El pasado martes 12 de marzo inició el juicio oral en contra del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, quien enfrenta cargos por Ley de Seguridad del Estado, hurto, usurpación y atentado contra la autoridad.

Cuando Héctor Llaitul fue detenido en un restaurante en Cañete, su teléfono fue incautado por la Policía de Investigaciones, pues, además de la orden de detención, la PDI contaba con una autorización emitida por el Tribunal de Temuco para rescatar la información del móvil y así poder realizar las pericias respectivas al contenido extraído.

Para esto, se utilizó un software llamado Ufed. En total, son más de 200 mil datos que fueron revisados por la policía, donde se encontró información personal pero también antecedentes vinculantes para la acusación y otros delitos.

Aparte de WhatsApp, Llaitul también ocupaba otra aplicación llamada “Signal”, la cual era preferida por el acusado dado que, a diferencia de WhatsApp, ésta borraba automáticamente los mensajes. Eso sí, Llaitul olvidó algo importante: activar la opción que destruye la mensajería. Por tanto, al no activar la opción de eliminación automática, hoy los mensajes tanto personales como también relevantes en la causa, son prueba esencial de Ministerio Público.

¿Qué se ha encontrado en el teléfono de Llaitul?

Además de fotografías con adjudicaciones de ataques incendiarios y reivindicaciones de la Coordinadora Arauco Malleco, los peritajes arrojaron mensajes con diversas personas, los que dan cuenta del movimiento que lideraba Llaitul en coordinación tanto para hechos de violencia, la realización de atentados, hasta el tráfico de armas y municiones. Esto último, podría implicar que se abra una nueva causa contra el líder de la CAM por el delito del tráfico de armas y municiones.

Por ejemplo, una conversación con su hijo Pelantaro Llaitul, quien en la actualidad se encuentra en prisión preventiva por un ataque incendiario, da cuenta que él entrega las instrucciones a otros para la ejecución de delitos.

Héctor Llaitul: “Oye nano, si yo no estoy jodiendo, lo que pasa es que se enredan las cosas, porque yo le conseguí los porotos, hice la media vuelta para los dos y yo le dije a ‘Ratón’: loco, van a pasar a buscar los 2 temas (armas): entrega 1, el otro queda allá y se dividen los porotos (munición) y pasen largo. Si el loco no estaba, tenía que haber dejado la instrucción, no sé donde se ‘envolaron’, la ‘weá’ es que fueron para el sur y quedaron en pato. Eso es uno, lo otro, le dije a Ratón que yo le dije a René que los temas quedaban allá arriba, y de repente me dicen que salieron de ahí, yo no sé si salieron a alguna pega o algo porque no entiendo nada, hay cosas que no debieron haberse movido porque yo tengo que dar la indicación y ya lo del sur, no importa, pero que el Ratón me hable, que me dé una explicación porque esta cuestión no anda nada al lote”.

Otro ejemplo en concreto que muestran los mensajes son las conversaciones que sostiene Llaitul con un contacto guardado como “Chen Pasa” y que corresponde a Nicolás Villouta, integrante de la CAM y quien se encuentra en prisión por su participación en un ataque incendiario en Los Ángeles.

Si bien existen varios mensajes entre ambos, uno de los más comprometedores es cuando Villouta recibe instrucción por parte de Llaitul para que se traslade hasta Máfil para que preste apoyo a su hijo Pelantaro en la realización de un ataque incendiario.

Los metadatos que delatan a Llaitul

Dentro de las fotografías y videos encontrados en el teléfono de Héctor Llaitul se detectaron imágenes del propio imputado portando armas de fuego, en este caso, tipo fusil; chalecos antibalas, fotos tipo ‘selfie’ donde Llaitul aparece mostrando armamento. Eso sí, también hay imágenes con metadatos que dan cuenta de cuándo y dónde fueron capturadas.

Estos datos son los que delatan a Llaitul y, de paso, lo compromete con otros delitos. Por ejemplo, una de las imágenes fue sacada al interior del Fundo Renaco Pastales el 29 de diciembre del 2021, donde se observa un sector boscoso donde están extrayendo madera. Si bien son diversas fotografías y videos, en ellos se observan maquinarias de gran tamaño, por tanto, no se trataría de una extracción de madera “artesanal” sino más bien algo más grande y que al tener imágenes que fueron capturadas con el teléfono de Llaitul, esto indicaría que el acusado habría estado en aquella jornada robando madera. A esto se suma la señal del móvil que también sitúa a Llaitul en este lugar.

Dentro del banco de imágenes, resalta otra fotografía que fue capturada con el teléfono de Héctor Llaitul el 22 de noviembre del 2021 en el fundo Los Chilcos en medio de una reivindicación territorial. Además, en la fotografía se observa a un grupo de personas portando armas de fuego y un lienzo por la recuperación. Con ambas imágenes, al ser sacadas con el teléfono del imputado, la Policía estima que Llaitul estuvo en el lugar. Además, existen imágenes que, según los metadatos, fueron capturadas con el móvil del acusado y luego estas fueron publicadas por medios de prensa con los que Héctor Llaitul tenía contacto ya sea difundiendo adjudicaciones de atentados o alertando de un posible hecho de violencia.

