La recientemente promulgada Ley Marco para la Inversión Extranjera en Chile, a diferencia del actual estatuto que rige esta materia, crea una institucionalidad que tiene como principal objetivo la atracción de capitales extranjeros a Chile. Es así como se refiere a la estrategia que debe adoptar el o la Presidente de la República para el fomento y promoción de la inversión extranjera, pero a su vez deja un importante reto: acompañarla de políticas macroeconómicas que mantengan el liderazgo de Chile en la región, ya que de lo contrario esta ley por sí sola no debería tener mayores efectos.

En un primer balance podemos decir que con esta promulgación no nos cabe duda que la promoción de la inversión extranjera en Chile pasa a ser una tarea prioritaria del Estado, con participación privada y descentralizada a través de su Consejo Consultivo.

En lo concreto, entre las disposiciones de esta ley destaca la creación del Comité de Ministros que tendrá la misión de fomentar y promover la inversión de capitales externos en el país. La nueva figura se completa con la creación de una Agencia de Promoción de Inversión Extranjera, que puede constituir un Consejo Asesor Consultivo con participación público-privada.

Un punto destacable de esta ley es que le asigna tareas a los diferentes intervinientes que van a atraer capital extranjero, por lo cual la coordinación entre los diferentes órganos pasa a ser una tarea básica para el éxito de la estrategia de atracción de capitales. A modo de ejemplo, el Consejo de Ministros debe desarrollar planes y programas para la implementación de la estrategia de fomento y promoción de la inversión extranjera, así como velar por la coordinación de los órganos del Estado vinculados a la implementación de la estrategia de fomento. Por su parte la Agencia, entre otras responsabilidades, podrá organizar misiones públicas o privadas de potenciales inversionistas o colaborar con los inversionistas extranjeros en la generación de contactos o reuniones, entre otras tareas.

Desde mi experiencia, facilitar la materialización de la inversión extranjera a través de la ventanilla única para todos los trámites administrativos que deben llevar a cabo para crear la empresa en el país, es sin duda el punto perfectible de esta ley, que a su vez enfrenta el desafío de lograr la implementación, antes del 1 de enero de 2016, de la totalidad de los órganos creados.

 

Gustavo Cuevas, socio fundador de Cuevas Abogados.

 

 

FOTO: PABLO OVALLE ISASMENDI/ AGENCIAUNO

 

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