Pernil de cerdo cocido

(Para los presidentes de los partidos de Chile Vamos)

4 perniles de cerdo

2 cebollas

2 hojas de laurel

20 gramos de pimienta

2 zanahorias

2 cucharadas de ají en pasta

2 cucharaditas de ají de color

1 diente de ajo molido

Agua

Sal

Me cabe una duda… ¿brigadas de menores o más bien escuela de sapos? Esta es la última “brillantez” del alcalde Lavín para seguir apareciendo en diarios y matinales. Para los que no se han enterado, ahora el perla quiere mandar a los cabros chicos a comprar copete para pillar in fraganti a los comerciantes que infringen la ley y así controlar la venta de alcohol a los menores de edad. Alcalde, creo que esta vez se le pasó la mano. Me parece de muy mal gusto aprovecharse de la inocencia de los niños, fomentar la mentira y ponerlos ante tamaño riesgo, porque seguro, más de un picado va a cobrar venganza por haber sido echado al agua. Y por lo demás, ¿pensó en algún minuto que este jueguito les podría quedar gustando? Esta gota me anduvo rebalsando el vaso, así que esta semana no le voy a dar ningún “like” a su medida.

El premio a los más revoltosos se lo llevaron los alumnos del Instituto Nacional que, entre votaciones y consultas, decidieron partir la semana tomándose el colegio, acusando que la respuesta de la Municipalidad de Santiago era “insatisfactoria” a su petitorio. En él exigían, entre otras cosas, la derogación de la Ley de Aula Segura, la desmunicipalización efectiva y que se incluyera una opción vegana en los menús de la Junaeb. ¡Plop! El alcalde Alessandri reaccionó bien y rápido desalojando el célebre edificio de la calle Arturo Prat 33 al que, admitamos, prestigio le queda bien poco. Me encantaría saber dónde está la exalcaldesa, Carolina Tohá, para preguntarle qué tipo de combustible ocupó para encender este entuerto.

La Maya Fernández reconquistó el plato Ropa Vieja que le dediqué hace un par de semanas al reafirmar, tras el reconteo de los votos, que fue la primera mayoría en la votación del Partido Socialista. Después de 17 días, finalmente salió humo blanco (¿o gris?) y ganó la lista de Elizalde. La disidencia del PS, liderada por el diputado Marcelo Díaz, ingresó una serie de recursos al Tribunal Supremo con la idea de anular la elección en cuatro comunas donde se habló de votos marcados, más sufragios que militantes inscritos, y personas ofreciendo ayuda municipale, dinero y beneficios, todo supuestamente con la intención de votar por la lista de Elizalde. ¡Lindo espectáculo han brindado los socialistas! El ex subsecretario del Interior de la Señora, Mahmud Aleuy, le puso pimienta al declarar que el PS pasó de la irrelevancia a la insignificancia.

El que relució esta semana y se las dio de superhéroe –al más puro estilo Capitán América– fue el ex candidato presidencial, José Antonio Kast, quien llegó al Servel a inscribir el Republicano, su partido. El héroe americano llegó escoltado por los diputados Urrutia (honrado como vicepresidente del conglomerado) y por el Rojo Edwards el que, dicho sea de paso, se vio bien mal alimentado. El trío se ganó la pantalla rápido; es que la estrategia de pegar de entradita y fuerte a su propio sector fue un acierto. Así no más, porque se autodefinieron como una “derecha sin complejos”, apuntando a sus correligionarios como “derecha light”.

José Antonio, los de tu sector quedaron golpeados, adoloridos e incómodos de la guata con tus ínfulas de consistencia. Creo que te mereces un plato y se me ocurrió volver a tus raíces, a ese icónico local del kilómetro 42 de la Ruta 5 Sur, cerquita de la ermita de Fátima, donde tu padre inauguró el primer local del Bavaria. La receta no puede ser light, por eso mismo, démosle con el pernil de cerdo con chucrut alemán, perfecto para compartir con los presidentes de partidos de Chile Vamos. Total, ya tienen el estómago preparado para recibir otra bomba.

Pasemos a la cocina e invita a la Jaqueline Van Rysselberghe (UDI), a Mario Desbordes (RN) y Hernán Larraín Matte (Evópoli) a vestirse con delantal blanco y disponerse para la ocasión, ya que deben saber que, aquí, el mango del sartén lo tienes tú.  En una olla de gran tamaño y con abundante agua –tipo olla común–pongan los perniles, la cebolla, la zanahoria, hojas de laurel, granos de pimienta y la sal. Déjenlo cocinar por unos 90 minutos hasta que los perniles estén tiernos.

Da la orden de que, una vez blandos, los saquen del agua y los aliñen con ají de color, ajo molido y pasta de ají colorado. Estamos listos, preparen la mesa y coronen cada plato con un pernil acompañado de chucrut alemán. Es muy probable que se acuerden por mucho rato de esta preparación, pero para sus invitados no resultará ninguna novedad, porque desde el lunes que se les viene repitiendo la imagen de un rubio superhéroe ante el SERVEL levantando la tricolor bandera del Republicano. Señores, les aconsejo que ahoguen la pesadez con vino tinto, un aliado perfecto para apaciguar la guata y pasar las penas. ¡Salud!

@politicaycocina