A dos meses para realizar los comicios internos del Colegio de Profesores la dirigencia del gremio está inmersa en una cruzada para que en 2020 no haya clases presenciales. Las elecciones son el 25 de noviembre, y de acuerdo con el Comité Electoral Nacional se tomarán las mismas previsiones que el Servel determinó para el plebiscito. Existen 6 listas de candidatos que disputarán los 9 cargos del Directorio Nacional, y también se elegirán directorios regionales y comunales. 

Hay tres particularidades en esta elección: la primera es que dirigentes históricos como el actual Presidente Mario Aguilar o su predecesor Jaime Gajardo tendrán que dejar el mando por un cambio en los estatutos del Colegio que establece que quienes ya hayan pasado dos períodos siendo parte de la Directiva no pueden volver a postular. Es el caso de seis de los once profesores que forman parte de la actual mesa y que quedarán fuera, incluyendo también al actual secretario general Darío Vásquez. Otro cambio con respecto a la directiva, por la modificación de los estatutos, es que ahora se compite por nueve plazas y no por once, como se acostumbraba.

El segundo hito de este proceso es que la llamada «disidencia» que destronó a Gajardo,  militante del Partido Comunista que dirigió el magisterio por nueve años, se separó. La lista “Disidentes Unidos” que se consolidó luego de las movilizaciones de los profesores en el año 2015 por el Proyecto de Carrera Docente ahora corre por dos carriles distintos. Y el tercer punto es el desorden financiero en el que se encuentra envuelto el gremio. Una auditoría encargada con la llegada de Aguilar halló la existencia de un déficit económico por $3.400 millones, que tres años después y luego de la venta de activos del Magisterio ronda los $1.200 millones, situación que ha provocado retraso de años en el pago de las cuotas mortuorias.

La división de la disidencia

Por un lado está “Los profesores despertamos, Chile despertó”, que representa la continuidad de la administración de Mario Aguilar y que encabeza Carlos Díaz, actual presidente metropolitano del colegio. Este grupo lo integran el Movimiento por la Refundación -dirigido por Aguilar- y el Frente Radical de Trabajadores de la Educación (Frate). Además, Díaz, al igual que Aguilar, milita en el Partido Humanista.

Y por el carril del lado, la otra lista de la ex disidencia es “Arriba Profes de Chile: con autonomía y dignidad”, liderada por Eduardo González, el actual protesorero del Colegio. González representa al Movimiento por la Unidad Docente (MUD) e hizo alianza con el Movimiento Amplio por un Nuevo Colegio de Profesores y Profesoras, a cargo de Darío Vásquez.

El actual secretario general del gremio explica que para las elecciones de 2016  interpretaron bien el sentir de los profesores “frente a una conducción que no daba cuenta de las necesidades que estaba planteando el magisterio” al extremo que de los 11 dirigentes que se elegían en esa ocasión, lograron 8 representantes. 

“En la lista anterior fuimos juntos Refundación, el MUD y nosotros como Movimiento Amplio. Esos eran los tres grandes grupos, pero a poco andar tuvimos diferencias internas con respecto a cómo se conduce. Tanto en el MUD como en el Movimiento Amplio planteamos que el trabajo debe ser siempre colectivo. La política y los acuerdos los construimos entre todos, entendiendo que siempre hay un vocero que tiene que ser la cara pública de la organización, y creo que eso no ocurrió en general. Ha habido mucho personalismo en el accionar del gremio durante estos tres últimos años”, resume Vásquez. 

Díaz, por su lado, subraya que la disidencia se dividió en partes iguales. Sostiene que dos movimientos quedaron en una lista y otros dos quedaron en otra, pues ellos además de tener el respaldo de Refundación van también apoyados por el Frate.

“Nosotros somos una organización democrática y legítimamente tenemos la opción de ponernos de acuerdo en función de armar listas y estas se pueden desarrollar de forma unitaria, como en forma separada. El cambio en el sistema de votación también incentivó el que se tuvieran que llevar adelante listas en este tenor y que la disidencia vaya esta vez en dos listas y no en una sola”, explica Díaz. El Presidente Metropolitano del Colegio de Profesores le quita peso a la separación y afirma que de llegar a ser electos lo importante es “trabajar en unidad por los intereses del profesorado. Más allá de la lista que represente cada uno”.

