Apenas comenzó marzo el convencional Rodrigo Rojas Vade volvió a revolucionar las redes sociales, esta vez no con una polémica confesión, sino con el anuncio de retomar sus funciones en la Convención que prepara un proyecto de nueva Constitución.
Luego de revelarse que no padecía cáncer -uno de los «atributos» que usó durante su campaña a convencional-, Rojas Vade desapareció del ámbito público.

Y a pesar de que no ha participado en el órgano redactor desde el pasado 3 de septiembre, ha recibido todos los meses su sueldo.
El anuncio de su regreso provocó alegría en unos pocos.

Pero en la mayoría provocó indignación. Su aparición se transformó en otra razón más de desprestigio a la Convención y lo que salga de ella.

El primero en salir a criticarlo fue el empresario Rafael Garay, quien dijo sentirse estafado. Pero bueno, el que esté libre de pecados que tire la primera piedra.

El repudio transversal que provocó el anuncio de Rojas Vade lo hizo desistir de volver a ejercer como convencional. Lo último que se ha sabido de él es que se encuentra muy preocupado por la guerra en Ucrania. A través de sus redes sociales ha difundido distintos afiches con rifas para poder reunir plata y así ayudar a los refugiados que huyen de la invasión rusa. El destino final de lo reunido es algo que aún está en duda.
