En momentos en que se habla de nuevo pacto social para enfrentar el Chile postpandemia y diversos dirigentes políticos se reúnen para buscar puentes, el sociólogo Ernesto Ottone alerta que el desafío es mucho mayor y que se debe dar «sobre la base que sean fuerzas políticas que estén por la democracia y por la paz social».

En entrevista con El Líbero, quien fuera el jefe del «segundo piso» durante el gobierno del ex Presidente Ricardo Lagos -con quien mantiene un constante diálogo sobre este tema-profundiza: «El mundo político tiene que pensar de otra manera, tiene que tomar conciencia de esa situación y, por lo tanto, tiene que considerar que es un esfuerzo muy especial, como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial en la reconstrucción de todo occidente». 

-En relación a un nuevo pacto social que se está planteando en el mundo político, ¿cuál es su opinión al respecto?

-Creo que esto es mucho más profundo de lo que se ha hablado ahora. Aquí va a quedar el país muy empobrecido por la pandemia, va a requerir un enorme esfuerzo. Lo que hay que pensar es cómo predomina una situación distinta, es decir, cuando hay un país que ha tenido un retroceso enorme producto de la pandemia y que venía ya de una crisis de legitimidad, el mundo político tiene que pensar de otra manera, tiene que tomar conciencia de esa situación y, por lo tanto, tiene que considerar que es un esfuerzo muy especial, como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial en la reconstrucción de todo occidente.

-¿Y eso cómo se podría materializar?

-Eso significa algo más que un acuerdo. Significa que hay que repensar la política económica, el rol del Estado, repensar en una democracia en la cual haya más acuerdos, donde se cumplan los compromisos orientados al cambio Constitucional, es decir, es un esfuerzo de otro tamaño, por lo tanto, estoy pensando en otra cosa, es una cosa más grande.

-¿Cómo sería esa «cosa más grande» a la que usted se refiere?

-Cuando me refiero a una cosa más grande, es comprender que si la pobreza va a subir un porcentaje importante y si el desempleo va a subir también, se van a necesitar programas públicos que recojan mucha mano de obra, mientras las empresas se van normalizando. Se va a requerir un ámbito público que saque las lecciones de lo vivido, que se refuerce. Se requerirán programas fuertes de reimpulso de la producción del país. El ámbito público de la salud, educación, etc, va a tener que sacar lecciones enormes de la pandemia y va a tener que acelerarse el proceso de digitalización.

Hay que repensar la política económica, el rol del Estado, repensar en una democracia en la cual haya más acuerdos».

-¿Estos cambios podrían ir dentro de un gran pacto social y económico?

-Sí, pero el problema es ver los contenidos, porque al analizar los contenidos se verá la magnitud de los problemas a enfrentar. Esto va a tener que ser un esfuerzo de todas las fuerzas políticas sobre la base que sean fuerzas políticas que estén por la democracia y por la paz social.

-Hay una parte de la oposición que se ha mostrado muy en contra de todo lo que está haciendo el gobierno, entonces, ¿cómo se puede conversar o dialogar con una sector así?

-Tiene que ser un esfuerzo tanto de la oposición como del gobierno, sobre la base de unos mínimos democráticos, la democracia como método y la paz social como forma de actuar en un país que está muy golpeado.

-¿Pero cómo se logran esos mínimos con un Congreso tan fragmentado y polarizado?

-Exacto, ese va a ser un proceso donde todos los partidos -tanto de oficialismo como oposición- tendrán que ver cómo superan actitudes mezquinas. Pero lo primero es definir qué es lo que se va a hacer porque se está pensando al revés, se está pensando quiénes se tienen que poner de acuerdo. El problema es sobre qué se ponen de acuerdo y después que tengamos el sobre qué, hay que pensar en quiénes. Si alguien está pensando en incendiar el país, bueno naturalmente no podrá estar en esto, pero primero definamos en qué consisten los cambios posteriores a la pandemia.

– ¿Y quiénes tendrían que definir el «sobre qué»?

