«Creo que les molesta la agenda del gobierno, pero la herramienta para eso es ganar la siguiente elección presidencial y poner el ministro de Educación que les guste». Así analiza la jefa de la cartera, Marcela Cubillos, las críticas que ha recibido en su contra por parte de la oposición y el anuncio de una acusación constitucional en su contra.

El tema lo abordó en entrevista con la periodista Pilar Molina en «La Mirada Líbero en radio Agricultura». Sobre las razones y el tiempo en que representantes del Partido Socialista llevan señalando que presentarán el libelo, la ministra señala: «Cuando hay una causal clara se presenta una acusación, pero aquí llevan cuatro meses, como si primero hubiesen tomado la decisión de acusar y luego, en el camino, ver las razones».

-¿Usted considera que, al final, la ministra Cecilia Pérez le hizo un flaco favor al pretender defenderla? Porque terminó criticando al PS y eso generó que la oposición se uniera para una eventual acusación constitucional en su contra.

-La ministra no dijo nada distinto de lo que dijeron algunos dirigentes del Partido Socialista en el minuto en el que estalla el escándalo de las elecciones internas. No dijo nada diferente e incluso más suave que muchos socialistas en ese momento.

-La diferencia es que la ministra hace una acusación institucional del PS, en cambio, cuando dirigentes como Marcelo Díaz hablaban de vínculos del narcotráfico eraccon ciertas personas.

-No es tan así. El propio Marcelo Díaz dice «el Partido Socialista tiene un problema, se tiene que hacer cargo, lo tiene que solucionar». Por lo tanto, creo que ella no dijo nada diferente. Y llama la atención lo delicados que son algunos frente a declaraciones como esas que son iguales a las que se habían hecho antes.

Algunos creen que las leyes que dictan en sus gobiernos tienen que quedar para siempre y que el gobierno siguiente no tiene derecho a tratar de cambiarlas».

-El hecho que el Partido Socialista no pudiera cumplir su promesa el miércoles para presentar el libelo en su contra, ¿es algo a favor suyo?

La primera vez que leo algo sobre que querían presentar una acusación creo que es como en abril. Llevan cuatro meses anunciando una presentación de acusación y creo que las cosas son distintas. Cuando hay una causal clara se presenta una acusación, pero aquí llevan meses, como que se hubiera tomado primero la decisión de decir “vamos a acusar y después en el camino veremos de qué acusamos”.

-De hecho, en junio el Partido Socialista anunció que había puesto a un grupo de abogados para ver la viabilidad de una acusación. En esa época era el paro de los profesores.

-Y antes era el tema de la implementación del Sistema de Admisión Escolar, y como está funcionando perfecto, ahora se cambia… He leído distintas especulaciones sobre lo que podría haber atrás de la acusación. Algunos dicen que es más bien un motivo electoral movido por algunos senadores del Partido Socialista, otros que es Historia, un diputado decía que “la acusación es para sacarla porque no debería estar en el ministerio”. Cuando no hay fundamentos claros se permite esta cantidad de especulaciones.

-Pero claramente hubo una mayor energía en contra suya de parte del PS después que usted salió dentro de las figuras mejor evaluadas en la encuesta CEP. ¿Puede ser un objetivo electoral si, además, se dice que usted podría competir por una senaduría en la Región Metropolitana? ¿Le interesa una senaduría y competirle a Carlos Montes del PS?

No me gusta pensar que detrás de una herramienta como esta hay especulaciones de ese tipo. He leído en diarios que más bien esto estaría empujado por senadores de Partido Socialista más que por los diputados. Pero no quiero pensar que esa es la motivación.

-¿Y usted está mirando efectivamente algo electoral?

-Como dice cualquier político: estoy 100% focalizada en el trabajo que estoy haciendo en el Ministerio de Educación.

He leído en diarios que más bien esto estaría empujado por senadores de Partido Socialista más que por los diputados. Pero no quiero pensar que esa es la motivación».

