Chile superó el millón de contagios de coronavirus durante la pandemia. Un nuevo récord que coincide con un aumento de las cifras de Covid-19 en el país, el cual sigue su propio curso respecto a la primera ola.

Hoy, el escenario es distinto al de los meses de mayo y junio de 2020, sin embargo. La aparición de nuevas variantes, la fatiga pandémica y las vacunas anticovid se incorporan a la serie de factores que impactan en las estadísticas. El Líbero comparó algunos indicadores que permiten medir la gravedad de ambos brotes en el país: muertes, hospitalizados, contagios, entre otros.

Junio 2020: el mes con más muertes por Covid-19

Junio de 2020 será recordado como uno de los meses más duros de Chile. Un total de 4.776 muertes confirmadas por Covid-19 se reportaron ese mes en el país. Pese a que recientemente, en marzo, también se experimentó un alza en el número de casos, 1.712 en 31 días, no se superó ese récord, según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS). Dichos datos no incluyen decesos sospechosos de SARS-CoV-2.

No es un escenario inédito en el país, la pandemia golpea con fuerza a Sudamérica. El Presidente Sebastián Piñera compartió recientemente unos datos que sitúan a Chile con una de las mortalidades más bajas entre los países de América Latina, y similar al promedio de los países  de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) durante la pandemia. En Latinoamérica, el promedio de exceso de mortalidad por cada 100 mil habitantes alcanza 163, en el caso de chileno se sitúa en 110. Sin embargo, esta cifra se eleva si se compara con las naciones de la OCDE, donde el promedio es de 100. Y el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, advertía en febrero que «la mayoría de los países reportan menos fallecidos por Covid que el exceso de muertes observada» y que, incluso, «algunos ni informan». «Chile reporta bien (0,9). Rusia tiene un exceso de fallecidos (atribuibles a Covid) 6 veces superior a la cifra oficial», explicó entonces.

Según el centro de investigación británico TotalAnalysis, Chile se ubica como el cuarto país más transparente del mundo en materia de datos de Covid-19.

Una ola con más hospitalizados

Nunca antes el país había tenido tantos hospitalizados por Covid-19 en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) como ahora. De hecho, el día con mayor ocupación de camas UCI habilitadas en 2020 fue el 9 de julio: 1.990. Ayer, este número alcanzó 2.729, de los cuales el 85% (2.358) está conectado a ventilación mecánica. Esta última cifra está por encima del récord de pacientes en ventilación mecánica registrados en la primera ola: 1.648.

El perfil de los hospitalizados cambió. Las autoridades sanitarias advierten que, actualmente, existe un incremento de pacientes con coronavirus menores a 60 años, muchos sin co-morbilidad. En contraste, el ministro de Salud, Enrique Paris, detalló recientemente que ha «bajado enormemente» la hospitalización en adultos mayores, lo cual coincide con el calendario de vacunación masivo. «Tenemos en este momento entre los infectados a mucha más gente joven, porque no se ha cuidado. Ahí asumo culpa, a lo mejor ha fallado la comunicación de riesgo», explicó.

El incremento de personas menores de 60 años es una situación semejante a la experimentada en otros países de la región, especialmente en Brasil donde nuevas cepas son más agresivas, especialmente la P.1, y provocan cuadros graves.

Las posibilidades de sobrevivencia de las personas jóvenes son mayores cuando son internados por Covid-19, pero esta resistencia provoca que estén más días hospitalizados, y por tanto, esto podría impactar en la ocupación de camas, explican varios expertos.

Con la evolución de la pandemia se incrementó el número de camas críticas, ventiladores mecánicos y otros equipos para atender a los contagiados con cuadros graves. Según el subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, más de 20 mil funcionarios trabajan en las UCI del país. A diferencia del primer peak, cuya situación más dramática se encontró en la Región Metropolitana; hoy existe una cantidad considerable de enfermos en todo el país. «La situación hospitalaria se mantiene a niveles críticos, con una ocupación UCI de 95% a nivel nacional, a pesar de la habilitación de nuevas camas críticas. Las regiones de Tarapacá, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Biobío y La Araucanía se mantienen con niveles de ocupación mayores a 95%», indica un reciente informe de ICOVID, una iniciativa liderada por la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Concepción para el monitoreo de la pandemia.

