La Presidenta Michelle Bachelet tomará hoy en la noche el avión con rumbo a La Habana para realizar una visita oficial al régimen de Raúl Castro, en medio de cuestionamientos por la real utilidad de su viaje.

El canciller Heraldo Muñoz justificó la visita oficial de dos días por el interés comercial con la isla, pese a que para el comercio de Chile representa el 0,05% de sus exportaciones, y el intercambio comercial entre enero y septiembre de 2017 sumó US$21 millones.

Pocos días antes del viaje, la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (Juventud LAC) promovió un proyecto de acuerdo en el Senado y en la Cámara de Diputados, firmado por parlamentarios del oficialismo y la oposición, que le pide a la Mandataria manifestar “el rechazo de nuestro país a las sistemáticas violaciones a los derechos humanos, sufridas por grupos opositores a la dictadura cubana”.

También instan a Bachelet a “reunirse con un grupo de disidentes cubanos y otras organizaciones de la sociedad civil, como lo han realizado otros mandatarios del continente”.

El texto fue presentado por el senador Patricio Walker (DC), y contó con el respaldo de sus colegas Alejandro Guillier, Rabindranath Quinteros, Francisco Chahuán, Manuel Antonio Matta, Hernán Larraín, entre otros.

Walker ha sido un activo defensor de los derechos humanos en Cuba desde hace años y, en conversación con “El Líbero”, aborda el segundo viaje de la Mandataria a la isla. También analiza la crisis de la DC, que gatilló la renuncia de una treintena de militantes destacados, incluida la ex ministra Mariana Aylwin.

– ¿Cómo surgió la idea del proyecto de acuerdo en el Senado?

– La idea es hacerle presente a la Presidenta que en su viaje a Cuba pueda reunirse con algún líder de la disidencia, por ejemplo, las Damas de Blanco, para que se sientan apoyadas, que puedan expresarle sus puntos de vista respecto de la persecución que son objeto de la dictadura cubana. Apunta en la línea de apoyar a las personas que sufren violaciones a los derechos humanos. En esa misma línea, respetando la facultad de la Presidenta, sería optimo que se juntara con la disidencia cubana.

– ¿Cuál es su opinión sobre el viaje a La Habana de la Presidenta?

– Es un tema que tiene que evaluar la Presidenta. Creo que celebrar tratados de libre comercio con dictaduras no implica otorgar un certificado de buena conducta en materia de derechos humanos. Por eso Chile tiene TLC con China, tratados con Vietnam, acuerdos con Cuba, y lo importante es que esos tratados siempre son positivos, porque no podemos castigar a la población por los errores de las dictaduras que gobiernan. Por eso hemos condenado el embargo económico a Cuba. Tenemos una sola línea. Ahora, desconozco cuáles pueden ser los intereses comerciales que puedan justificar esta visita, pero probablemente el canciller y la Presidenta habrán evaluado esos elementos. Personalmente, no conozco cuál puede ser la utilidad de este viaje, pero es algo que no me corresponde evaluar.

– Las exportaciones a Cuba representan el 0,05% del comercio internacional de Chile. ¿El viaje es por razones comerciales?

– Es muy bajo el comercio, pero reitero que no entiendo cuál puede ser la utilidad de este viaje.

– ¿Cuál es su mirada sobre la crisis que enfrenta su partido?

– La reflexión la haré en la Junta Nacional, pero no soy partidario de que se sancionen a personas que han expresado su legítimo punto de vista.

-¿Qué opina de la salida de algunos militantes emblemáticos?

-Una pena, muy lamentable, pero están en su legítimo derecho.

-¿Cómo sale la DC de esta crisis?

-Sincerando las diferencias, los puntos de vista, reflexionando muy a fondo en los temas que nos unen y nos desunen, y si hay acuerdo sustantivo podemos seguir trabajando juntos y eso es lo que se empezará a definir en la Junta Nacional.

-¿En qué coalición política ve a la DC?

-Ahora no tiene sentido hablar de coalición, es momento de que el partido se pueda perfilar.

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