-¿Le hace peso la sombra de la destitución de Harald Beyer? Todos saben que es un experto en educación, nunca se le probaron las imputaciones, pero lo destituyeron. Y lo dejaron 5 años fuera de cargos públicos, que ese sería el objetivo si hay un afán electoral…

-Cuando no hay una causal clara en cuatro meses empiezan las especulaciones. Como decía, un diputado planteaba que yo no debería estar en el ministerio ¿en base a qué? Es como si no tuviéramos derecho a gobernar, como que no tuviéramos derecho a levantar una agenda, que les molestaran los proyectos que presentamos o las ideas que tenemos. Siento que es más bien una molestia con la agenda que hemos levantado, con las causas que hemos defendido. Como las leyes para reponer el mérito y que efectivamente los papás tengan derecho a elegir; que mi primera ley haya sido para sacar la violencia de los colegios; o que estemos diciendo “vamos a gastar los recursos más en la educación parvularia que en la universitaria». O sea, hay una agenda que les molesta, pero es lógico que cuando se gana el gobierno se tenga un ministro de Educación que calce con el programa de gobierno que ganó. Creo que les molesta la agenda, pero la herramienta para eso es ganar la siguiente elección presidencial y poner el ministro de Educación que les guste.

-¿Pero la oposición tiene un punto al decir que como usted ha sido contraria al diseño de la reforma educacional le objeten como la está aplicando? Acusan que ha tratado de boicotear el Sistema de Admisión Escolar…

-Algunos creen que las leyes que dictan en sus gobiernos tienen que quedar para siempre y que el gobierno siguiente no tiene derecho a tratar de cambiarlas. Aquí no se legisla de una vez para siempre, porque si no, en qué consiste gobernar. Por supuesto que las leyes que heredamos se cumplen y al pie de la letra, pero cambiar leyes que nosotros estamos viendo que producen efecto nocivos o malos en educación, tenemos todo el derecho de hacerlo. Y yo tengo la obligación de implementar el SAE y lo hemos hecho de manera tan perfecta que hoy día, en el norte, cerca del 70% de las postulaciones están hechas y el proceso termina el 10 de septiembre. Y en la Región Metropolitana ha postulado más del 60% en un par de días. Estamos obligados a implementar las leyes, pero también tenemos derecho, conforme a nuestra agenda, a tratar de reformarlas. Y al revés, por ejemplo, en gratuidad lo único que nos piden es cambiar la ley que diseñó la Educación Superior, los rectores dicen que nunca participaron en el diálogo. Entonces, hay algunas leyes que ellos hicieron que quieren que seamos muy proactivos en cambiarlas y hay otras como que ni siquiera tuviéramos derecho a plantear sus reformas. Se pueden implementar las leyes y querer hacerle cambios y a uno se le juzga por cumplir la leyes, no por el grado de opinión o cuán entusiasmada uno está con una ley que heredó.

El gobierno anterior hizo muchas reformas que no solo no nos gustan a nosotros, no le gustan a la ciudadanía, por eso no los eligieron. Por eso el Presidente ganó con el apoyo que ganó».

-¿Dónde está la línea en implementar una ley que a uno no le gusta? A usted la acusan de desacreditarla.

-El gobierno entero estamos aplicando leyes que no nos gustan, en materia laboral, tributaria, eduacional. El gobierno anterior hizo muchas reformas que no solo no nos gustan a nosotros, no le gustan a la ciudadanía, por eso no los eligieron. Por eso el Presidente ganó con el apoyo que ganó. Además, todas esas críticas del Sistema de Admisión Escolar, quedaron desvirtuadas en el momento en que el sistema empieza. Informamos de manera efectiva desde marzo, y la plataforma también funcionó.

-El senador Montes dijo que usted no decía toda la verdad para desacreditar el sistema, como cuando dijo que los apoderados no podían ir a los colegios a pedir información.

-No, el senador Montes dijo algo mucho peor en un video en redes sociales hace poco, como que las familias tenían derecho, si nos les gustaba la primera asignación del sistema, tenían derecho a cuestionarlo y a postular de nuevo. Y eso no es verdad.