Lista PC busca acercar el Colegio a la CUT

Hay más agrupaciones en disputa por la organización con más afiliados en el país. La carta del Partido Comunista para recuperar el feudo que Aguilar les arrebató es Paulina Cartagena, vicepresidenta del regional metropolitano del magisterio. Su lista se llama “Fuerza y Unidad Docente Ahora: Con todas y todos al Colegio”. En una entrevista con Radio Universidad de Chile, Cartagena afirmó que buscarán establecer lazos con agrupaciones con las que históricamente han estado en sintonía, como la Central Unitaria de Trabajadores (CUT): “No basta con tener la simpatía de la ciudadanía, para nosotros lo importante también tiene que ver fuertemente con la unidad con el resto de los trabajadores”.

Esto porque con la llegada de la actual directiva, por decisión de la Asamblea Nacional, se congeló la participación del Colegio de Profesores en la CUT, pues tanto Díaz como Vásquez coinciden en que la organización no es transparente en la rendición de cuentas. Incluso, con los nuevos estatutos, está abierta la posibilidad de que el Colegio de Profesores pueda adscribirse a otra central de trabajadores.

Por la izquierda, también busca ganar la representación del gremio “Tenemos historia, construyamos un Colegio Mejor”, encabezado por Alfonso Godoy, que hasta 2017 presidió la regional del Colegio en Valparaíso. Si bien Godoy se identifica con el Partido Socialista, asegura que “desde hace muchos años yo dejé de participar como militante dentro del gremio”, y por tanto no representa ninguna disciplina partidaria. 

“Nos juntamos un grupo de dirigentes que tenemos vasta experiencia en el ejercicio de responsabilidades directivas en el Colegio de Profesores, de distintas partes del país, para intentar recuperar el gremio y sacarlo de la profunda y grave crisis en la que cayó en los últimos años. El Colegio empezó en años anteriores a perder absolutamente su autonomía, de tal manera que cuando los delegados nacionales íbamos a las asambleas nacionales, por ejemplo a definir si había o no paro, la decisión con día y hora ya había salido en los diarios. Eso significaba que esas decisiones se estaban tomando fuera del Colegio de Profesores”, reclama Godoy.

Hay también una lista regional, integrada por dirigentes de la III y la VIII Región llamada “Colegio de Profesores y Profesoras de Chile, Autónomo y con Dignidad”, liderada por el primer vicepresidente del regional de Concepción, Guido Orellana Fuentes.

La alternativa de la derecha es “Fuerza Gremial Docente”, encabezada por la dirigente Verónica Monsalve, quienes buscan “activar nuevamente la confianza en el Colegio de Profesores para que los colegas vuelvan a colegiarse, que el profesorado confíe en quien asuma la nueva directiva y no sigamos con estas condiciones de tipo político que a nada han llevado a la institución. Lo otro es aprovechar el patrimonio que tiene el Colegio, que no significa menoscabar los beneficios del profesorado, sino obtener algunas condiciones económicas para ir recuperando y respondiendo a las deudas que el Colegio de Profesores tiene en este momento”.

Si bien los representantes de todas las listas consultadas reconocieron su inclinación política, los cuatro separaron su accionar gremial de su rol político-partidista. Y todos marcaron distancia entre el gremio y los partidos políticos.

Se prevé que las elecciones se realicen pese a las condiciones de la pandemia, en vista de que el proceso originalmente debía llevarse a cabo el 27 de noviembre de 2019, pero fue suspendido debido a la sucesión de protestas que hubo en el país tras el 18 de octubre, en las que el Colegio jugó un rol protagónico debido a su participación en la Mesa de Unidad Social. Los comicios entonces debían realizarse el 25 de marzo de 2020, pero la llegada del Covid-19 al país nuevamente cambió los planes. 

“Cada movimiento social que ha habido le ha sido muy beneficioso al Presidente actual, que no quiere dejar el cargo al dirigir grupos importantes de activismo. Tengo que decir, responsablemente, que no es una representación gremial. Ellos están haciendo activismo en un momento donde el país está convulsionado y que tiene problemas en el aspecto social. Debido a esto se suspenden las elecciones y se aplazan”, opina Monsalve. 

