«Este no va a ser un gobierno comunista«, aseguró Ramón López, asesor económico del alcalde de Recoleta, Daniel Jadue, en una entrevista concedida a El Mercurio. El diálogo ocasionó revuelo debido a que sus premisas distan del programa de gobierno del abanderado del Partido Comunista (PC) por La Moneda y de los fundamentos de la tienda presidida por Guillermo Teillier.

El economista López asegura que Jadue, militante del PC desde 1993, liderará una gobierno de «izquierda progresista, muy parecido al gobierno de Portugal y de Uruguay con Mujica». Dichas declaraciones se producen días después de que se conociera el programa político del líder comunista, el cual generó diversos cuestionamientos, especialmente desde el mundo financiero y empresarial.

Su asesor económico cree que existen «temores infundados», y promete que seguirá «llegando inversión extranjera» a Chile en un eventual gobierno de Jadue. No obstante, una mirada a las resoluciones del XXVI Congreso Nacional del PC, realizado a finales de 2020, y al propio programa del Alcalde de Recoleta evidencian una política que responde plenamente a la ideología de la colectividad en el plano financiero.

«Nuestra proyección de un Nuevo Modelo de Desarrollo debe, en primer lugar, relevar el protagonismo del Estado como propietario y regulador, con iniciativa productiva y propiedad de los recursos naturales», plasmó el PC en una resolución de su Congreso Nacional.

Esta premisa no es negada por López que, en dicha entrevista, aseguró que «lo único que va a hacer el gobierno de Jadue es darle más prominencia al Estado«, aunque matizó que eso no significa una desaparición del sector privado. «Sería una locura, si ellos producen empleo, inversión. Lo que queremos es complementar al sector privado», admitió.

Muchos analistas consideran que esto podría ser una frágil promesa. Rafael Rincón, consultor de Liderazgo y Estrategia Asuntos Globales del Proyecto Quadriga, advierte que «el comunismo es irreformable», porque es una «doctrina bastante cerrada».

La «Nueva Economía», según Jadue

Jadue, en su programa, propone una «Nueva Economía» para transformar la «forma en que se crea y distribuye el valor de la producción (la genuina riqueza del país)». De este modo, el candidato presidencial del PC propone «un impuesto de salida (exit tax), que implica gravar el patrimonio de quienes presenten una solicitud para dejar de ser residentes del país».

De acuerdo con su asesor económico todavía no existe certeza si será incorporado este aspecto, porque «trae la idea de regímenes fuertes, controladores». No obstante, está escrito en el programa que el propio Jadue presentó y donde se expresa la intención de aplicar impuestos patrimoniales para «otorgar mayor progresividad» al sistema tributario de Chile. «Proponemos la implementación de un impuesto permanente a los patrimonios dirigido a las y los súper ricos», apunta el texto que, además, promete que la medida no afectará la inversión ni a los sectores medios de la población.

Así, pretende considerar «el patrimonio que las y los residentes mantengan tanto en Chile como en el extranjero«. Según el programa del abanderado del PC, está previsto realizar «modificaciones a la ley de herencias y donaciones de forma que este impuesto incremente su aporte al fisco».

Rincón dice que existen «fundamentos esenciales» en los partidos comunistas que suponen «matices de aplicación pragmática», pero siempre conservan unas bases. «La propiedad privada siempre va a estar cuestionada en el comunismo, sea bajo la forma de la eliminación total y formal, o bajo otras formas», acota.

El consultor expone un ejemplo: «El desprecio por la propiedad privada es un punto central del comunismo, y pudiese argumentarse que está el caso de China, que es lo que están viendo algunos partidos comunistas; pero China tiene el control total sobre todo en su país. Es decir: existen empresarios, pero de alguna forma ofrecen cierta lealtad al partido. Es una especie de clase empresarial ligada al Gobierno. Es decir, el Estado necesita tener un control total de la economía».

