Yo hoy me siento más identificada con las posturas de Chile Vamos que con las de la Nueva Mayoría. Si hubiera sido independiente, probablemente votaba por Sebastián Piñera«, admitió ayer la ex ministra de Educación, Mariana Aylwin, en entrevista con radio Infinita, desatando una tormenta política en la DC y en la Nueva Mayoría.

La senadora y ex presidenta de la DC, Carolina Goic, replicó que hay una definición pendiente que ella debe tomar, y el senador Andrés Zaldívar defendió su derecho a dar su opinión pero que debe hacerlo en la Junta Nacional.

En la oposición valoraron los dichos de Aylwin, y el senador UDI Hernán Larraín dijo que «no tengo la menor duda que si Piñera hace un Gobierno de centro, vamos a encontrar a muchos aliados como Mariana Aylwin y muchos otros».

En medio de este debate y de las elecciones presidenciales, “El Líbero” conversó con el ex rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, importante intelectual simpatizante de la desaparecida Concertación, Gran Maestro de la Gran Logia de Chile y amigo de Alejandro Guillier.

-¿Cuál es su reflexión sobre la elección?

-Creo que el resultado se debe a varios factores. El primero es que la gente ha evaluado mal el accionar del gobierno y hay mucha insatisfacción acumulada. Lo muestra la votación del Frente Amplio. Se crearon muchas expectativas no resueltas y obviamente que muchas de las reformas han sido mal evaluadas. Las encuestas revelan que la gente se sentía muy insatisfecha con lo que se ha hecho en materia tributaria, laboral y educacional y en el escaso progreso en salud. Cuando hay un candidato que va a continuar haciendo esto, evidentemente no es un buen punto de partida.

-¿Por qué?

-Habría preferido a Guillier un poco más crítico del Gobierno en el sentido del mejoramiento y corrección de estas políticas. Creo que eso le pasó la cuenta. Lo segundo es que los partidos que sustentan a la Nueva Mayoría y la candidatura de Guillier dieron una muestra de absoluta desorganización, inconsecuencia; no fueron capaces de tener una primaria interna, divisionismo, ataques, no olvidemos los ataques contra el mismo candidato de directivos importantes de la coalición de partidos. Girardi dijo que Guillier era un castigo para ellos mismos. Con ese tipo de soporte, naturalmente el candidato está muy debilitado. El día de la elección se vio confirmado, porque ninguno de ellos, incluyendo ministros y parlamentarios, estuvieron cerca del candidato. Hubo una coalición de partidos desarticulados y la suma de todo produjo debilidad en el candidato, a lo cual se sumó que el candidato no tenía una línea programática muy definida, y la gente quería escuchar cosas más concretas que no estén dominadas por contradicciones. Pienso que esto es un factor que naturalmente afectó las posibilidades de Guillier. El tercer factor es que la derecha mostró organización, capacidad de movilización, es una derecha muy distinta a la derecha tradicional chilena, hizo puerta a puerta, fue a las ferias, acudió a donde está la gente, dio la cara. Esta derecha tuvo un poder de convicción ante esta falta de consecuencia y debilidad programática.

– ¿Qué errores estratégicos cometió Guillier?

-Se distanció de los partidos, pero no para plantear una posición distinta y se quedó en el aire. Creo que él debería haber definido una posición distinta a los partidos, de la Nueva Mayoría y la derecha y eso habría trazado un camino que lo habría identificado un poco mejor frente a la ciudadanía, pero estar representando a la Nueva Mayoría, al gobierno, definirse como el continuador del programa, le pasó la cuenta.

– ¿Cómo evalúa la campaña anti Piñera y contra los empresarios del senador?

-Creo que eso fue un enfoque muy equivocado, ya que debió enfocarse en una candidatura más republicana que enfatizara los temas sociales pendientes, pero por las presiones del Partido Comunista y el Frente Amplio se movilizó más a la izquierda y adoptó un discurso anti empresarios, anti derecha y anti Piñera y creo que la gente está un poquito cansada del anti, y quiere saber un poco más del pro. No basta decir anti qué, sino en favor de qué. Eso fue error de diseño estratégico.

– ¿Por qué considera que fue un error para Guillier mantenerse como continuador del gobierno?

-Porque la pregunta es continuidad en qué, para seguir insistiendo en mandar proyectos improvisados que atacan problemas en que los afectados son los primeros que se oponen al mismo, como la ley de universidades. Creo que le faltó un tono más crítico de que las cosas se iban a hacer mejor. Este gobierno tuvo mayoría en el Congreso, pudo haber aprobado muchas cosas, pero el trabajo político y técnico que se hizo fue deficiente. El mismo hecho de que la reforma tributaria tuvo que ser enviada al Congreso para corregirla y que los números no calzaran con las cosas que pensaron que se iba a recaudar, como producto del aumento de impuestos, todo eso demuestra falta de capacidades técnicas. Hay mucho voluntarismo en decir ‘voy a seguir haciendo lo mismo’. Él evitó tener un tono crítico. Pudo haber adoptado un tono crítico, fraternal, pero crítico, señalando que el gobierno cometió errores, se avanzó y diseñó mal, que iría en la misma dirección porque hay que mejorar las reformas, pero no adoptó ese tono y el mensaje fue ‘vamos a seguir en lo mismo’. Lo que se veía con el conglomerado que lo apoyó, incluido el FA, era de desorden. Cuando  dicen «lo voy a apoyar pero seré su oposición», de qué estamos hablando. Todo eso debilitó muchísimo la candidatura. Me sorprendió que hubiera alta participación, porque creció y eso es muy bueno para el país y para cualquier gobierno que tiene un mandato mucho mayor. La otra nota positiva, encomiable, propio de la personalidad de Guillier, fue el haber saludado a su contrincante, felicitarlo, y dar una señal de que estamos todos juntos empujando este carro, y para el nuevo gobierno es un mensaje muy importante.

– ¿Por qué es un mensaje importante para el próximo gobierno?

-Si el gobierno de Piñera va en la línea de la unidad nacional, en pos de objetivos trascendentales para el país, creo que tendrá el apoyo de mucha gente, que no necesariamente esté marcada en el ámbito ideológico, porque creo que es lo que el país necesita y el país está esperando. Ello, con las excepciones de siempre, de aquellos que hablan de «los idiotas, rubiecitos y los tontitos que votaron por Piñera» o que dicen que el país se equivocó o que está todo malo. Aparte de esos que pertenecen al margen, creo que la masa del país, que tiene tantas ansias de que las cosas cambien para mejor, vio esto como muy positivo, y creo que la figura de Alejandro Guillier quedó enaltecida como un hombre consecuente.

Luis Riveros: «Si el gobierno de Piñera va en la línea de la unidad nacional en pos de objetivos trascendentales para el país, creo que tendrá el apoyo de mucha gente que no necesariamente esté marcada en el ámbito ideológico, porque creo que es lo que el país necesita y el país está esperando»

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