-El senador dice que las familias sí pueden quedar en algunas de sus preferencias y también pedir una revisión.

-Hoy si las familias postulan pueden no quedar en ninguna de sus preferencias, después tienen un segundo período para postular en las vacantes que quedan disponibles, y si no quedan, el sistema les asigna. Que el senador Montes no confunda.

-¿Por qué se ha convertido en el principal detractor suyo el senador Carlos Montes del Partido Socialista? ¿Hay un tema electoral ahí por su probable reelección que le tocaría?

-No sé. Prefiero no pensar eso. Lo leí el otro día, incluso un diario decía que esto venía más bien impulsado por eso y que era más bien una acción más promovida por senadores del Partido Socialista entre los que podía estar él.

-Según los cálculos electorales, se elegirían tres eventualmente de Chile Vamos y dos de la ex Nueva Mayoría y posiblemente ahí el estaría la disputa. Porque Girardi es de esa zona, que normalmente arrasa, y habría alguien del Frente Amplio que posiblemente reúna a los de la izquierda más disconformes… 

-No estoy en el detalle de las estrategias electorales que estén haciendo los partidos, pero creo que cuando hay una acusación, que está anunciada hace cuatro meses en que no queda claro, o no hay claridad cuáles son las causales de fondo, jurídicas, constitucionales, lo que da pie es a esto, que empiece una cantidad de especulaciones de por qué se estaría presentando. Cuando no hay fundamentos claros, es evidente que surjan todo tipo de especulaciones.

-¿Y ninguna de las acusaciones la pone nerviosa? ¿Como, por ejemplo, que usted se ha demorado en hacer funcionar los nuevos Servicios Locales de educación que son los que están absorbiendo la educación municipalizada?

-No, al contrario, todas las reformas las estamos cumpliendo al pie de la letra y lo que ha pasado con los Servicios Locales, y en general con la Dirección de Educación Pública, es que la ex Presidenta dejó designados por un año a las autoridades que se hacían cargo de la primera etapa de la implementación. Por lo tanto, durante 2018 nos tocó convivir con autoridades designadas hasta que terminaran su período. Cuando ellos dejan el cargo, algunos a fines de noviembre, el 3 de diciembre yo pido inmediatamente una auditoría a los cuatro Servicios Locales, y también a la Dirección de Educación Pública. Y esas auditorías internas las van entregando en los distintos plazos. En marzo nos entregan una auditoría de la Dirección de Educación Pública donde existen irregularidades que pueden constituir eventuales delitos y, por lo tanto, recurrimos de inmediato a llevar los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado y al Ministerio Público. Lo mismo en mayo, con las auditorías que se hicieron con el servicio local de Barrancas y Puerto Cordillera. Y la última es de Huasco, en agosto. A nosotros nos interesa que la reforma se implemente bien, pero que cada peso destinado a la educación pública llegue al niño que estudia en la educación pública y que no haya ninguna duda de la implementación y el funcionamiento de estos servicios.

«Las leyes se implementan, pero se tienen que ir evaluando»

-¿Qué riesgos hay que haya problemas en la implementación del Sistema de Admisión Escolar en la Región Metropolitana, donde son 150 mil alumnos y se lo hagan ver como un problema suyo?

-Hemos dicho siempre muy claro que la responsabilidad de nosotros es de la gestión del Sistema de Admisión Escolar y eso ya se descartó. Porque hoy día la plataforma funciona perfecto. A tal nivel ha funcionado la información a las familias que se está postulando mucho más rápido que el año pasado en este sistema. Si algunos quisieran que también nosotros junto con implementar dijéramos que este es un gran Sistema de Admisión Escolar, que es mucho mejor que lo que había antes, bueno pero esa es pega de quienes diseñaron este sistema y de quienes están muy contentos con haber impulsado este tema.

Como el gobierno anterior tenía los apoyos parlamentarios para hacer las reformas, las hicieron muchas veces sin escuchar opiniones técnicas contrarias, sin escuchar a apoderados, sin escuchar a sostenedores y creyeron que se legislaba de una vez para siempre».

