Cocinando para tener sexo: ese es el título del libro de cocina de Rocky Fino, que no es un libro de cocina afrodisíaca. Es, más bien, un libro con un objeto claro. Y es verdad, o al menos él asegura que es verdad, que resulta. Parte con una pre introducción de su padre, que fue quien le enseñó a cocinar, y luego una introducción del propio autor en la que reconoce este hecho y lo justifica con: “ya que mi padre no me dio la apariencia de Paul Newman (por algo nos priva de ella en la foto de portada), para tener éxito con las mujeres me enseñó a cocinar”.

Es un libro lleno de humor, sencillo, entretenido y didáctico (con buenas imágenes de cada etapa del proceso), que parte con una breve lista de los utensilios necesarios en una cocina. Pocas recetas, no más de cincuenta, y todas orientadas a impresionar a la compañía femenina.

Organizadas como: La primera cita, La segunda cita, El cierre (un postre de chocolate con centro líquido), La aprobación de los amigos, La mañana después, y más, mucho más. Todas situaciones posibles de encontrar en una relación romántica.

Impresiona la preocupación por los detalles y el sentido común (y de conquistador) del autor. Ha pensado en todo, o en casi todo: los productos, los tiempos, las causas, las esperas, el vino, las sonrisas y el placer. Y además, sin privarse de recomendaciones y advertencias al margen, como la siguiente: “Si a tu mujer no le gusta el chocolate (el más sensual de los ingredientes de postre), puede que ella no sea la mujer para ti”.

La primera de todas las recetas se llama “Power play pucks”, bautizo que remite a una situación de ventaja que se da en el jockey –y que se busca con este plato- y también al puck, el tejo con el que se juega, que es semejante al ostión.

Su receta reza así:

Ingredientes

– 1 mango

– 6 ostiones de tamaño gigante (sin el coral)

– 1 ramito de perejil

– 3 cucharadas de leche

– 1 pizca de pimienta de cayena

– 1 cucharadita de aceite de oliva

Primer paso

Pele y corte el mango. Haga un puré esta fruta, la leche y la pimineta de cayena (use esta especie con moderación: mucha vuelve incomible el puré). Ojo con la cantidad de leche. Queremos una salsa gruesa y no muy licuada. Comencemos con poca leche. Siempre es posible añadir, nunca sacar.

Segundo paso

Caliente el aceite de oliva en una sartén no adherente. Dore los ostiones 2 a 3 minutos por lado. Si usa muy poco aceite en una sartén no adherente los ostiones obtendrán una cobertura marrón muy atractiva. Sobre la cocción de los mismos, estarán listos cuando su centro quede claro, como si estuviera casi crudo. Si los recuece se pondrán chiclosos y duros.

Tercer paso

Servir el puré de mango en un plato a temperatura ambiente. Poner sobre él los ostiones. Decorar con el perejil.

 

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*Este comentario fue publicado previamente en la revista La Cav.