“Es que si usted no nos casa, mi novio se puede arrepentir…”. Esa sería la mirada tragicómica del paro del Registro Civil, pero no estamos para humor. La huelga ilegal ya ha dejado pendiente los trámites a más de medio millón de chilenos. Tampoco fue divertido el que cerca de 70 mil compatriotas se vieran afectados por la huelga ilegal de los funcionarios de la Dirección General de Aeronáutica, en Fiestas Patrias.
Y acostúmbrese. Durante este gobierno ha habido, en promedio, una paralización ilegal al mes en los servicios públicos del Estado (que obviamente no gozan de competencia). Y el futuro no se ve mejor. Sólo hasta marzo próximo se llevarán a cabo nueve negociaciones colectivas en servicios estatales que podrían impactar nuestro diario vivir. Entre ellos BancoEstado Corredores de Seguros, Correos de Chile y EFE (filial Fesur).
Si bien pueden ser atendibles y legítimas las razones de los trabajadores del sector públicos, ¿quiénes son las víctimas directas de estos paros? Millones de ciudadanos de a pie a lo largo de Chile. ¿Y quién nos defiende? Le voy a contar algo…
¿Conoce, le suena la palabra Sernac? ¡Cómo no! Si es el terror de las empresas y el superhéroe del consumidor. Su nombre está en todas partes. Siempre creando noticia; y siendo fuente obligada para toda nota de consumo. ¿Y por qué el súper Sernac no nos ha defendido de los múltiples malos ratos que hemos tenido que pasar con tanto paro? Simple… no le compete andar oficiando a los servicios públicos.
Pero, y aunque usted no lo crea, sí existe un “Sernac” para velar por nuestros derechos vulnerados por parte de organismos del Estado. Se trata de La Comisión Defensora Ciudadana (CDC), organismo asesor de la Presidenta de la República, y que colabora en la defensa, promoción y protección de los derechos de las personas ante acciones u omisiones de los 341 Servicios dependientes de la Administración Central del Estado. Y es más, depende de la Segpres, o sea, del propio ministro Nicolás Eyzaguirre. ¿Otro dato?, no es que no la conozca porque se creó recién. Sino que ya es toda una adolescente de 14 años ¡Sí!, fue creada en 2001.
Como no podía creer que teníamos a otro superhéroe contra los abusos –esta vez públicos- hice el ejercicio ciudadano: En el Sernac tienen claro que existe este primo hermano medio escondido y para allá me derivaron. Sorpresa. Contestan el teléfono, tiene página web, método de solicitud de reclamos, etc…
Entonces, la pregunta es: ¿Por qué la CDC no está por estos días en los matinales de televisión, en columnas de opinión, cartas al director, crónicas y entrevistas, explicando y orientándonos para hacer valer nuestros reclamos ante la falta o mala atención de servicios públicos?
Porque si una línea aérea (privada, por cierto) publicita pasajes a costo cero, la velocidad y eficiencia del Sernac sorprende. Se encienden los flash y todo Chile sabe de las medidas que tomará el organismo en favor de los consumidores (bien por lo demás).
Entonces, si se actúa tan eficientemente con las empresas, ¿por qué no vemos el mismo entusiasmo y publicidad con la CDC?, ¿es esa la igualdad que busca el Estado y actual gobierno? Se grita a los cuatro vientos cuando el abuso es de una empresa; pero el extremo bajo perfil cuando lo es de un organismo estatal, abisma. No pues, así no avanza Chile. ¿De qué equidad se habla?, el presidente de la CDC, Rodrigo Mora, debiera estar agotado de tanta entrevista que debiera estar dando para calmar y dar solución a los miles de perjudicados por los paros. Era y es su minuto de gloria comunicacional.
Pero no. En vez, salen otros voceros. Como la ministra de Justicia, Javiera Blanco, que se ha mostrado indignada. Hasta llegó a decir que “el diálogo se acabó” con el paro de los gendarmes. O el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, quien dijo “los paros de las instituciones públicas son ilegales en Chile. Ese (gendarmería) es un paro completamente ilegal”, pero nunca nada referido a la defensa del ciudadano, a entregar soluciones.
Uno podría pensar que hay mala intención al no hacérsele propaganda a este organismo, pues los temas ciudadanos nos interesan y afectan a diario, pero es preferible lanzar un guante: ¿Por qué no fortalecer y sacar a relucir a La Comisión Defensora Ciudadana, en vez de seguir creando figuras –como el famoso Ombudsman (Defensor del pueblo) prometido por la Presidenta Bachelet en su última cuenta pública, y que si bien es muy necesario, corre el peligro de ser creado para caer en el anonimato? Partamos por darle vida, mucha vida, a lo que ya existe.
Rosario Moreno C., Periodista y Licenciada en Historia UC.
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