La guerra del mañana (2021) se acaba de estrenar en el catálogo de Prime Video y promete ser una de las películas de acción del año. Nada muy profundo, de acuerdo, pero sí una obra que entretiene y mantiene alerta a los más grandes de la familia.
Dirigida por Chris McKay con un guion de Zach Dean, la película se ambienta en la actualidad: familia común y corriente en un barrio residencial, padre científico y ex militar, madre profesional y abnegada y una hija pequeña brillante y tremendamente inquieta.
Un día, mientras celebran con amigos en la casa y ven en directo lo que se supone es la final del Mundial de Fútbol –donde evidentemente juega Brasil– todo cambia. En medio de una jugada de gol se abre un portal en el campo de juego y salen de él un grupo de militares fuertemente armados, dirigidos por una mujer que sin rodeos anuncia que vienen del año 2051 y que la humanidad está siendo aniquilada por una invasión alienígena. Básicamente, han logrado viajar al pasado para pedir ayuda urgente y así evitar la extinción.
Comienza así la acción. Semanalmente se recluta a miles de ciudadanos que saltan al futuro por 7 días para combatir… Muy pocos vuelven. La cacería alienígena es devastadora. Y le llega el turno a Dan Forester, nuestro protagonista interpretado por Chris Pratt, quien de forma abrupta es reclutado y alcanza fugazmente a despedirse de su mujer y su pequeña hija, como también un intento por recomponer la relación con su padre, un veterano de Vietnam que abandonó a su familia por los traumas de la guerra.
Cualquier mención al resto de la trama es susceptible a ser considerado spoiler y puede arruinar la acción.
Ahora bien, La guerra del mañana, pese a ser un filme de acción puro y duro, evidentemente entrega también una moraleja. Dan entiende, como muchos otros, que ese salto al futuro es seguramente sin retorno, aunque es necesario para intentar asegurarle a su pequeña hija un futuro esperanzador. El protagonista, como todo buen padre, está dispuesto al sacrificio con tal de salvar el futuro de quienes más quiere.
Los 140 minutos que dura la película pasan rápido. No hay escenas que sobren y los efectos especiales son de alta gama.
Panorama ideal para unas vacaciones de invierno en pandemia.
En Prime Video.
Trailer aquí.