«Quiero solicitar que mi nombre sea reservado ya que me siento amenazada por Daniel Andrade y porque no quiero que los medios de comunicación sepan mi nombre y tengan acceso a mi declaración». Así culmina la declaración de una ex funcionaria de Democracia Viva de iniciales K. M., quien compareció ante la PDI en el marco de la investigación que lleva adelante el Ministerio Público por los millonarios convenios entre la seremi de Vivienda de Antofagasta y la fundación dirigida por Andrade.

Esta semana el ex militante de RD quedó en prisión preventiva por decisión del Juzgado de Garantías de Antofagasta, luego de haber sido imputado por la supuesta comisión de tres delitos de fraude al fisco.

«Siempre me pareció extraño que la fundación realizara un proyecto en Antofagasta»

En este contexto y según consta en la declaración a la que accedió El Líbero, la ex funcionaria relata que posterior al plebiscito de salida de septiembre del año pasado, «Daniel empezó a hablar de un proyecto a realizarse en Antofagasta relacionado con el ámbito territorial de esa ciudad, es decir la idea era hacer política en terreno, y decía que era mucho dinero que haría que la fundación se potenciara».

«Y que ellos tenían las bases para la postulación y que tenían los contactos que los guiarían en esta postulación, pero nunca dijo nombre ni cargo de la persona que los guiaría, además siempre dio a entender que era por concurso y no por trato directo«, agrega la declaración.

La ex funcionaria explica que «siempre me pareció extraño que la fundación realizara un proyecto en Antofagasta, y sentía que eso se debía a los contactos de Andrade con esta ciudad y dichos contactos los tenía por su relación con la diputada Catalina Pérez».

Ex funcionaria de Democracia Viva sobre Daniel Andrade: «Me dijo que me fuera tranquila sin dar mayor información»

La ex trabajadora de Democracia Viva relata que a fines de enero de 2023, la coordinadora del proyecto en Antofagasta que se encontraba en España, Paulina Cabrera, «viajó a Chile y visitó Antofagasta y me indica personalmente que había tomado conocimiento que yo seguía prestando servicio como jefa de la carrera de técnico en administración pública y técnico jurídico del ICCE, en Santiago, a lo que le respondí que no afectaba con mi trabajo con la fundación ya que solo era de seis horas semanales».

Según la declarante, Cabrera le respondió que «sentía que le había mentido porque no había renunciado a todos los trabajos que tenía en Santiago antes de venirme a vivir acá, respondiéndole que había dejado de hacer clases ya que era lo que más tiempo me tomaba. Diciéndome que hablemos el lunes (ya que esta conversación la tuvimos un día viernes)».

«Por esa conversación pensé que me advertían de algo, pero no que me despedirían sobre todo pensando que me había cambiado de ciudad para cumplir mi trabajo acá y que no era motivo de despido», agrega la ex funcionaria de Democracia Viva.

Y continúa: «Pero el domingo en la noche me llama Daniel Andrade y me comenta que había hablado con Paulina Cabrera y que sentían que habían perdido la confianza en mi y que le daba lata ya que él había sido el que me había elegido para ser parte de la fundación, por lo que le expliqué mi postura, y él me señaló que no correspondía que yo trabajara en otro lugar aunque sea online y ahí me dijo que me fuera tranquila, sin dar mayor información ni andar comentando ya que el Frente Amplio es muy pequeño y nos podemos volver a encontrar».

K. M. explica en la declaración que «a su consulta me sentí muy incómoda, no sabía si era una amenaza, lo sentí como violencia pasiva. Y es por temor que sólo le comenté lo que me señaló Andrade a mis padres y a mis dos mejores amigas».

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