Mi interés inicial era escribir una columna optimista, pero viendo noticias en la televisión, me informo que en el Centro Comercial de Lo Castillo, en la Comuna de Vitacura, asaltaron una joyería. A continuación se informa, en directo, de un asalto a una óptica en un Mall de Los Trapenses, en la Comuna de Lo Barnechea, y más tarde asaltan la casa de la ex Alcaldesa Marta Ehlers en la misma comuna. Para completar la seguidilla de tragedias, el noticiero da cuenta de nuevos asaltos a bencineras, lo cual es pan de cada día en todas partes.

El día ya había partido mal, tras la ausencia de la Presidenta Bachelet la noche anterior a la cena de la Sofofa, en que dejó esperando a 1.200 personas, por un «trascendente» viaje al sur. La prensa matinal indicaba que traficantes de alerce hacían de las suyas, para transformar esta noble madera en ataúdes. En otro contexto, el Registro Civil seguía en huelga y la portavoz de los huelguistas, la Señora Nelly Diaz –que en la práctica es la Directora del Registro Civil-, amenazaba con poner fin a los turnos éticos. El vitalicio dirigente De La Puente de la ANEF acusa al gobierno de prácticas antisindicales por intentar atender con terceros en algunos lugares.

El ambiente está contaminado, el desempleo empieza a subir y hay preocupación por lo que viene. En el norte, cerca de la frontera con Bolivia, un camión chileno fue robado por bolivianos, cuestión habitual en esa zona. El negocio de la seguridad crece de manera impresionante. Cada barrio -incluido el mío- se organiza contratando empresas de seguridad, guardias, se instalan casetas y se ponen barreras. La población está como dormida. Se ha perdido la capacidad de asombro. ¿Logrará el despilfarro de los diálogos ciudadanos y la nueva constitución regresarnos a la normalidad?

Estoy cada día más pesimista de lo que viene. Estamos cercados. Ahora unos 450 mil chilenos que viven en el exterior podrán votar. De esos, estimo que un 80% son izquierdistas. Lucharán por sus «derechos» y así nuevos recursos fiscales llegarán a Suecia, a Canadá y a otros lugares del mundo para que los «compañeros» estén contentos. Más adelante podrán votar los hijos de chilenos nacidos en el exterior. La mayoría de ellos no volvieron a Chile, a pesar de los miles de millones de pesos que se le pagaron a los «retornados» y la posibilidad de trabajar en el sector público como asesores y también como empleados de planta.

¿Quién le pone racionalidad a este circo? Los defensores de las concesiones, como vehículo de progreso, corren peligro. En efecto, el ex ministro de Salud de Ricardo Lagos, Doctor Pedro García, fue impedido de asumir un cargo público por valorar positivamente el sistema de concesiones. Curioso, pues Ricardo Lagos fue el campeón del mecanismo y ahora crucifican a García. Este jueves, la Presidenta declaraba lo importante de las concesiones para Chile. El Papa Francisco anuncia que no viene a Chile el próximo año. Buena decisión vaticana, pues su visita sería torpedeada por la izquierda atea y por todos aquellos que tienen odio.

Chile no merece hoy la visita de un Papa. El tiempo pasa y de a poco los recursos irán mermando, nos haremos más pobres, partirán las farmacias populares, luego serán los supermercados de barrio, controlados por los «dirigentes». Cuando despierto en la mañana, cada día me cuesta más imaginar un futuro tranquilo para Chile. Percibo que irá aumentando el clima de tensión interno, sin beneficios reales para nadie. Cuesta entender el grado de obstinación con que la autoridad sigue gobernando. Cada día será peor. Aunque el ministro Valdés trató, en la Cena de Sofofa, de dar un mensaje de normalidad, la sensación general sigue siendo de incertidumbre, de pesimismo y de temor.

 

Andrés Montero J., Ingeniero Comercial U. de Chile, M.A. The Fletcher School of Law and Diplomacy.

 

 

FOTO: SEBASTIÁN RODRÍGUEZ/AGENCIAUNO

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