Un récord de contagios diarios

El 26 de marzo se registró una cifra diaria de contagios confirmados de Covid-19 que superó a las informadas en los meses más duros de 2020. Se trató de 7.626 en 24 horas, una tendencia en los últimos días que remarcó que Chile sortea una nueva alza.

Fue un récord sobre los 6.938 casos, registrados el 14 de junio, pero en el cual inciden varios factores. Cuando se detectaron los 7.626 contagios se realizaron 77.308 exámenes PCR, los cuales arrojaron una tasa de positividad de 9,64%. Esto quiere decir que cada 100 test, al menos 9,6 resultaron positivos para Covid-19. En cambio, a mediados del año pasado, para detectar casi 7 mil casos se efectuaron 20.151 pruebas PCR, un tercio de las realizadas hoy. Su positividad alcanzó 20,75% en ese momento, lo cual representa el doble de la cifra registrada a finales de marzo.

¿Y si se hubiese tomado 70 mil muestras a mediados de 2020? Las posibilidades de detectar más contagios son altas cuando se aumenta el testeo, y probablemente la cantidad de contagiados sería superior a la registrada ese día y a los casos del 26 de marzo.

En la primera ola los exámenes PCR no superaron los 23 mil en un día. Uno de los meses más críticos de la pandemia, junio, tuvo un promedio de test PCR diarios  de 17.568, y la positividad llegó hasta 28,13%. En este sentido, los escenarios son diferentes, pues un promedio de 59.437 pruebas con una tasa de 9,25% se registraron en marzo de 2021.

Esto no significa que existe un escenario óptimo, incluso los expertos advierten que continúa un ascenso en las cifras. De hecho, el Indicador de Transmisión (R) a nivel nacional se mantiene con valores mayores a 1, y a excepción de Arica y Parinacota (con un R estimado de 0,91), el resto del país está «en rojo», señala el estudio de ICOVID.

Del comienzo de las cuarentenas a la fatiga pandémica

La economía cayó 5,8% en 2020 por el impacto de la pandemia en Chile. El nuevo aumento de casos obligó a cerrar decenas de comunas en el país, incluyendo a la Región Metropolitana que no tenía un confinamiento total desde el año pasado.

Pero la situación es distinta al año pasado. Las nuevas restricciones parecen contar con menor recepción. «Parece que Santiago no está en cuarentena, parece que estuviéramos sin cuarentena», dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, días atrás.

Esto pudiera tener su causa en la «fatiga pandémica», donde las personas están cansadas de prolongadas restricciones. De hecho, ayer las autoridades endurecieron controles en un intento de reducir la movilidad, y así la transmisión comunitaria.

Las vacunas: ¿Una luz al final del túnel?

Cuando llegó el primer cargamento de vacunas contra el coronavirus al país el Presidente Piñera dijo: «Vemos la luz al final del túnel porque la vacuna va a ser un instrumento muy eficaz para proteger mejor la salud y la vida de todos nuestros compatriotas».

Hoy, Chile es el tercer país del mundo que más vacunas administradas contra la Covid-19, según Our World in Data. Y, aunque el calendario ha sido exitoso, todavía no se obtiene una inmunidad de rebaño y, entretanto, la nación experimenta un aumento de contagios con la incorporación de una amenaza: nuevas variantes de preocupación del virus, procedentes de Gran Bretaña, Brasil y Estados Unidos.

Es un panorama totalmente distinto a mediados de 2020, cuando el Gobierno concretaba acuerdos y contratos para la importación de vacunas que todavía no tenían resultados certeros. En ese momento, tampoco aparecían nuevas cepas de interés o consideradas como posibles amenazas. «Estamos frente a un nuevo enemigo, que no sabemos cómo se comporta, que no sabemos si las vacunas sirven», dijo recientemente el ex ministro Jaime Mañalich a El Líbero. Tan diferente es este escenario que el Ministerio de Salud incorporó recientemente un nuevo criterio en sus reportes diarios: casos de reinfecciones.

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