Como estamos todos más nerviosos que gallina criando patos (me ha dao’ con las aves de corral) y técnicamente no puedo hacer campaña por el… bueno, ustedes saben, mejor hablemos de temas más relajantes; qué me dicen de los últimos capítulos de la segunda temporada de Chile: ediciones inviables. Qué wokeflix, amazon, el disneiplas que ya no ve nadie, porque te descuidas y te chantan un personaje no binario… No. ¡Chile tiene guionistas de verdad!

No sé ustedes, pero cada vez que digo, ahora sí que sí, no pueden sorprenderme ¡pah! Como en una fabula moderna, los actos pasados de nuestros personajes vuelven en el peor momento posible a guanearlos, pero de arriba abajo. Y uno pensando que encontrarse con el ex en un aeropuerto ya era bastante malo ¿Qué me dicen de aquel joven que no es delincuente (sic), indultado por S.E. cuando todavía comíamos las ultimas papitas duquesa de la Navidad pasada? Porque convengamos que todos sabíamos que Luchito volvía a la que es su profesión, pero el timing…el timing en la vida lo es todo. Pa’ que te digo en los guiones.

Y como Diosito tiene sentido del humor, la captura del buen Luchito nos ha dejado declaraciones de antología. ¿Vieron al ministro Monsalve tratando de contener el río de excremento que se le venía encima? Por si no lo han visto, ese hombre es hoy el rostro del arrepentimiento. Pa’ no ser menos, Camila, la bella, salió a educarnos en sinónimos de “presunto”. Esa mujer no va a tener arrugas y sospecho que no será por su skincare. Y para concluir, mi favorito, el hombre que le ha dado a Chile tantos momentos de sana diversión, el lector, diputado Naranjo, que lanzó la provocadora tesis de que era todo un tongo pre-plebiscito… Sí poh, obviamente que había que dejar al secuestrao’ en el maletero del auto hasta el lunes, martes pa’ que nadie se ponga suspicaz. En serio, yo quisiera dedicarme a escribir de vinos, restoranes, viajes (me ofrezco para hacer un viajero-líbero 5 estrellas, por qué no) pero con esta abundancia de sátira, sería injuriar a la Providencia no recogerla.

En la misma semana, la ministra Tohá, que yo te juro que pensé que ya no trabajaba en el gobierno, onda, completamente submarineada, le califica de “patético el show” a una concejala de Renca que la interpelaba por la seguridad de los vecinos. De pasaíta le dijo “weona” también, pero tranqui que se disculpó con esa sinceridad y calidez que la caracterizan.

En serio, en súper buena se los digo, ¿no era más práctico sacarse una bandera del poto como la otra vez?

Mientras, en planeta árbol, nuestro Presidente haciendo pucheros, como siempre porque nadie pesca sus estupendas noticias. Así es que les voy a contar una súper buena; gracias a la campaña del gobierno hay menos incendios forestales que el año pasado. Porque como todos sabemos, la mayoría son provocados… Sí, sí, leyeron bien, eso descubrió el gobierno. Fíjate que en febrero de este año los que nos atrevíamos a decir obviedades éramos reaccionarios, negacionistas del cambio climático, enemigos de santa Greta y san Leíto Di Caprio. Pero el gobierno es tan seco, pero tan seco, que habló con el cambio climático y los conejos y este año están super sosegados, al menos hasta el lunes. Un exitazo.

A propósito de conejos, y yendo ya de guata al plato fuerte de esta columna, todo lo anterior se da en el marco del clímax de la investigación por el caso Democracia vivaracha. Vieron que los dos hombres adultos fueron detenidos por la PDI y además hemos tenido acceso a detalles tan jugosos como los guasaps de los involucrados. Aquí, lejos de mi afán de patear a la gente en el suelo, con todo cariño, ¿es que nada pueden hacer bien? Te lo digo, a todos como chilenos nos indigna y nos ofende esta situación, ¡pero a mí además me indigna y me ofende lo pencas que son pa’ hacer todo!  ¡Mira que andar dejando todo por guasap!

Como que de repente se me apareció muy clara la imagen de un jefe que tuve que decía “yo los voy a respaldar siempre, pero, no puedo ser como marido engañado, el último en enterarme”. Era buena frase, y me acordé, porque a esa estamos jugando en este gobierno, a quién fue el último en enterarse. Peor aún, porque como en el caso de ese arquetípico marido engañado, el pobre don Otto, la solución del gobierno, ha sido y como que quiere seguir siendo, aquello de vender el sillón donde se ha consumado la cornamenta. Me van a perdonar, pero es muy cuma eso, y no creo que ya con dos años de cortar hilitos por lo más delgado (con predominancia femenina ah, sin paridad) la estrategia vaya a funcionar, fíjate.

Es mucho, es demasiado, y ya todos como que sabemos que en ese canasto de hamsters en celo que es Apruebo Dignidad, no hay mucho de lo segundo y más bien hay búsqueda y abuso de poder, plata, sexo, calzones, polímatas prófugos, mentiras, etc. En serio, esto es un guión de Netflix esperando ser escrito.

K-Sandra

Esta pitonisa piensa que la perplejidad de Chile sólo se compara con la incomprensión frente al apoyo duro a este gobierno. Porque mientras los cuadros del FA se van quedando en completa bancarrota moral, la verdad y la realidad con esa pertinacia tan burguesa que tienen, se nos presentan como ineludibles. Y la cosa es que parece cada día más evidente que nuestro don Otto sabía, sabía todo, pero eligió vender el sillón, o más bien, a los amigos.

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