Esta mañana el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, se reunió con el ex presidente de la Democracia Cristiana y rector de la Universidad Miguel de Cervantes, Gutenberg Martínez, para abordar la declaración de la Conferencia Episcopal de Chile sobre la reforma educacional que busca eliminar el lucro, el copago y la selección en la educación escolar. La cita fue divulgada esta tarde a través de un comunicado de prensa del Arzobispado.

La preocupación de la Iglesia y de Martínez se debe a que el proyecto de ley que aprobó la Cámara de Diputados y que actualmente está en plena discusión en la comisión de Educación del Senado, prohíbe los arriendos entre los colegios particulares subvencionados y las corporaciones dueñas de los inmuebles, lo que dejaría fuera del sistema a  los establecimientos religiosos. Ello, pese a que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, se había comprometido con las autoridades de la Iglesia Católica a permitir los arriendos a las corporaciones sin fines de lucro, como son todas las católicas.

“La Iglesia tiene legitimidad para opinar sobre educación. Tiene capacidad, tiene educadores de gran calidad, tiene mensaje, contenido, experiencia, práctica, establecimientos. Creo que la colaboración que puede aportar el estar opinando permanentemente, el estar entregando propuestas, me parece de suyo importante, y esta declaración (de la Conferencia Episcopal) se inscribe en esa línea”, agregó el consejero nacional de la DC.

Martínez: «se requiere escuchar más a las personas involucradas»

En la reunión con el cardenal Ezzati se habló de “la necesidad que algunos creemos de dialogar más en profundidad sobre este tema, porque es un tema país, es una tema que lo que se acuerde tiene que tener una durabilidad mayor en el tiempo, no es un tema de coyuntura, no es algo sobre lo que se pueda legislar para pocos años”, reveló Martínez.

Y agregó que el país “necesita, sin duda alguna, una gran reforma educacional, pero una de la que todos se sientan partícipes. El deber de quienes estamos participando en el gobierno es escuchar mucho y tener la disposición de convencer para llegar a las mejores decisiones. Se requiere todavía mucha más participación, escuchar sobre todo más a las personas involucradas en el proceso, que creo que no han participado lo suficiente, estos son los docentes, los estudiantes, los educadores y las familias, que creo que han estado muy ausentes del proceso”.

Polémica por votación “apresurada” de la reforma

En tanto, el presidente de la comisión de Educación del Senado, Fulvio Rossi, anunció que los senadores de la Nueva Mayoría esperan votar, en general, la reforma educacional el próximo miércoles 26 de noviembre en la Sala, porque ya han escuchado a diferentes actores del sistema educacional. Pero admite que antes de votar no alcanzarán a escuchar a los 80 invitados a la comisión sino que a unos 25, aproximadamente.

“Creo que aquí ha habido un amplio debate. Hemos escuchado a expertos, ex ministros, profesores, y estamos en condiciones de votar en general a fines de noviembre (…) la idea es que a fines de enero esté despachada”, señaló Rossi a este medio.

En cambio, la senadora de la UDI, Ena Von Baer, sostiene que sería irresponsable apurar la votación sin escuchar a todas las personas invitadas y medir bien las consecuencias de los profundos cambios legales.

Iglesia pide reforma gradual sin detrimento de los sostenedores

El documento de tres páginas de la Conferencia Episcopal de Chile admite que hay “incertidumbre y preocupación en cientos de comunidades escolares”, afirma que se debe respetar la libertad de enseñanza, permitir la apertura de nuevos colegios, y reconocer la concepción laica de los colegios no confesionales, entre otras peticiones.

“Esta declaración la hacemos en medio de un intenso debate público que ha suscitado fuertes preocupaciones objetivas en cientos de comunidades educativas, especialmente particulares que reciben subvención del Estado. Nos preocupa que la reforma pueda construirse sobre diagnósticos insuficientes de la verdadera y múltiple realidad de los colegios particulares subvencionados y que pueda afectar el legítimo funcionamiento de las comunidades educativas, sean laicas o confesionales, o desincentive a continuar educando o a crear nuevos colegios”, señala el manifiesto.

La Conferencia Episcopal concluye que por “el bien superior de Chile hacemos un ferviente llamado a todos los sectores, en especial al gobierno, al mundo político y legislativo, a trabajar con generosidad para alcanzar un gran acuerdo en educación, a impulsar una reforma en modo gradual, caracterizada por una transición serena y ordenada a las futuras entidades jurídicas, sin detrimento y menoscabo patrimonial de los sostenedores; a definir un abanico de fórmulas que flexibilicen y favorezcan la aplicación de las nuevas normativas de acuerdo a la pluralidad y complejidad de situaciones que componen la realidad del mundo particular subvencionado, asegurando un aumento de la subvención general como un servicio a la calidad”.

Ver aquí la declaración sobre educación, de la Conferencia Episcopal:

«Una reforma educacional por el bien de Chile»

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