Esta columna se escribe durante la tarde del miércoles 11 de octubre de 2023. Israel aún no lanza su ofensiva terrestre y quién sabe si lo hará, ya que depende de lo que pase en otros lugares y, por ende, de las necesidades que pueda llegar a tener en ese frente u otros. Por ahora han usado misiles, cohetes y su fuerza aérea para eliminar a los terroristas, su organización y logística. Recién se está terminando de conocer la magnitud y características del ataque de Hamas en la madrugada del sábado 7, el cual al más puro estilo de los antiguos bárbaros de antaño, mató, violó y secuestró violentamente a seres humanos, los que en su mayoría eran civiles judíos, incluyendo ancianos y niños.

Hamas tiene como propósito real, el eliminar al Estado de Israel y los judíos. Cualquier otra cosa que se diga no es verdad, pero también se debe decir claramente que, si bien es cierto que los integrantes de Hamas son palestinos, no todos los palestinos los apoyan en su actividad terrorista, y está por verse si se mantiene esa lealtad, si los siguen usando de escudos ante los ataques de la fuerza aérea israelita.

Israel desde que nace como Estado independiente en 1948 está en guerra. Está ubicado en un barrio muy complicado y por de pronto no pueden dar por seguro ninguna de sus fronteras, ni siquiera las que tienen con Egipto o Jordania, países que en un cerrar de ojos se pueden cambiar de bando debido a que tienen significativas poblaciones de origen palestino. De Gaza y Cisjordania ya sabemos dónde están parados respecto de ellos, y por el norte tiene a Hezbollah en el Líbano y los sirios en las Alturas del Golán. Irán es su gran oponente, y el que financia y equipa a todos sus rivales, y que los quiere borrar del mapa.

Israel no tiene profundidad estratégica, es decir, tiene a sus enemigos cerca, muy encima, lo que no le da mucho tiempo de reacción y es la base sobre la cual organiza su estrategia de defensa, la cual tiene que ser sólida con el objetivo de poder disuadir, o bien actuar en forma abrumadora en múltiples frentes cuando se requiere, como es la situación en la que está ahora o se sabe que los pueden atacar como lo han hecho en el pasado.

Los enemigos de Israel los atacan principalmente con cohetes o misiles, y de vez en cuando, con incursiones como las del sábado pasado. Dado eso, en simple, a Israel le bastarían un escudo protector con una efectividad del 100% (actual tiene del 90%), una logística que provea misiles y mantenga al escudo “cúpula de hierro funcionando” y que depende de su relación con EE.UU., cercos o rejas con sistemas de vigilancia y alerta mejorados de la versión que fue penetrada, y ciberseguridad e inteligencia de última generación.

Suena fácil, pero no lo es, ya sea porque las cosas fallan o las dirigen humanos, que también fallan, y es por eso que, junto a lo anterior necesita de fuerzas terrestres, navales y aéreas para resetear las condiciones cada vez que sea necesario. Por reset me refiero a eliminar o neutralizar las bases desde las cuales los atacan, y es lo que están haciendo en este minuto con Hamas en Gaza. El reset no es fácil dado que sus enemigos operan en centros urbanos altamente poblados, algo que hacen a propósito para limitar el accionar israelí, ya que a pesar de lo que se dice en la prensa, Israel busca minimizar el impacto a la población civil y cumplir con las leyes que regulan los conflictos armados.

Dicen que las guerras son la continuidad de la política por otros medios, y eso es muy correcto. Las deciden los políticos de turno si cuentan con la legitimidad y apoyo popular que requiere mandar a sus hijos e hijas al combate y aceptar que habrá caídos en combate. Hamas logró con su ataque barbárico que todo Israel se una detrás de un gobierno de unidad nacional con un gabinete de guerra para vengar las muertes de sus niños y ancianos, los secuestros de su gente y las violaciones de sus mujeres. El instrumento militar será el que ejecute las órdenes del gobierno, las que no existirían si no fuera porque el pueblo lo pide y exige. Las órdenes muy probablemente serán hacer un reset completo de todo el barrio en que viven y eliminar toda amenaza sea real o potencial, ya que la experiencia más reciente fue algo que les despertó los miedos y recuerdos más profundos, y porque está en juego la supervivencia de la nación, y por qué no, del pueblo judío, el pueblo elegido de Dios.

Experto en Defensa y Seguridad Nacional

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