Las crecientes chances de que el Partido Demócrata Cristiano opte por no ir a primarias presidenciales, para darle más tiempo a su candidata, la senadora Carolina Goic, de posicionarse como candidata, han hecho crecer las especulaciones de que la tienda va a tomar un camino propio en noviembre de 2017. Pero la ausencia de una hoja de ruta propia arriesga a que el camino de la DC sea solo un rechazo a sus compañeros de ruta y no a las políticas que ha promovido el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.

Aunque la DC tomó la decisión de lanzar la candidatura presidencial de Goic a fines de enero, los incendios que azotaban la zona central obligaron a retrasar el anuncio. Ahora que formalmente la proclamó como su candidata, la decisión del PDC potencialmente puede poner la lápida en la coalición que gobernó a Chile por 23 de los últimos 27 años. Como la candidatura de Goic viene a coronar una serie de desencuentros entre el PDC y el Gobierno de Bachelet, la Nueva Mayoría parece estar más cerca de su fin que de su refundación. Las tensiones que se han producido entre el PDC y los otros partidos de la Nueva Mayoría han profundizado la percepción de que mientras la izquierda está comprometida con los cambios que prometió Bachelet para su cuatrienio, el PDC quiere poner el pie en el freno e incluso iniciar marcha atrás en algunas de las reformas más emblemáticas.

Por cierto, la candidatura de Goic pudiera no producir ningún quiebre si el PDC acepta participar de las primarias oficialistas el 2 de julio. Pero como la senadora necesita tiempo para hacerse conocida, resulta lógico imaginar el PDC optará por saltarse las primarias y esperar hasta agosto para ver si su candidata sube en las encuestas. Después de todo, el PDC siempre puede volver al redil y ser parte de la Nueva Mayoría cuando se inscriban las candidaturas presidenciales en agosto. Si para entonces Goic no es popular, el PDC la puede bajar a cambio de concesiones en la lista de candidatos al Congreso de la Nueva Mayoría. Si en cambio ella es popular, y para entonces los partidos de izquierda de la Nueva Mayoría todavía no han podido decidir quién será su candidato presidencial, Goic podría ser incluso la carta presidencial de la coalición. De cualquier forma, al no ir a primarias, el PDC logra mantener todas sus cartas para jugarlas en agosto.

Desde esa perspectiva, la decisión del camino propio tiene todo el sentido del mundo. Para el PDC es mejor apostarle a Goic antes que rendirse ya ante la candidatura presidencial de Alejandro Guillier, que nadie sabe si sobrevivirá hasta noviembre o si podrá convertirse en una alternativa viable ante el favoritismo que hoy tiene el ex Presidente Sebastián Piñera.

Lamentablemente, la estrategia del camino propio del PDC tiene mucho más sentido electoral que correlato ideológico. Resulta difícil imaginar cuáles serían las diferencias entre un Gobierno de Goic y lo que ha sido el de Bachelet. Aunque Goic aparece como más moderada —y en su minuto era parte del grupo de los colorines, la facción más conservadora del PDC—, la senadora por Magallanes ha sido una de los legisladores DC que más lealtad ha mostrado con el programa de gobierno que impulsó Bachelet. Si bien ha habido líderes DC que se han alejado de las posturas del Ejecutivo y que han alzado su voz para pedir el retorno de las políticas moderadas y la estrategia pragmática de los gobiernos concertacionistas, Goic no ha destacado por marcar diferencias con lo que hasta ahora ha sido el legado de Bachelet. De ahí que resulta curioso que la DC busque potenciar un quiebre con la hoja de ruta de la Nueva Mayoría promoviendo a una senadora que no ha sido una voz disidente del proyecto refundador que caracterizó al Gobierno actual.

Es verdad que en política la oportunidad hace al candidato. Ahora que la gente rechaza mayoritariamente la dirección en la que el Gobierno ha llevado al país y las voces críticas de la retroexcavadora son más populares que los apologistas de la refundación, resulta comprensible que muchos políticos que guardaron silencio y escondieron sus objeciones cuando Bachelet era popular y sus reformas eran celebradas por la gente, ahora se hagan oir. Pero para ser creíbles, esos políticos deben mostrar propuestas rupturistas con el statu quo de la Nueva Mayoría y posiciones alternativas a las que ha promovido este Gobierno. Hasta ahora, Goic no ha logrado encontrar su propia voz.

Goic recién inicia su campaña. Pero así como tiene poco tiempo para hacerse conocida y comenzar a marcar en las encuestas, la senadora por Magallanes también tiene que demostrar mucho más temprano que tarde que lo suyo no es solo una propuesta del tipo “mejor solo que mal acompañados”, y que el camino propio DC tiene una hoja de ruta diferente a la que ha guiado los destinos de la Nueva Mayoría.

 

Patricio Navia, #ForoLíbero

 

 

FOTO: JORGE FUICA/AGENCIAUNO

 

Sociólogo, cientista político y académico UDP.

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