Alrededor de 50.000 personas están habilitadas para participar en los comicios. Vásquez admite que “es de esperar que no vayan todos a votar”, debido a que se trata de elecciones presenciales. “Uno puede augurar, ojalá no pase, que va a haber menos votación, eso es una cosa natural, la gente tiene miedo. Nosotros no estamos exentos de las dificultades que tiene la sociedad chilena, por lo tanto, hay un problema real desde el punto de vista de la elección que podría beneficiar a algunos y perjudicar a otros, pero es aventurado decir a quién”, admite el secretario general del Colegio.

El drama de las cuotas mortuorias

El déficit financiero del magisterio se manifiesta a través del pago de las cuotas mortuorias, un beneficio para sus afiliados que puede llegar hasta las 80 UF (alrededor de $2,3 millones) para solventar gastos funerarios que se financia con el 40% de la cuota mensual de la cotización de los docentes. Los profesores activos deben cancelar el 1% de su salario, mientras los jubilados pagan el 0,5% de sus ingresos. 

Vásquez explica que “hace muchos años se viene arrastrando un problema financiero con respecto a la cuota mortuoria”, y enumera las que a su juicio son las tres razones que han provocado el problema. “La primera es que con el 40% de la cuota del afiliado ningún profesor en todos sus años de pertenencia al gremio, pagando su cuota, alcanza a cubrir el valor de lo que se le paga a la familia”. Apunta como un agravante que si un profesor, estando activo cotiza $10.000 mensuales, cuando pasa a pensionarse eso puede caer hasta $2.000 lo que merma los ingresos de la organización. 

La segunda razón es que a través de los años, sostiene, ha ido bajando el número de afiliados, “porque los colegas nuevos no ven a nuestra organización como la organización que los representa”; y el tercer elemento es la “proliferación de los colegios particulares subvencionados”, ya que a su juicio, los docentes que entran al sector privado no se colegian para no entrar en conflicto con su empleador. 

Carlos Díaz, aspirante a presidir la Directiva Nacional, dice que había una tardanza de cuatro años en el pago de este beneficio. “Ahora eso se ha rebajado también y estamos a poco más de seis meses de retraso, pero sigue habiendo retraso, en ese tenor nosotros creemos que lo que se ha venido haciendo es absolutamente clave para seguir desarrollando un trabajo que vaya en la línea de sanear la economía de la organización”. Esto es eliminar la figura de los “asesores” que tenían los dirigentes, no descartan la posibilidad de seguir vendiendo otros bienes del gremio, hacer una fuerte campaña de colegiatura y “sobre todo no se malgastan los recursos y hay un cuidado especial por ello”.

No obstante, para Godoy y Monsalve la situación es mucho más crítica. El dirigente de Valparaíso afirma que desde la gestión de Gajardo, hubo una “política de despilfarro e irresponsabilidad”, lo que se acentuó con el actual mandato. Además, dice, “los dirigentes nacionales empezaron a buscar privilegios económicos por sobre el honor de ser dirigentes. Se fijaron remuneraciones ellos mismos que fueron aumentando cada vez más y hoy los principales líderes del Colegio de Profesores ganan dos o tres veces lo que un profesor con horario completo gana en el sistema educacional”. 

Por ejemplo, el Presidente de la directiva recibe para sus gastos $2.462.372; el Secretario General $2.178.166; el Tesorero y la 1° y 2° Vicepresidencia $2.087.221. Godoy asegura que hasta hace tres años, cuando él presidía el regional de Valparaíso, les alcanzaba con $45.000 mensuales para pagar el celular y los pasajes, en caso de tener que viajar.

“Nosotros tenemos claro que el Directorio Nacional está gastando en el año dos o tres veces más de lo que el estatuto le indica que debiera gastar. No estamos de acuerdo con dejar pasar tranquilamente esta cantidad de cuotas mortuorias, que creemos que es mucho más de lo que el Presidente ha revelado. Según informes de las comisiones revisoras de cuentas del año 2017 y 2018, se vendieron propiedades por más de $1.300 millones. No tenemos información de en qué se gastó eso, no debiera existir tanta cantidad de deuda de la cuota mortuoria, pero existe y creemos que es de lejos más de $1.000 millones. Eso se produce porque hay un deterioro ético y un deterioro en el uso de las finanzas”, cuestiona Godoy.

