“Si le gusta ver series en Netflix, va a tener que pagar el IVA”. Así de claro fue Felipe Larraín, Ministro de Hacienda. Hace una semana el Gobierno anunció que se incorporará la tributación en el mundo de la economía digital.
Los afectados: en el área del transporte de pasajeros, Uber; Airbnb en los servicios de alojamiento; Amazon y Aliexpress en el comercio; y Netflix y Spotify en entretención. ¿Cómo se implementará esta disposición? Por el momento no hay respuesta y Larraín confesó que se están evaluando diferentes alternativas, las que serán presentadas a más tardar en septiembre en el marco del proyecto de modernización tributaria. Una de éstas podría ser a través de un cargo a la tarjeta de crédito.
Netflix superó a Disney y es hoy la compañía de medios más valorada del mundo.
La discusión da para largo y hay voces a favor y otras en contra. Lo que sí está claro es que mientras en Chile el tema se analiza para “nivelar la cancha para las Pyme y que puedan competir en igualdad de condiciones”, según señaló Larraín, mundialmente Netflix se consolida como un fenómeno histórico y un punto de inflexión en el mundo de la entretención. Así lo afirma la última edición de “The Economist” en cuya portada remplazó el clásico letrero de Hollywood sobre las montañas de Los Angeles por el nombre de esta plataforma con un potente llamado: “The tech giant everybody is watching” (“El gigante tecnológico que todos están mirando”). Por su parte “New York Magazine”, en su edición especial dedicada al mundo de la televisión, afirmó “Netflix is watching you, too” (“Netflix también te está mirando a ti”). Dos enfoques para un prodigio del que no hay vuelta atrás.
El principal compromiso de esta plataforma es ofrecer un servicio de streaming de contenido multimedia on demand. Actualmente constituye por lejos la mayor productora de series, películas -supera a cualquier estudio de Hollywood- y documentales, entre otros, del mercado. Y si bien acumuló más de U$6 mil millones en deudas durante su expansión, en las últimas semanas su capitalización bursátil creció más de U$ 150 mil millones, superando a Disney y convirtiéndose en la compañía de medios más valorada del mundo.
Este año Netflix destinará más de US$8 mill millones a contenidos propios.
Cuenta con los mejores talentos en sus filas y un plan de inversión más que potente -este año destinará más U$8 mil millones a contenidos propios- y pese a que nació como un servicio destinado a los hogares y televisores, hoy su mirada está en los smartphones. En palabras de Ted Sarandos, jefe de contenido de Netflix, «todos los que tienen un teléfono cuentan con una pantalla y acceso a internet. Ese es nuestro mercado».
Su target también lo tiene claramente definido: hombres y mujeres, entre 18 y 49 años. Obviamente las excepciones existen, pero gran parte de los programas se caracteriza por guiones inteligentes que, de acuerdo con Express Writers, apelan al “escapismo” o “escapismo nostálgico”, como el caso de Stranger Things y su guiño a las las películas de los 80.
Al analizar la estrategia de Netflix queda claro que no existe improvisación. Los inicios se remontan a 1997 cuando ofrecía un sistema de arriendo de DVD por correo que mantiene hasta el día de hoy. Dos años después lanzó un plan de suscripción anual y el 2007 comenzó con el servicio on demand. Más adelante vino el gran salto: la generación de contenidos propios – y otras impensadas ideas como la de estrenar todos los capítulos de una temporada en un solo día-. Claramente cuentan con una mirada a largo plazo que le permitirá contar el 2020 con más de 200 millones de suscriptores y el 2028 con 300.
¿Seremos parte de esa cifra? Es de esperar que las reformas tributarias que propicia el gobierno no afecten la presencia de esta plataforma en nuestro país. Todo indica que el fenómeno de Netflix llegó para quedarse. Y Chile no puede estar fuera.