¿Cómo acercarse a El Príncipe hoy? ¿Por qué es relevante leer y conversar sobre este libro de Nicolás Maquiavelo? son algunas de las preguntas que desarrollaron en un nuevo capítulo de El Barril de Diógenes los académicos del Instituto de Filosofía de la Universidad de los Andes, Andes Manfred Svensson y Daniel Mansuy con el ex ministro, ex embajador y abogado José Antonio Viera-Gallo, quien recientemente publicó una nueva edición, traducción y prólogo de este texto.

«Estos textos clásicos siempre van siendo releídos en las distintas épocas de la historia y hay momentos particulares» sostiene Viera-Gallo. El autor de la reciente publicación de la nueva traducción de El Príncipe se refiere, por ejemplo, que  «cuando terminó el muro, contrariamente a lo que algunos pensaban, que iba a venir un período de mucha calma porque se acaba la confrontación este-oeste, nos ha tocado vivir una turbulencia muy grande que tiene que ver con fenómenos religiosos, políticos, sociales, económicos, como la crisis del 2008, y últimamente esta pandemia».

Viera-Gallo afirma que a pesar de que este libro fue escrito hace 500 años, uno puede reflexionar sobre los hechos de hoy y uno de los punto que trata el autor es lo fortuito de la vida, que Maquiavelo lo describe como «la suerte, el azar, la fortuna». Por ejemplo, señala, «en Chile hemos tenido últimamente el estallido de octubre pasado y ahora la pandemia, o sea hemos tenido dos hechos completamente fuera de programa, que desafían al mundo político y a la vida en general».

Si uno quiere introducir reformas en una sociedad, Maquiavelo dice que siempre son difíciles, pero señala que tienen que ser aplicadas gradualmente y sin que la gente lo perciba demasiado, porque si se alardea de las reformas, la gente que está herida de sus intereses por ellas, se va a poner muy en contra», señala Viera-Gallo.

El ex ministro se refiere a una parte del texto donde el autor señala sobre qué le conviene más a un gobernante ¿ser amado, estimado o ser temido?, y él dice que al final le conviene más ser temido. «Nosotros hemos tenido Presidentes en que uno podría aplicar esto. Hubo una Presidenta que fue sobre todo amada, y hubo un Presidente que era más bien respetado, temido, no tan amado, pero sobre todo era visto por su autoridad, y uno podría pensar en la actualidad viendo líderes de América Latina por ejemplo, a quiénes se respeta, a quienes se estima».

Viera-Gallo agrega que lo peor es cuando se pierde el principio de autoridad, cuando «no se le tiene el mínimo respeto» y cree que del escrito se desprenden una serie de consejos prácticos para los que gobiernan actualmente. «Por ejemplo, si uno quiere introducir reformas en una sociedad, Maquiavelo dice que siempre son difíciles, pero señala que tienen que ser aplicadas gradualmente y sin que la gente lo perciba demasiado, porque si se alardea de las reformas, la gente que está herida de sus intereses por ellas, se va a poner muy en contra, y los partidarios no creen tanto, porque en el fondo son promesas, no son realidades que ellos hayan vivido».

Durante la conversación, un tema abordado fue la forma en que Maquiavelo plantea el concepto de realismo político en su obra. «Es un llamado a terminar con las justificaciones ideológicas de cualquier tipo, decir las cosas como son. Sin embargo, Maquiavelo no se resigna, no es que él diga ‘son así entonces no tenemos nada que hacer’, lo que él plantea es que hay que hacer algunas tareas, pero esas tareas no provienen tanto de un ideal ético abstracto, no es para que los hombres sean buenos, ni felices, eso será tarea de otros, pero sí para que la sociedad logre algunos fines» sostiene Viera-Gallo.

Para el ex Segpres, no hay solamente una lectura de El Príncipe. «Nadie puede decir ‘esta es la lectura’, el libro es como multifacético, cada uno lo va a leer desde su punto de vista filosófico y momento histórico».

Revisa acá la conversación completa entre José Antonio Viera-Gallo, Manfred Svensson y Daniel Mansuy en El Barril de Diógenes