Lo que debió ser un agradable viaje familiar de turismo de 10 días en Cuba, terminó en un interrogatorio de una hora con un oficial militar del temido Ministerio del Interior, en que fue acusado de violar las leyes isleñas.

Es la experiencia que tuvo el mes pasado Cristián Larroulet, el ex ministro secretario General de la Presidencia de Sebastián Piñera, quien en una columna en El Mercurio relató que en la cita le dijeron que había “violado la ley por reunirse con contrarrevolucionarios”.

Su «delito» había sido visitar a Dagoberto Valdés, un intelectual católico director de la digital Convivencia, y a los periodistas de 14ymedio, de Yoani Sánchez. El oficial le detalló todo lo que había conversado con ellos, lo que dejó sorprendido al ex ministro, quien le replicó que eran amigos y no «contrarrevolucionarios».

articulo del nuevo herald sobre cristian larrouletSu experiencia se replicó en varios medios en español en Estados Unidos, quienes denunciaron la situación ad portas del viaje del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a La Habana el 21 y 22 de este mes.

En esta entrevista con “El Líbero”, Larroulet profundiza en su experiencia y cuenta detalles inéditos.

-En términos generales, ¿qué impresión le dejó  su viaje a Cuba?

-La de un país y un pueblo culto, capaz y ansioso de oportunidades que lleva 57 años prisionero por una dictadura que vigila y controla todo. Recién ahora, no por convicción sino que por necesidad, están abriendo un ínfimo espacio de libertad económica pero a la vez eliminando todo otro espacio de libertad fundamental. No hay libertad de reunión ni de expresión con lo cual se impide el surgimiento de la sociedad civil.

-¿Por qué cree que el Ministerio del Interior lo citó?

citacion al ex ministro Cristian Larroulet-Mi citación por parte del Ministerio del Interior cubano responde a que no permiten ningún espacio de libertad que permita una sociedad libre y abierta. Hay que recordar que el principal ente estatal de control ciudadano en ese país es precisamente ese ministerio. Lo hace a través de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), que existen en cada barrio y que denuncian a los ciudadanos que se apartan de la línea del régimen, y de decenas de miles de policías que de civil vigilan en las calles. Como me lo dijo el oficial que me citó, a mí me vigilaron desde el día que llegué a Cuba y, no solo eso, me siguieron al detalle. Por ejemplo el mismo oficial me relató las conversaciones que yo había tenido en las casas que visité. No solo eso, dos policías de civil detuvieron e interrogaron al taxista que me trasladó en La Habana. Yo recomiendo a los interesados en Cuba leer el libro Persona Non Grata que escribió Jorge Edwards en los 70 y que muestra exactamente lo que yo viví hace dos semanas.

-¿Le dijeron qué pena arriesgaba por reunirse con los disidentes?

-No me lo dijeron explícitamente pero me dijeron que “estaba violando la ley al reunirme con contrarrevolucionarios”. Eso puede significar varias cosas no muy difíciles de imaginar.

-¿Temió que lo podrían haber detenido y condenado, como le pasó al contratista norteamericano Alan Gross, quien estuvo preso cinco años por ayudar a la disidencia?

-Esa entre otras opciones. Afortunadamente, creo yo, me acompañó a la reunión el embajador de Chile en Cuba y él se movió con la Cancillería cubana. De hecho, llegó al lugar de la citación el encargado de Chile de la Cancillería cubana. Creo que eso ayudó a que no pasara a mayores.

-¿Vio alguna apertura política/económica del régimen?

-Apertura política ninguna, más bien, si uno observa la represión a las Damas de Blanco, es al revés. En lo económico hay apertura ya que se permite emprendimientos muy controlados en lo relacionado con servicios asociados al turismo principalmente. Ahora bien, creo que no van a poder resistir mantenerlo hiperregulado y limitado como es hoy, ya que las necesidades sociales son enormes y el espíritu emprendedor cubano es extraordinario. Mire lo que han logrado de progreso en Florida. Lo transformaron en uno de los estados de mayor progreso en EE.UU. La economía informal de la isla se aprecia en todas partes. Te venden en el mercado paralelo de todo.

cristian Larroulet en Pinar del Río-¿Qué percepción de la sociedad civil y el futuro de Cuba le dejaron sus conversaciones con los disidentes cubanos?

-Los disidentes que yo conozco son personas pacíficas, partidarias del dialogo y la gradualidad. Son profundamente demócratas. Para nada “contrarrevolucionarios” como los califica la dictadura de Castro.

-¿Qué opina de la visita de Obama? ¿Ayuda o perjudica al régimen?

-Siempre he sido contrario al bloqueo de Estados Unidos. Creo que ha ayudado a la continuidad de la dictadura de los Castro por 57 años, que debe ser una de las de mayor extensión en el mundo moderno. Por eso valoro los pasos de Obama, pero creo también que es clave que empuje en forma decidida en favor de la libertad en el amplio sentido de la palabra.

-¿Qué podría hacer el Gobierno de Chile por la democracia en Cuba?

-Creo que los chilenos debemos hacer mucho más por el término de la dictadura cubana. Eso es tarea del Gobierno, el Congreso y la sociedad civil. No hay que dejarse atemorizar por el régimen castrista, como lo hizo el Presidente Piñera cuando se juntó con Berta Soler en La Habana el 2014 a pesar de la presión  del Gobierno para impedírselo. El Gobierno chileno debería adoptar la medida de que todas las autoridades que vayan a la isla deban reunirse con los disidentes cada vez que haya visitas oficiales.

¿Qué le dice a los políticos chilenos que apoyan el régimen de los Castro?

-Especialmente a los líderes jóvenes les digo que deben jugársela por la libertad en Cuba. Valoro lo que hacen Patricio Walker y Felipe Kast. Me gustaría ver a Gabriel Boric, Jackson y Camila Vallejo jugándosela por la defensa de derechos humanos fundamentales que hoy no existen en Cuba.

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