La Comisión de Venecia en su paso por Chile, y su posterior informe, remeció las aguas de la Convención, sobre todo por el texto que alude a la posibilidad de que exista una tercera opción en el proceso constituyente. Señalan que como el plebiscito es «binario» -sí o no- depende de los actores políticos y la capacidad de llegar a alguna alternativa ante la opción de Rechazo.
El convencional y miembro del Colectivo del Apruebo, Fuad Chahin (DC), aborda en entrevista con El Líbero éste y otros temas, en donde propone, en caso de que gane el Rechazo, la conformación de “un grupo de expertos” para que trabajen en base al contenido que emane de la Convención.
-¿Cómo ve el escenario actual de la Convención?
-La Convención termina su trabajo el 4 de julio y ese trabajo se va a plebiscitar. Ojalá sea un muy buen texto que podamos aprobarlo y por mayoría. Si eso no ocurre, entonces hay que buscar una tercera alternativa, de manera independiente a lo que hizo la Convención, pero tomándola como base para cualquier texto.
-En ese sentido, ¿planea impulsar algo?
-Yo no estoy articulando una tercera vía, porque no me corresponde. Le corresponde al Congreso. Por eso es lógico que el Congreso sea quien esté discutiendo esto, porque ellos tienen esa facultad. Nosotros tenemos que estar concentrados en nuestro mandato.
-Ante un escenario que se imponga la opción del Rechazo, ¿qué implicaría? Usted ha sido enfático en señalar que no se puede seguir con la Constitución del 80.
-Si gana el Rechazo quiere decir que la ciudadanía nos dijo dos cosas: una, que no quiere la constitución del 80 y dos, que tampoco le gusta lo que se presentó. Todos los convencionales estamos preocupados de tener un texto que pueda ganar en el Apruebo y no me voy a desconcentrar de aquello.
«Sería mediante una comisión experta revisora. Este grupo lo conformaría personas elegidas por el Congreso, por el Ejecutivo y por universidades. Y este resultado se someta a otro plebiscito en un plazo de 6 meses.
-En ese caso, ¿qué otros caminos se pueden tomar?
-Lo primero es que si es que se rechaza y, ojalá no ocurra aquello, no nos podemos quedar con la Constitución del 80. Es lo que el país no quiere y ya fue categórico en eso. Por lo tanto, debería generarse un procedimiento para que en un plazo de 6 meses se pueda presentar una nueva opción para que reformule el texto. Esto sería mediante una comisión experta revisora. Este grupo lo conformaría personas elegidas por el Congreso, por el Ejecutivo y por universidades. Y este resultado se someta a otro plebiscito en un plazo de 6 meses.
-Si bien es cierto la Comisión de Venecia abrió el debate, hay gente que dice que esto estaba zanjado de antemano (el que no siga el texto del 80). ¿Qué piensa al respecto?
-Esto se discutió con la ley 21.200 que estableció la reforma constitucional que regula el proceso constituyente. Cuando se vio el artículo 142 con dos opciones: continuar la Constitución del 80, y otra que defendió particularmente el Presidente Boric. Incluso, presentó una indicación que si ganaba el Apruebo en el plebiscito de entrada era una declaración del pueblo de Chile de que quería dejar atrás la Constitución del 80. Por lo tanto, con eso no iba a ver Constitución del 80. Y si luego ganaba el Rechazo en el plebiscito de salida era un rechazo al texto propuesto, pero no que nos quisiéramos quedar con la Constitución del 80 porque eso quedó zanjado en el plebiscito de entrada.
-¿Cómo vislumbra el futuro del proceso convencional?
–Mis energías están en ver cómo sacar el mejor texto constitucional posible en un ambiente que no es fácil, pero que es la obligación ética y política.
Increíble que el entrevistado haga esta propuesta: que si el mamarracho constitucional que están redactando es rechazado, igual se tome como base para hacerle modificaciones. El plebiscito de salida tiene dos opciones claras y definidas: se aprueba el texto de la CC o se rechaza, en caso de rechazo sigue vigente la actual CPR. ¿De donde se sigue que haya otras opciones?