Si Ud. pensaba que la política nunca antes fue tan violenta y bruta y que las intrigas de palacio eran solo para sofisticados e inteligentes hombres y mujeres en traje, lo invito a ver Vikingos y conocer a quienes con un hacha en la mano tuvieron el mundo a sus pies.

Ragnar Lothbrok, es el impronunciable nombre de este campesino vikingo que logra imponerse a todo y a todos hasta cumplir con sus sueños de conquista. Esta serie original de History Channel, sello que se nota y agradece, ya va en su tercera temporada la que actualmente es exhibida en Fox Action, y las dos primeras están en Netflix.

Esta serie tiene el mérito de abrirse paso igual que los Vikingos, de forma ruda y violenta, pero con una historia sencilla que te va atrapando y mostrando la sociedad vikinga, sus relaciones de poder, sexo, religión, todo esto con la magia de un pueblo rudo, cuya mayor singularidad o secreto es quizás que no le temen a la muerte. De hecho sus guerreros la buscan como paso glorioso al Valhalla.

Ragnar Lothbrok es un héroe histórico y mitológico del mundo escandinavo, uno de los reyes. Pero en la serie es siempre un campesino valiente, guiado por un espíritu inquieto, siempre queriendo conocer y aprender de otros mundos, eso lo mueve más que el poder, las batallas o las mujeres que lo van acompañando en este recorrido.

El ritmo de esta serie es acelerado, en todos los capítulos la historia se mueve con agilidad, no solo por las escenas de batallas, que cuando se pelea con hacha y espada, se entiende la brutalidad y violencia que fueron el sello de estos fieros guerreros nórdicos. La que se expresaba en toda su vida, en sus relaciones de amistad por ejemplo, no es raro que una simple discusión desemboque en una dura pelea donde abunda la sangre y las heridas, para luego beber una cerveza o agua miel.

El poder como objeto de deseo, traiciones, amistades y lucha, es un subtexto que está presente en toda la serie. La movilidad social es igualmente brutal, de rey a esclavo, de enemigo a aliado, de amigo a traidor, la descripción de esta humanidad en versión vikinga se hace atractiva e inevitablemente te encuentras comparando quien en nuestra política criolla seria cada cual de los personajes.

Mención aparte merece el personaje de Lagertha, a través del cual vamos entendiendo el rol de la mujer en el mundo vikingo, ella se desarrolla a la par de su marido, Ragnar, comparte sus aventuras, triunfos y derrotas, codo a codo toman el azadón cuando cosechaban su granja y pelean cada uno con su hacha en cada batalla por Europa. Su influencia es decisiva en el curso que va tomando la historia de este puñado de guerreros, articulando las relaciones entre su familia, entre los amigos y entre los guerreros.

Inglaterra primero y Francia después son los escenarios de las conquistas y saqueos de esta cofradía de guerreros del norte, su relación con los cristianos, las diferencias de idioma, cultura, nos dan la oportunidad que a propósito del secuestro del joven monje inglés Athelstan, vayamos conociendo la vida diaria de este pueblo, cuando se recluye en sus pueblos con sus familias y se dan tiempo para sus ritos y dioses.

La serie Vikingos es una de esas que te encuentras en la televisión un domingo y no sabes muy bien porque la estás viendo, pero como las buenas series te atrapa rápido y no puedes parar de ver un capitulo detrás de otro, una temporada detrás de otra hasta que te encuentras esperanzado y ansioso que hagan una cuarta entrega, que te permita seguir navegando por los fiordos nórdicos de Europa junto a Ragnar y Lagertha.

 

Gonzalo Müller, académico y analista político.

 

Vikingos

Temporadas: 3
Capítulos: 29
Creador: Michael Hirst
Dónde verla: Netflix
Calificación en IMDb: 8,6
Trailer:

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