Monsalve coincide es que este es un drama que se viene arrastrando desde la administración de Gajardo. “Es resultado de la mala gestión que toda esta gente ha realizado. Por qué hacen mala gestión: porque se dedican a actividades extra gremiales, extra sindicales, generando un costo al Colegio de Profesores. El gremio, con mayores afiliaciones y con mayores recursos, va gastando hasta llegar a los déficits que actualmente existen. Es un cúmulo de malas acciones y malas gestiones que se van pasando de período en período”.

Lejos de los partidos, pero cerca de la política

Monsalve, de Renovación Nacional, es crítica del activismo político que ha tenido Aguilar en el último tiempo porque considera que daña la institucionalidad del Colegio. “No deberían haber contaminado tanto los sindicatos y los gremios. En lo personal uno puede tener una identificación política, pero no utilizar al gremio o al sindicato para hacer un partido político más”, ya que, dice, 50% del profesorado es independiente y solo apoya a la dirigencia en el sentido gremial. Además, argumenta que por este tipo de posiciones se dejan de lado los verdaderos intereses de los docentes, como por ejemplo, solventar el problema de la deuda histórica.

“Yo reprocho al presidente actual que tome el nombre del profesorado en general y lo asocie con una de las dos propuestas que hay en el país en cuanto a la Constitución. Tiene que respetar, lo que personal e individualmente, cada profesor quiere. Estas son las cosas que hacen que los profesores salgan del Colegio y provoca daños a la legitimidad del gremio”, opina la profesora que encabeza la “Fuerza Gremial Docente”.

Para Godoy, de “Tenemos historia”, el desprestigio o la desconfianza interna tiene mucho que ver con lo planteado por Monsalve. “No hablamos de deslegitimar la importancia que tienen los partidos políticos en la sociedad democrática, pero las decisiones del gremio se deben tomar dentro del gremio usando los caminos democráticos que nosotros mismos establecimos. Como gremio no somos opositores, ni partidarios de ningún gobierno. Tenemos el carril de la organización y la reivindicación social legítima. Respetamos la existencia de los partidos, agradecemos la importancia que le puedan dar a nuestras luchas, pero a los partidos le vamos a exigir que nos respeten”. 

Por su parte, Vásquez destaca que “Arriba Profes de Chile” está conformado por dirigentes jóvenes y otros más experimentados y dice que su propuesta se orienta a “preocuparse de la educación en concreto, resolver los problemas que afectan el ejercicio de la profesión docente, e impulsar un gran movimiento pedagógico en el país”.

El actual secretario general del Colegio aclara que si bien los que forman esta lista, en su mayoría, no son militantes de partidos políticos, sí son militantes de la izquierda. «Todo se hace en función de la política, el sistema escolar que existe en Chile es producto de la política, por lo tanto, nosotros lo que hacemos es una labor educativa hacia nuestros colegas en las escuelas y nunca rehuimos el tema político. Nosotros queremos que nuestros colegas actúen en política”. 

Desde la lista “Los profesores despertamos, Chile despertó”, Carlos Díaz asevera que un “tema central es mantener la autonomía respecto de los partidos políticos”. Sin embargo, no comparte la visión de que el rol activo que ha tenido el Colegio en el último tiempo en los llamados a protestar sea una causa para que los docentes rehuyan a la colegiatura. “Diría que al contrario. En el tema del paro y las movilizaciones que hemos tenido hubo mucha gente que se colegió, se incorporó, ingresó. Es fundamental que la gente vea un gremio que está fortalecido, respaldado, que tiene opinión respecto de las cosas que ocurren. No vivimos en una isla ni somos agentes externos de lo que está pasando en el país. No tener opinión habría sido lo peor que podría haber ocurrido. Claramente tenemos opinión porque somos educadores y agentes sociales”.

Deja un comentario

Debes ser miembro Red Líbero para poder comentar. Inicia sesión o hazte miembro aquí.