que es un error”, afirmó. “Yo no creo haber visto nunca una declaración de ella expresando mínimamente preocupación, y creo que las circunstancias actuales lo justifican con creces”, agregó.

A la fecha, el gobierno de Díaz-Canel ha confirmado una persona fallecida producto las protestas masivas en los últimos días. No obstante, varias denuncias de la organizaciones de la sociedad civil confirman que hay más de 5.000 personas encarceladas o siendo investigadas, entre ellas, más de 120 entre activistas y periodistas independientes.

HRW no es el único organismo preocupado por la situación en la isla. Más de 40 organizaciones y medios de comunicación condenaron este martes la “represión del gobierno cubano” contra las protestas de los últimos días.

Le hicieron el mismo reclamo a la alta Comisionada, pidiéndole que se pronuncie «a favor de los derechos de la ciudadanía cubana, y a la democratización a través del diálogo genuino como única forma de lograr un cambio en el país». Hacen un llamado urgente a que se respeten los derechos de manifestación y libre expresión en Cuba.

Entre los firmantes de la declaración se encuentran Amnistía Internacional, Prisoners Defenders, Freedom House, Diario de Cuba, Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Civil Rights Defenders, CUBALEX y el Movimiento San Isidro, entre otros.

En nuestro país, la Alta Comisionada no ha quedado exenta de críticas, pues el mismo Jaime Bellolio, vocero de Gobierno, se pronunció ante la situación y en alusión a las declaraciones de Vivanco, señaló: “A nosotros nos parece que la experiencia en el último tiempo en las dictaduras, por ejemplo, de Venezuela, así como también los informes que se han hecho con respecto a Nicaragua y otras situaciones, cuando hay organismos internacionales de la importancia como, por ejemplo, de la alta comisionada de DD.HH. de la ONU, son relevantes”.

Asimismo, el diputado y jefe de la bancada UDI, Juan Antonio Coloma Álamos, junto a su par Juan Manuel Fuenzalida, acusaron a Bachelet de mantener “un silencio cómplice”.

Los cuestionamientos a Bachelet por el tema Cuba no son nuevos. En marzo pasado, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) cuestionó su trabajo y su rol como alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos por “dar la espalda” a la tragedia de los cubanos.

“Bachelet no ha estado a la altura en la defensa de los derechos humanos de los cubanos. Durante su mandato no se ha producido ninguna denuncia ni investigación pública sobre la represión en Cuba, en momentos en que el gobierno ha radicalizado el acoso y hostigamiento contra los diferentes actores de la sociedad cubana, incluso utilizando la situación de pandemia”, declaró el organismo.

En esa oportunidad, la organización también hizo notar que Bachelet ni siquiera sintoniza con posiciones moderadas sobre cómo abordar la situación de los derechos humanos en Cuba, por lo que “consideramos que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos requiere una mirada menos ideológica sobre la situación de los derechos humanos en el país cubano”, aclaró el organismo.

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