Expropiación, la palabra prohibida

El discurso del abanderado del PC intenta ser atenuado a meses de los comicios presidenciales. López, incluso, admite que tiene «prohibido» usar la palabra expropiación, luego que se generara nerviosismo al pensarse que el precandidato acudirá a este mecanismo y a las nacionalizaciones. Pero uno de los aspectos del programa de Jadue afirma que se creará «una Comisión de Estudio de Restitución de tierras, que permita estimar, en conjunto, a los pueblos indígenas, el número de hectáreas reclamadas y determinar conjuntamente los mecanismos de expropiación que permitan la restitución con correspondientes compensaciones por parte del Estado«.

El asesor también matizó un punto determinante del programa del candidato presidencial del PC, el cual plantea eliminar los beneficios asociados a los combustibles, «tales como su exclusión de la base del IVA y el crédito del diésel para transporte de carga e industrias» y «aumentar el impuesto específico, al diésel». Consultado si se eliminará el reintegro a los transportistas, el asesor económico manifestó su preocupación por los «efectos políticos» de aplicar esta medida: «Puede afectar mucho al gremio de los camioneros, y sabemos cómo son, bravísimos, por eso hay que tener mucho cuidado».

Promete que un gobierno de Jadue sería «absolutamente diferente», en términos económicos, al del ex Presidente Salvador Allende. Explicó que no están «pensando en replicar el pasado» y nadie estaría «pensando en replicar olas estatizadoras, ni en reinstalar el régimen soviético o el modelo de Allende». Pero en las conclusiones del XXVI Congreso Nacional del PC reivindican a la figura del ex Mandatario y a la Unidad Popular, que califican como un «proyecto inconcluso, pero no derrotado» después de 50 años: «Esa experiencia del pueblo chileno, encabezada por Salvador Allende, sigue vigente. Diversos procesos emancipadores en nuestro continente la consideran en su camino hacia el socialismo, la independencia nacional y la integración de pueblo a pueblo».

Otra de las propuestas más controvertidas de Jadue señala que las administradoras de fondos previsionales «ya no podrán cobrar cotizaciones, calcular pensiones o pagar las pensiones. Se termina con la cotización obligatoria a las AFP y con las cuentas individuales dentro del sistema de pensiones».

Su asesor económico, sin embargo, dijo que esos fondos son «absolutamente privados de cada persona, no los vamos a tocar» y que la «gente podrá hacer lo que quiera con esa plata: dejarla en la AFP, cambiarla al nuevo sistema o sacarla, se va a respetar religiosamente la propiedad privada sobre los fondos previsionales».

Menos parecido a Alemania, más cercano a Venezuela

Pero López no es el único que intentó suavizar líneas en el programa de campaña de la carta presidencial del PC. En defensa de su programa de gobierno, Jadue dijo que en Alemania trabajan 29 horas semanales para justificar una reducción de jornada laboral. Su afirmación fue incorrecta, porque en el país europeo una jornada completa alcanza 41 horas.

Rincón observa en las propuestas del candidato comunista más parecidos con el régimen chavista que con el gobierno alemán. Para ilustrar con un ejemplo rememora una frase del ex Presidente Hugo Chávez durante sus primeros años de gobierno: «Los enemigos de la Revolución, que son los enemigos del pueblo, que es la burguesía, los ricos y los súperricos, se la pasan tratando de convencer al pueblo de un rosario de mentiras, como que la Revolución les va a quitar la propiedad privada. Son ustedes, burgueses, los que le quitaron al pueblo todo, los que expropiaron al pueblo desde siempre».

La idea del PC, según consta en su resoluciones del XXVI Congreso Nacional de la colectividad, es «asestar una derrota estratégica a la derecha, a los neoliberales, a las oligarquías y los clanes económicos, mediante la fuerza del pueblo movilizado«. También explican que están en un «contexto mundial de fuertes e intensas contradicciones y grietas sociales, marcadas todas ellas por las secuelas del capitalismo salvaje».

Rincón, entre los paralelismos de las propuestas de la carta del PC con el chavismo, destaca un aspecto que le recuerda a Venezuela: la prohibición de desalojos forzosos de viviendas o inmuebles, lo cual provocó que varias personas perdieran sus propiedades ocupadas de manera arbitraria en ese país. Según el programa de Jadue, «bajo ningún punto se considerará el uso de la fuerza para el desalojo de asentamientos precarios, lo cual estará garantizado cuando el derecho a la vivienda prime por sobre el derecho a la propiedad privada».

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