-¿Usted está esperando que hayan padres que queden disconformes o no?

-No se trata de esperar o no esperar. Algunos creen que lo que no ocurre en Santiago no existe en el país. Este sistema se aplicó el año pasado en regiones. Cuando nosotros tratamos de impulsar un cambio legal al sistema de admisión nos decían, «por qué no esperan que se termine de aplicar en la Metropolitana». Entonces, de nuevo a las familias de regiones no les mejoramos el sistema, si a ellos ya se les aplicó. Cuando se diseña la gradualidad de esto, que se parte en una región y en algunos niveles es precisamente para ir evaluando y haciéndole cambios. Ya es evidente que hay problemas, pero se niegan a debatir una nueva ley. Cuando se rechaza la idea de legislar es porque no se quiere ni siquiera debatir, no se quiere ni siquiera escuchar a los apoderados.

-¿Hasta un año más?

-Está bien, una cosa es que no se pueda presentar un proyecto hasta un año más, pero lo raro es que no se haya querido ni siquiera debatir del tema.

-¿Y el proyecto de Admisión Justa lo que estaba tratando de hacer era solucionar un problema que usted detectó en regiones?

-No, no es eso. El proyecto de Admisión Justa que ya se rechazó en general, lo que buscaba era que los liceos de alta exigencia académica, alumnos que postularan a partir de séptimo básico, les fuera reconocido su esfuerzo académico anterior. Porque eso sí lo vimos en regiones y de manera muy dramática. De jóvenes que, si hubieran postulado un año anterior, su rendimiento académico les hubiera permitido llegar al liceo para el cual, quizás, se habían preparado toda la vida y eso no les pasaba con este sistema.

-Según un estudio de Clapes UC que se dio a conocer esta semana en el CEP, con este sistema podría aumentar la segregación. ¿Usted comparte esa visión?

-Eso es bien importante, porque tanto el estudio de Sergio Urzúa, como otros estudios anteriores, fueron demostrando que la gran promesa que tenía este sistema que era combatir la segregación y mejorar la inclusión no se estaba dando, porque las familias más vulnerables seguían postulando y seguían siendo admitidas en colegios de peor desempeño. El estudio es bien relevante cuando dice que las familias se estarían yendo, algunas a particulares pagados, y otras de colegios municipales a particulares subvencionados, por lo tanto, no se estaría combatiendo la segregación.

-La ex jefa de gabinete de la ex Presidenta Bachelet, Ana Lya Uriarte, señaló en un seminario que «mientras más fuerte se mueve el cerco, menos retroceso hay». Y el ejemplo claro es la ley de inclusión, que ella lo toma como un asunto cerrado y que no tiene vuelta atrás. Sin segregación, sin pago, pero a su vez los colegios subvencionados reclaman de que los han “ahogado”. Que no se pueden crear nuevos y tampoco tienen recursos adecuadas y el Estado les entrega más los fiscales municipales que a ellos. ¿Eso es un caso cerrado?

-Es que eso es para ellos. Tan complicado para un gobierno es no tener los votos en el Congreso como haberlos tenido todos. Porque ellos, en el fondo, como tenían los apoyos parlamentarios para hacer las reformas, las hicieron muchas veces sin escuchar opiniones técnicas contrarias, sin escuchar a apoderados, sin escuchar a sostenedores y creyeron que se legislaba de una vez para siempre. Nadie legisla de una vez para siempre porque cuando las leyes empiezan a regir hay que tener la capacidad y la flexibilidad para ir corrigiendo los efectos no buscados o efectos negativos que puedan estar produciéndose. Cómo se va a decir «caso cerrado, se legisló y para siempre». Las leyes se implementan, pero se tienen que ir evaluando. Tenemos, a veces, poca cultura en Chile de evaluar los efectos que provocan leyes una vez dictadas.

*Entrevista radial transcrita, editada y adaptada para periodismo escrito. Para escucharla completa pincha aquí