-Lo tienen que conversar las fuerzas políticas, los sindicatos, los empresarios, porque está bien que los empresarios traigan ventiladores, estupendo, pero el problema de la postpandemia no serán temas puntuales. Es cómo se va a reorganizar la economía de este país, y cuando se dice cómo se va a reorganizar, va a tener que significar empresarios que estén dispuestos a una cooperación pública privada, a un régimen impositivo progresivo, a transferencias sociales, a formas de modernización del estadio, es decir a pensar con nuevos criterios. No se trata de negar la economía de mercado, nadie está hablando de eso, sino de realizar reformas profundas a cómo se combinan los esfuerzos de la sociedad y del Estado.

 Al analizar los contenidos se verá la magnitud de los problemas a enfrentar. Esto va a tener que ser un esfuerzo de todas las fuerzas políticas sobre la base que sean fuerzas políticas que estén por la democracia y por la paz social.

O sea, ¿usted separaría las materias y a raíz de eso pensaría en las personas?

-No hay que poner el quién primero. Yo digo primero definamos el qué, y sobre eso aparecerán los quienes. La metodología tiene que ser al revés, porque en el mundo político tienden a ver entre quién se hacen los acuerdos, pero ese es que es el corto plazo y para hacer una cosa en serio es necesario ver los contenidos. Nosotros vamos a volver a ver cosas que hace muchos años no veíamos, de pobreza, de precariedades, de necesidad. Es un país que va a retroceder respecto a los últimos 30 años. Entonces, hay que pensar cómo se recupera lo avanzado. Creo que no se le toma el peso todavía al problema que estamos viviendo, a la huella que va a dejar en el mundo entero.

-¿Esto debería incluir a otros países de la región?

-Por supuesto, es un problema global, y hay que pensar en la región y en la economía mundial, pero todos van a estar con muchos problemas. Argentina está muy cerca  del default, Brasil está gobernado por un demente y lo peor que le podría haber pasado al mundo es sufrir esta pandemia con un Presidente de EE.UU. como Trump. Pero el mundo en su conjunto va a haber retrocedido.

-¿Cómo evalúa el trabajo del gobierno en esta crisis?

Yo encuentro que lo ha hecho razonablemente. De pronto hay errores comunicacionales, algunos de ellos serios, pero hay que pensar que todo lo que se hace es en base al ensayo y al error en todo el mundo.

-¿Y cómo se recupera en el Congreso la política del diálogo, de los consensos?

-Eso se tiene que ir recuperando en torno a un conjunto de concepciones de ideas, de voluntades y ahí tienen que estar todos los que quieran reforzar una democracia que está muy golpeada, reforzar la economía que está golpeada y lograr un país más igualitario.

-¿Cree que después del coronavirus resurgirá el estallido social?

-Yo no sé si volverá en la forma en que se dio, lo que sí hay son demandas por un país más justo e igualitario que siguen estando vigentes. Había un gran jugador de béisbol americano, Yogi Berra, no era un filósofo, pero decía «es muy difícil hacer predicciones, sobre todo del futuro», es muy difícil hacer predicciones en esta situación.

Yo vivo en un mundo más académico hoy, no en un mundo político, pero creo que es lo que tiene que hacer todo demócrata, ayudar a pensar al país».

-¿Qué opina respecto a la reunión vía videoconferencia que sostuvo el Presidente Piñera con los ex Mandatarios Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet?

-Está bien, es normal, muchas veces se han hecho esas conversaciones. En sí misma no le atribuyo un sentido de cambio estratégico. Es normal que un Presidente le pregunte a los mandatarios anteriores, pero hay que ver cuánto ha escuchado de la conversación.

-¿Usted con el ex Presidente Ricardo Lagos ha conversado sobre lo que se viene post el coronavirus, las consecuencias para el país y la necesidad de pensar en el largo plazo?

-Por supuesto, es casi de lo que más hablamos. Lagos es un hombre de pensamiento largo, es un estadista y, por lo tanto, está pensando en estos temas a nivel de Chile y a nivel del mundo.

-¿Y estaría usted dispuesto a trabajar en la recuperación del país?

-Por supuesto, siempre estoy disponible a esto. Yo vivo en un mundo más académico hoy, no en un mundo político, pero creo que es lo que tiene que hacer todo demócrata, ayudar a pensar al país.