Para los líderes mapuches de La Araucanía, José Cariqueo, Aniceto Norín y Víctor Ancalaf no ha sido fácil mantener la opción por el diálogo y el desarrollo con el gobierno. Los homicidios, ataques incendiarios y emboscadas se han tornado en el escenario que enfrentan prácticamente a diario. De hecho, el lonco Cariqueo señaló en entrevista con El Líbero: «Mis hijos murieron acribillados porque acepté el desarrollo» y que «existen grupos radicalizados que están tomando las cosas a través de las armas».

Además, el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno calificó como grave la situación y afirmó que «estamos trabajando para que haya Estado de Derecho para mapuches y no mapuches».

Ante esta realidad, el senador por La Araucanía Felipe Kast (Evópoli), en conversación con El Líbero, asegura que «muchos líderes mapuches que sí tienen representatividad pueden sentirse amenazados por estos grupos violentistas». Subraya que es relevante que el gobierno mantenga las conversaciones con los grupos pacíficos y que la justicia debe «hacer su trabajo».

-Los líderes mapuches que han optado por el diálogo y el desarrollo, como José Cariqueo, Aniceto Norín y Víctor Ancalaf denuncian ataques y amenazas en su contra. ¿Por qué cree que ocurre?

-Son grupos de violentistas que no creen en el diálogo, que no representan al pueblo mapuche y que, desgraciadamente, han lucrado con la violencia que ejercen contra quienes creen en el diálogo como estrategia de desarrollo.

-¿Las amenazas podrían demostrar cierta desesperación de grupos más violentos al ver que existen sectores que están optando por el camino del desarrollo?

-Más que desesperación, es la estrategia que han utilizado en forma sistemática, que da cuenta de una organización violentista que no va a bajar los brazos a favor del diálogo y que cree que la violencia política es parte de las herramientas a utilizar.

El problema que generan, es que muchos líderes mapuches que sí tienen representatividad pueden sentirse amenazados por estos grupos violentistas».

-¿Estos ataques podrían perjudicar los acercamientos que ya están teniendo algunos loncos y líderes mapuches con el gobierno?

-El problema que generan, es que muchos líderes mapuches que sí tienen representatividad pueden sentirse amenazados por estos grupos violentistas que, insisto, no representan al pueblo mapuche que es tremendamente pacífico, trabajador y que cree en el camino del diálogo para obtener muchas de las demandas que legítimamente aspiran obtener.

-¿Durante los últimos meses se ha percibido un aumento en la disposición al diálogo de parte de los dirigentes mapuches?

-Históricamente los distintos loncos y líderes han creído en el camino de la paz y del diálogo. Los que no creen son un grupo de violentistas que en forma sistemática y por muchos años ha seguido esa ruta. Y, por lo tanto, es muy necesario que tengamos una lógica de cuerdas separadas y no darle legitimidad a grupos violentistas y sí darle legitimidad a aquellos que efectivamente representan al pueblo mapuche.

-¿Cuánto considera que ha sido la influencia del ministro Alfredo Moreno y del gobierno para extender los acercamientos?

-Han tenido un diálogo continuo y una disposición para transformar ese diálogo en acciones concretas, no simplemente que se quede en diálogo. Eso creo que es muy positivo y es parte de los elementos más destacables de la labor del gobierno en la actualidad. La gran dificultad que tenemos hoy día es cómo aquellos que son violentistas, que no representan al pueblo mapuche, y que han llenado de temor buena parte de Malleco, puedan dejar de tener impunidad. Ahí la responsabilidad recae en el Ministerio Público, en la coordinación del Ministerio Público con las policías, y en lograr que efectivamente el sistema de justicia termine con la impunidad y podamos tener una región donde funcione el Estado de Derecho.

Históricamente los distintos loncos y líderes han creído en el camino de la paz y del diálogo. Los que no creen son un grupo de violentistas que en forma sistemática y por muchos años ha seguido esa ruta».

-¿El gobierno debería impulsar gestiones o acciones para establecer acercamientos con los grupos violentistas?

Más que estar preocupados de los grupos violentos, lo relevante es sentarse a conversar con los grupos pacíficos y potenciarlos. Los grupos violentos, lo que corresponde, es que la justicia haga su trabajo, que la Fiscalía haga su trabajo y claramente puedan enfrentar el Estado de Derecho como corresponde.

-¿Se puede seguir potenciando a los grupos más pacíficos si se sienten amenazados?

-Parte de la labor del gobierno es garantizarles y entregarles protección a los grupos que creen en la paz, que son la gran mayoría y, por lo mismo, es muy relevante que cada acto violento o cada amenaza no quede en impunidad.

-Y para que estos actos no queden en impunidad, ¿ha conversado con el gobierno sobre qué gestiones van a realizar ante las amenazas que han recibido los líderes mapuches?

-Hay distintas gestiones, partiendo por la mejor coordinación entre las policías, la Fiscalía, también el Ministerio del Interior y cada uno de esos esfuerzos tiene que contribuir a que logremos terminar con la impunidad en la región de La Araucanía, que ha sido desgraciadamente la tónica que nos ha acompañado durante los últimos años. Y por la cual, quienes lucran de la violencia hasta el día de hoy no han obtenido reprimenda, no han enfrentado a la justicia y eso es la labor del sistema complejo, no solamente del Ejecutivo.

Los grupos violentos, lo que corresponde es que la justicia haga su trabajo, que la Fiscalía haga su trabajo y claramente puedan enfrentar el Estado de Derecho como corresponde».

-¿El gobierno ha conversado con los dirigentes que han sido amenazados para saber cuán grave es la situación?

Hay un contacto muy frecuente entre el gobierno y distintos dirigentes que han sufrido las amenazas. El desafío es que la inteligencia de la Fiscalía, que es la que tiene el mandato constitucional de perseguir a quienes cometen cualquier tipo de delito, finalmente sea efectivo. Ese es el gran déficit que tenemos hoy día en la región, que desgraciadamente la inteligencia penal ha sido muy deficiente.

-Tras la muerte de Camilo Catrillanca el Plan Araucanía se estancó. ¿Se están generando las condiciones para retomarlo?

-El caso Catrillanca golpeó muy fuerte al sistema completo, más que al Plan Araucanía, golpeó muy fuerte a Carabineros. Adicionalmente los grupos violentistas se aprovecharon de esa situación para aumentar la cantidad de atentados y la intensidad de esos atentados. Es necesario fortalecer con mucha fuerza la labor de la Fiscalía. De hecho, desde Evópoli nos reunimos con el Fiscal Regional y nos ha hecho llegar una serie de elementos que son necesarios para aumentar la efectividad de la labor de la Fiscalía, entre ellos, algunos que tienen que ver con leyes y otros que tienen relación con decisiones más bien administrativas.