El mismo 21 de mayo, pocas horas después de los incidentes en Valparaíso que terminaron con la vida del guardia Eduardo Lara, el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, salió a blindar a su institución que, a esas horas, era cuestionada por no haber hecho un trabajo de inteligencia para evitar el accionar de encapuchados.
A través de un comunicado publicado en la cuenta de Twitter del organismo, el general golpeó la mesa. “Basta ya de poner siempre en tela de juicio a los Carabineros. Nosotros ponemos el pecho a las piedras, las balas, los fierros y al final siempre encuentran un pero”, dijo.
Y este lunes, en una visita a Concepción, Villalobos volvió a referirse al rol de Carabineros el día de la muerte de Lara. Al ser consultado por las palabras de la Presidenta Michelle Bachelet, quien sostuvo que el accionar de la policía podría haber estado condicionado por el caso del estudiante Rodrigo Avilés (quien resultó herido el año pasado por la acción del carrolanzaagua), el general dijo que la Mandataria “tiene toda la razón, pero no sólo estamos condicionados por el caso Avilés, también por las organizaciones que hacen denuncias infundadas, todo eso tiene que ver con el accionar de los Carabineros, los limita, coarta su accionar, pero es función mía, a diario, y de los jefes y los mandos, el mantener la moral y el profesionalismo en alto de los Carabineros».
Si bien sostuvo que «a quien le caiga el poncho, que se lo ponga», las palabras de Villalobos tenían un destinatario evidente: el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) que dirige Lorena Fries y agrupaciones como la llamada «Comisión de Observadores de Derechos Humanos», que se arrogan la función de ser “Observadores de Derechos Humanos” en las distintas marchas del país y que constantemente han cuestionado la labor de Carabineros.
Los enfrentamientos con Lorena Fríes
Paradójicamente, en el registro de donativos que aparece en la página web del INDH, entre los pocos regalos que ha recibido Lorena Fries figura un tazón obsequiado por Carabineros en junio de 2015 con la leyenda “Defiende tus Derechos Humanos”.
Sin embargo, la relación entre ambas instituciones siempre ha sido áspera. La penúltima polémica fue una denuncia hecha hace una semana por el INDH por supuestas agresiones que habrían recibido dos funcionarios del organismo por parte de carabineros en Antofagasta (ver denuncia). Y el último desencuentro fue este sábado.
Posterior a los desmanes del 21 de mayo, el INDH publicó un comunicado en el que Fríes lamentaba la muerte de Eduardo Lara y reprochaba el actuar de encapuchados. Pero, a renglón seguido, el texto interpelaba sutilmente a Carabineros por no interceder.
“Fries recordó las palabras del Relator Especial de la ONU sobre Libertad de Reunión Pacífica y de Asociación, Maina Kiai: ‘Estos elementos violentos se deberían aislar de la protesta y ser tratados acorde al estado de derecho. De hecho, el fracaso persistente en lidiar con estas pocas personas violentas plantea interrogantes acerca de las razones de la inacción de parte de la policía debido a que estos manifestantes violentos perjudican la imagen y la eficacia de las manifestaciones públicas’”, dice el comunicado.
En tanto, ayer, tras reunirse con el ministro Jorge Burgos en La Moneda, Fries dijo que no se sentía aludida con las palabras de Villalobos «puesto que nosotros tenemos un mandato legal de presentar acciones judiciales frente a violaciones a los DD.HH (…). En ese contexto, me parece que no caben inhibiciones o no inhibiciones, lo que cabe es cumplir con el mandato legal de resguardo del orden público en el caso de Carabineros, y todo ello dentro del marco legal y con pleno respeto a los DD.HH.».
La ONG que denuncia a Carabineros y cree que en Chile se tortura
La «Comisión de Observadores de Derechos Humanos«, perteneciente a la fundación de la Casa Memoria José Domingo Cañas, dice tener como función el “monitoreo y control social sobre el actuar de la fuerza policial”, por lo que en cada movilización y protesta fiscaliza rigurosamente la actuación de los efectivos de Carabineros.
Con una brigada de adherentes identificados con las siglas de la institución y vestidos con chaqueta y casco azul, desarrollan su crítica labor en que graban cada acto de las fuerzas policiales, aún en medio de las más intensas grescas con encapuchados, como ocurrió el pasado sábado tras la cuenta pública del 21 de mayo en Valparaíso.
Antes de la marcha criticaron por Twitter a Carabineros por revisar los buses en busca de bombas molotov y de objetos que podrían ser usados como armas, y denunciaron como ilegal que revisaran las mochilas sin hacer control de identidad.
Ayer al mediodía, en lo que fue interpretado por varios como un acción para diferenciarse de dicha comisión de observadores, el INDH publicó en su cuenta de Twitter una imagen con sus propios observadores de Derechos Humanos que acuden a las marchas. «Reconoce a l@s observador@s de DDHH del INDH por su chaqueta naranja y su credencial de identificación», decía el mensaje.
Tras la muerte de Eduardo Lara, la organización de observadores emitió un comunicado en que repudió los hechos “presuntamente constitutivos de delitos”, pero hizo un llamado a “no criminalizar las manifestaciones ni pretender limitarlas por hechos delictuales que ocurran durante su desarrollo”.
La agrupación criticó a los carabineros que se encontraba en el lugar por “no actuar a pesar de que el número de personas que se encontraban en situación de flagrancia no eran más de 30. Por tanto, las Fuerzas Especiales de Carabineros no cumplieron con su obligación legal de restablecer el orden público y garantizar la seguridad de las personas. En consecuencia, hemos sido testigos de una conducta negligente”.
Además, agregan que ninguno de sus observadores “observó algún elemento incendiario, lo que no significa que no haya existido”, y les preocupaba que una persona ya jubilada continúe trabajando, y que Lara “se encontraba encerrado sin ninguna posibilidad de escapar”.
La declaración la concluyen haciendo un llamado a “terminar con todo tipo de violencia, especialmente la ejercida por las FFEE de Carabineros”.
La ONG denuncia abusos policiales en prácticamente cada movilización que ocurre en el país, exigiendo que haya sanciones, expulsiones y reestructuraciones en Carabineros.
En su página web publicaron el protocolo interno de operaciones de los carros lanzaaguas que utiliza la policía, que establece que el chorro debe ir a las extremidades inferiores o con rebote en el pavimento para no causar lesiones ni caídas. Por lo que denuncian que ello no se cumplió en el caso de Rodrigo Avilés, quien resultó gravemente herido con un chorro de agua en las protestas del 21 de mayo de 2015.
Desigualdad, multirut, CEMA Chile y fondos reservados, las otras peleas de la comisión de DDHH
Esta organización, además, dice haber documentado desde 2011 “situaciones de tortura en el contexto de la protesta social. Hemos monitoreado en Santiago, Valparaíso y en los últimos dos años hicimos informes de visitas a terreno en comunidades Pewenche del Alto Biobío y en el último mes estuvimos en Tirúa y Ercilla documentando situaciones de tortura y la militarización”.
En su activa cuenta en Twitter -que tiene más de 33 mil seguidores-, además de preocuparse del tema de los DDHH la comisión difunde otro tipo de información, como que el multirut que usan las empresas es “encapuchamiento legal”, el mapa con las 360 propiedades que tiene la fundación CEMA Chile, la investigación de los fondos reservados del cobre en el Ejército, los subsidios al Transantiago, y «la desigualdad de nuestro país».