Semanas de tensión se han vivido en la Municipalidad de Ñuñoa. Por un lado, la decisión de desvincular a 277 trabajadores de educación de la comuna, a tres días de Año Nuevo, generó que concejalas de izquierda exigieran un responsable político por lo ocurrido. Por el otro, a mediados de diciembre ya se habían encendido las alarmas cuando la jefa de gabinete de la alcaldesa de Emilia Ríos (RD), Valeska Ramírez, salió a relucir en el Caso Democracia Viva, por haber transferido más de 10 millones de pesos a la diputada Catalina Pérez.

En medio de este torbellino, y con fecha 12 de enero de este año, la Municipalidad de Ñuñoa emitió el Decreto 00015/2024, al que El Líbero tuvo acceso, en el que acepta la renuncia de Ramírez, hecha el 5 de enero, y que comenzaría a regir a partir del 15. En el documento presentado por la ahora ex jefa de Gabinete se señala que la decisión obedece a «razones personales y profesionales».

Hoy, cuatro días después, la misma Municipalidad de Ñuñoa dicta el Decreto 00017/2024 por medio del cual contrata a Ramírez para «desempeñar funciones en la Dirección de Seguridad Pública».

La contratación corre desde este lunes 15 de enero, misma fecha desde la cual se hizo efectiva la renuncia al cargo de jefa de Gabinete.

De inmediato surgieron críticas desde el Concejo Municipal de Ñuñoa y desde la propia municipalidad.

«Fondearla» o «recontratarla porque a lo mejor sabía mucho»

«Claro que tenían que fondearla, en alguna parte tenían que meterla. En principio, que Valeska iba a salir era un secreto a voces. Ella venía a los tropezones desde hace rato. Primero cuando se le vio vinculada al caso de la fundación Democracia Viva por unos depósitos a la diputada Pérez. Ella dijo que correspondía a un arriendo y que no tenía nada que ver, pero se vio vinculada. Luego vino el tema de los despidos de los profesores y obviamente ella algo tenía que ver porque era una jefa de gabinete muy especial, una especie de asesora directa de la alcaldesa, se les veía en una amistad muy férrea desde el principio», asevera el concejal Julio Martínez (UDI) al ser consultado por este medio.

«Ahora aparece esta contratación de hoy día que es sencillamente muy ‘cara e palo’, esto es simplemente una vergüenza», señala Martínez,

El concejal Germán Sylvester plantea otra lectura . «Desde mi mirada política, a la alcaldesa la presionaron para que la echara, después se dieron cuenta de que a lo mejor sabía mucho y tuvieron que volver a recontratarla», dice a El Líbero

«A lo mejor no les convenía que Valeska se fuera de la municipalidad porque sabe mucho y podría meter en líos a la gente que la rodea. Tal vez sabe mucha información de las transferencias en el Caso Convenios, de cosas que se hayan hecho en la municipalidad que a lo mejor no corresponden, en el tema de las campañas políticas, por ejemplo. En varios temas a mí la Contraloría me ha dado la razón», señala Sylvester.

«¿Qué hace una ingeniero civil industrial en una dirección de Seguridad Pública?»

De acuerdo con la información que figura en el portal Transparencia, Ramírez es ingeniero civil industrial.

Con base en su formación académica, el concejal Sylvester fue crítico en cuanto a la idoneidad de la ex jefa de Ganinete de la municipalidad para desempeñarse en la Dirección de Seguridad Pública.

«Cuando Ñuñoa está tan mal en materia de seguridad deberían traer a alguien con experiencia. Luego, la alcaldesa acaba de echar a un montón de profesores alegando que no hay plata y entonces para qué van a meter en Seguridad Pública a una persona que tiene cero experiencia», plantea Sylvester.

El concejal Martínez coincidió en esa misma crítica. «¿Qué sabe ella de seguridad? ¿Qué hace una ingeniero civil industrial en una dirección de Seguridad Pública de una municipalidad?», plantea.

«Se están burlando de los ñuñoinos. Algún cargo tendrán que darle, vamos a ver qué hace, porque no creo que la vayan a mandar de inspectora para que ande por las calles», agrega Martínez.

«No se entiende que la hayan dejado dentro de la Municipalidad»

Fuera de micrófono, personas vinculadas a la Municipalidad de Ñuñoa se refierieron a lo ocurrido y plantean la hipótesis de que ambos movimientos estaban planeados desde antes. Según esta perspectiva habrían usado la salida de Ramírez del cargo de jefa de gabinete para mitigar algún tipo de conflicto y finalmente fondearla. El objetivo sería «sacarla del vox populi», pero sin sacarla de la municipalidad.

«A ella la tenían que sacar, pero no solo por el conflicto de los profesores. La usaron como chivo expiatorio por lo de esos despidos, pero tal vez tenían que sacarla porque era el punto blando por lo de Democracia Viva, entonces podían aprovechar para liberar a Emilia, de cara a una probable candidatura a la reelección. Ahora no se entiende que la hayan dejado dentro de la municipalidad», señalan.

Además de la noticia dada por La Tercera sobre la transferencia de dinero hecha a la diputada Pérez, Interferencia también informo que fuentes vinculadas al Frente Amplio aseguraron que Ramírez había vivido en la casa que sirvió como primer domicilio declarado de la fundación Democracia Viva, ubicada en Ñuñoa.

Renuncia voluntaria en entredicho

Desde antes de que se supiera la noticia de la recontratación de Ramírez, los concejales Martínez y Sylvester había puesto en entredicho el tema de la renuncia voluntaria de la entonces jefa de gabinete.

Para Sylvester, «no pudo ser una renuncia voluntaria en medio de un clima tan hostil por el tema de los despidos de los profesores, más lo del Caso Convenios. Yo creo que está más vinculado a esto último».

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