Las declaraciones emitidas por Evelyn Matthei el pasado lunes en contra de Michelle Bachelet, advirtiendo que está “impresionada de la incapacidad de la Presidenta” y que ésta “no sabe nada de nada”, desataron una fuerte ofensiva desde el Gobierno y el oficialismo para desacreditar a la ex candidata presidencial de la Alianza.

Ayer, por ejemplo, el ex senador del Partido Socialista, Camilo Escalona, salió a dar su visión al respecto, señalando que la otrora Concertación nunca descalificó personalmente al ex Presidente Sebastián Piñera. “Evelyn Matthei tiene una escasa memoria porque también la administración del Presidente Piñera tuvo una bajísima popularidad en un momento de su gestión. En el marco del régimen presidencial es algo que puede ocurrir. La popularidad del Presidente Piñera, que llegó a más de 60% en el momento del rescate a los 33 mineros, se derrumbó a menos de 30% en cosa de meses y a nadie se le ocurrió decir en la oposición de entonces que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, no sabía nada de nada. A ninguno de nosotros se le ocurrió hacer una descalificación personal”, dijo desde su puesto de panelista en el programa “El primer café” de radio Cooperativa.

La afirmación del director del Instituto Igualdad fue respaldada también por el director de la escuela de Ciencia Política de la UDP, Claudio Fuentes, en entrevista con La Segunda: “No recuerdo precedentes recientes de juicios tan fuertes y personalizados a la figura presidencial. En Chile, en general los actores políticos se cuidan mucho de no afectar directamente a la principal autoridad del país”.

Sin embargo, echando un vistazo a las declaraciones de políticos en las pasadas administraciones, sí hubo alusiones de este tipo a la figura del Presidente.

El 7 de mayo de 2012, por ejemplo, cuando la encuesta Adimark fijaba la aprobación de Piñera en un 26%, el timonel del Partido Comunista, Guillermo Teillier, señaló que «las ciudadanas y los ciudadanos constatan que este es un gobierno conducido por un inepto, como fue descrito el Mandatario en una publicación de alcance internacional”. De esa forma, el diputado se hacía parte de las críticas lanzadas por The Economist semanas antes.

Un año después, y justo para la cuenta pública del 21 de mayo de 2013, el diputado del PC, Hugo Gutiérrez, escribió en su cuenta de Twitter en referencia a Piñera: “El muy idiota preparó la #CuentaPública para hacerle bullying a #MichelleBachelet y ésta no fue”. Tras ser conminado a explicar sus dichos, el parlamentario se justificó aduciendo su afición a la etimología de las palabras: “Cuando pensé en ese insulto, es muy antiguo y viene de los griegos cuando hacían referencia a una persona engreída. Es decir, de aquella persona que se preocupaba sólo de lo privado y no se preocupaba de la polis, de la ciudadanía».

En enero de 2011, y tras el aterrizaje de emergencia que Piñera tuvo que hacer en el sur del país cuando se desplazaba en su helicóptero personal junto a Andrés Navarro, el entonces diputado DC, Gabriel Ascencio, dijo que «aquí se impone una vez más el estándar Piñera, donde no importa ni la estética ni la ética con tal de salirse con la suya. Ahora los chilenos debemos notificarnos de que no sólo el Presidente puede hacer lo que le da la gana, sino también sus acompañantes y amigos personales».

Frente a este mismo hecho se manifestó el timonel del PS, Osvaldo Andrade: “Al Presidente le da lo mismo chamullar, ‘que me bajé porque me faltaba combustible, después que me bajé para ver a un amigo, me bajé más allá para almorzar con otro, que venía otro helicóptero’, si esto es para un cómic (…) Los empresarios siempre sienten que tienen impunidad para hacer las cosas. Y esa matriz se ha trasladado a la primera magistratura».

Otro episodio ocurrió el 8 de abril de este año, cuando Sebastián Piñera ya había dejado La Moneda. Saliendo de una actividad en el palacio presidencial y consultado por si creía que el ex Mandatario había abandonado el mundo de la política tras dejar el gobierno, Andrade indicó que «el hombre es nervioso, es activo. No le pidamos conductas que son imposibles. No me lo imagino en la casa tranquilo…». Segundos después comenzó a imitar los tics del ex Mandatario, moviendo la cabeza. Al darse cuenta que su performance no causaba gracia entre los periodistas, retrocedió: «Me excedí un poquito, que quede claro que es una broma».

Pero el ex Presidente Piñera no es el único que ha debido sufrir este tipo de alusiones. En su anterior paso por La Moneda, Bachelet también experimentó algunos episodios. En agosto de 2005, cuando era la candidata de la Concertación, fue tildada de “mi gordi” por el hoy ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. En entrevista con La Tercera, el entonces jefe de la billetera fiscal dijo:Michelle me encanta, porque la encuentro una persona ciento por ciento genuina. Yo trabajé mucho con Soledad (Alvear), es potentísima, pero nunca pude tener la química que tengo con Michelle. Quizá era por su personalidad más estructurada que me costaba saber a quién tenía al frente. Pero con mi ‘gordi’ sí lo sé”. Su declaración causó molestia en el entorno de la candidata, e incluso ella misma salió a aclarar que nadie la trataba con ese sobrenombre. “Mis amigos me dicen Michelle”, dijo. Tras el incidente, Eyzaguirre tuvo que pedir disculpas.

Y en diciembre de 2006, ya instalada en la casa de gobierno, Bachelet fue víctima de otra alusión similar. Cuando algunos analistas ya habían instalado en el debate público que la Mandataria “no daba el ancho” para gobernar el país, el diputado de la UDI, José Antonio Kast, dijo que la Presidenta “al parecer en el ancho da, pero en la altura no», desatando la molestia del gobierno.

Un año después, y para defenderse de las constantes críticas por su conducción política, la Presidenta dijo ser víctima de un “femicidio político”.

 

FOTO:PEDRO CERDA/AGENCIAUNO

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