Los Chilcos y Antofagasta: algunos de los fundos reivindicados y «resguardados» por la CAM

El 7 de julio el imputado conversó con un contacto guardado como “Dani Chilco” donde hablan de un procedimiento de Carabineros en el lugar. La conversación da cuenta de la coordinación que desarrolla Héctor Llaitul en distintas comunidades armadas. Incluso, en una comunicación por WhatsApp el acusado pregunta qué ocurrió con la guardia luego que Carabineros ingresara a un predio. Al final, en la conversación le piden a Llaitul «calibre más pesado» para impedir el acceso a las policías.

Dani Chilco: Por ahora ningún detenido, le dimos lo que pudimos pero eran hartos.
Héctor Llaitul: ¿Y la máquina y los camiones? ¿de quién son?
Dani Chilco: Lo que no queríamos que se llevaran las maquinarias
Dani Chilco: Son de Terán, venía llegando hace poquito
Héctor Llaitul: ¿Y falló la guardia, peñi?
Dani Chilco: No, peñi. Es que llegaron hartos. Se le dio con todo lo que hubo pero igual ingresaron. ¿Qué opción hay de apoyo con calibre más pesado?

El Fundo Antofagasta de Traiguen también se encuentra reivindicado por la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). En el teléfono de Llaitul se encontraron fotografías de encapuchados armados con fusiles. Los metadatos dan cuenta que las imágenes fueron sacadas por el teléfono de Llaitul, por tanto, él estuvo en el lugar en la jornada de “recuperación”.

A lo anterior se suma el «control territorial» que realizaron integrantes de la Coordinadora Arauco Malleco en el Fundo Santa Ana en Carahue, donde falleció Pablo “Toño” Marchant, integrante de la CAM.

En este caso, los metadatos de las imágenes indican lo mismo que lo anterior: que el 5 de abril del 2022, Héctor Llaitul estuvo en medio de este «proceso de recuperación territorial» en este fundo que hasta el día de hoy se mantiene tomado.

El liderazgo de Llaitul para impedir el actuar de Carabineros

Dentro de lo extraído desde el teléfono de Héctor Llaitul también se encuentra una conversación del 20 de agosto del 2022 con un contacto guardado como “Talo”, quien le advierte al líder de la CAM que Carabineros podrían ingresar a incautar madera que mantienen en su interior.

Talo: El lunes creo que se nos van a meter a sacar madera con el Gope y los milicos.
Héctor Llaitul: Chuta
Talo: Si, ¿qué se puede hacer?.
Héctor Llaitul: Se podría bloquear el camino.
Héctor Llaitul: ¿Hay cómo?
Talo: El domingo hay que ir a voltear. Nosotros queremos ir el lunes.
Héctor Llaitul: El domingo los acompaño, hablaré con otros peñitos.

Al día siguiente:

Héctor Llaitul: Peñi, estoy convocando a algunos para darle a los pacos mañana al mañanero.
Talo: Ya
Héctor Llaitul: Saque unas fotos y me las reenvía.

Esta conversación, al igual que otras que involucran a Héctor Llaitul, son evidencia clave para el Ministerio Público ya que dan cuenta del poder que tiene el imputado en la coordinación de actos tanto de sabotaje como también en la preparación para enfrentar a Carabineros con armamento de distinto calibre.

Municiones de Argentina

Según la información extraída en el teléfono, el movimiento que encabeza Héctor Llaitul traspasa fronteras. Una de las conversaciones la sostiene con un contacto llamado René Mena, quien fue individualizado como residente del sector Pichipellahuen, el cual se encuentra en el límite de Lumaco con Cholchol en La Araucanía.

Las conversaciones giran en torno a que Héctor Llaitul solicita municiones a Mena. Este le responde que tiene el contacto de una persona que viajaría desde Argentina a Chile y que podría traer estos elementos de distintos calibres. Tras esa respuesta, Llaitul pide que traiga un fusil que se puede conseguir en ese país.

El contacto de Mena no fue identificado, por tanto, sería materia de investigación del Ministerio Público el poder establecer quién podría haber ingresado ilegalmente armamento desde Argentina.

El teléfono de Llaitul da cuenta del poder de fuego que circula por la CAM y la participación del imputado al interior de la organización. Dentro de las conclusiones del perito se señala que Héctor Llaitul es quien lideraba distintos hechos de violencia y que se estableció que no existe algún sujeto «por sobre» el imputado en cuanto a instrucciones para cometer hechos de violencia, impedir el acceso de la policía a ciertos lugares, actos de sabotaje o reivindicación, entre otros.

Por otro lado, si bien Héctor Llaitul habla en un lenguaje que no es literal, hay ciertas frases donde, indudablemente hablan de municiones y armamentos. Por ejemplo, él denomina “mi bebé” a su revolver y “porotos” a las municiones. En una de las conversaciones, Llaitul habla de “357 para mi revolver”. Para los peritos, ahí se asocia el número a un calibre para arma de fuego. Por otro lado, “los porotos” es un modismo utilizado por delincuentes para hablar de municiones.

Historial de búsquedas en el teléfono: “Héctor Llaitul” – “Atentados”

Se ha dado a conocer que el perfil psicológico de Héctor Llaitul es similar al de un “narcisista”. Y el análisis de su teléfono corrobora eso en cierta manera, pues su historial de búsqueda en navegadores de internet da cuenta de que la palabra que más buscaba era su propio nombre, seguido de frases como “reivindicaciones territoriales” y “atentados incendiarios”.

Deja un comentario

Debes ser miembro Red Líbero para poder comentar. Inicia sesión o hazte miembro aquí.