Cuando ayer en la mañana el Banco Central publicó que el Imacec de abril había alcanzado un 2,1%, el análisis que hizo Hacienda fue de alerta. «No nos satisface, la economía chilena puede crecer bastante más que esto”, dijo el ministro Felipe Larraín. Con estos guarismos la meta de crecer 3,5%, dicen los especialistas,  se torna más compleja.

Si a eso se le suma que las reformas por las que apuesta La Moneda -como la tributaria y la laboral, entre otras- enfrentan una compleja tramitación en el Congreso con una mayoría opositora, el desafío es mayor. En conversación con El Líbero, el economista Alejandro Alarcón, ex gerente general de la Asociación de Bancos  y académico de la Universidad de Chile analiza este escenario.

-El Imacec de 2,1%, es un alza en relación al anterior, pero aún es considerado bajo. ¿Cómo se debe leer esto considerando que el gobierno espera que haya un crecimiento entre 3 a 3,5%?

-El Imacec de abril revela que la trayectoria de crecimiento está más débil que lo que se esperaba. Eso es innegable, y esa trayectoria ya la veníamos observando a fines del año pasado. En el último trimestre de 2018 la inversión, y sobre todo la inversión del componente construcción, estaba bajando a dos tercios de lo que tenía durante el año completo. La inversión en equipo y en instalaciones también tenía un rezago importante. Eso se suma a que el consumo no ha podido recuperarse. La masa salarial tiene una trayectoria del 2% y estamos esperando el IPOM del lunes para ver si efectivamente se puede recuperar en niveles que tiendan al 4% que es la cifra que. creo, es necesaria para que el consumo se recupere.

Es una declinación, no es una caída, pero es una declinación. Y aunque hubo cambio en el trabajo de mejor calidad, todavía no es suficiente para impulsar el consumo en el país».

-Se ven bajando todas las cifras…

-Lo que hemos tenido en estos meses, y sumaría los tres últimos del año pasado, es una declinación en la trayectoria de inversión y en la trayectoria de consumo. Es una declinación, no es una caída, pero es una declinación. Y aunque hubo cambio en el trabajo de mejor calidad, todavía no es suficiente para impulsar el consumo en el país.

-¿Cuánto influye en estas cifras las expectativas?

-Las cifras de inversión están ligadas a expectativas negativas dada la crispación política que hay y dado el ambiente en algunos sectores de la oposición que se oponen a las principales reformas que ha intentado impulsar la administración Piñera.

Es esencial poner en marcha un programa de concesiones que revitalice a la construcción de caminos, puentes, puertos, aeropuertos. Porque una mejor infraestructura va a bajar los costos de cualquier inversión que queramos hacer».

-Usted ha dicho que esto podría cambiar si se avanzara en las reformas tributarias, laboral, etc. Pero como el ambiente está «crispado» como usted lo describe, ¿qué se debería hacer? ¿buscar otro camino para mejorar las cifras de crecimiento?

-Efectivamente el principal problema que tiene La Moneda es que no cuenta con mayoría en el Congreso, pero igualmente el Presidente fue elegido por una gran mayoría, por lo tanto, el gobierno debería hacer lo que prometió y eso incluye las reformas. En la tributaria, la integración del sistema tributario es clave para la inversión, sin esa integración, la tasa de crecimiento de la inversión no va a ser la que necesita el país ni la que necesita el mercado laboral. Y en la previsional, el Ejecutivo tiene que insistir, por un tema de principios, en que la gente decida sobre sus ahorros. La gente no confía en fondos estatales de reparto que al final no asegura que la compensación va a ser mejor que un sistema de capitalización individual.

-Pero la integración en la reforma tributaria ahora está siendo puesta en duda desde un sector del mismo oficialismo. Por lo tanto, si la reforma no avanza, ¿es una “buena salida” que el gobierno esté dándole mayor énfasis a las obras públicas?

-Primero, sacar la reintegración de la reforma sería un tremendo error porque afectaría a la inversión en el mediano plazo, en los próximos años. Y eso  y lo vamos a ver reflejado probablemente en el cálculo del producto tendencial. La inversión está mostrando una caída precisamente por eso, porque no hay incentivos. Y respecto de Obras Públicas es esencial poner en marcha un programa de concesiones que revitalice a la construcción de caminos, puentes, puertos, aeropuertos. Porque una mejor infraestructura va a bajar los costos de cualquier inversión que queramos hacer. Eso se necesita para seguir creciendo. Ya existe la Ley de Concesiones, la Ley de Infraestructura.

-¿Cuáles son sus expectativas? ¿Se puede cumplir entre el el 3% y el 3,5%?

Mi proyección para este año es de un 3,2%, pero los vaivenes internacionales pueden sacudir al país, no estamos inermes a la situación internacional, pero también la crispación política puede hacer daño.