La Conmebol confirmó que la  final esperada de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors se posterga para mañana a las 17:00 horas por incidentes ocurridos a las afueras del Estadio Monumental, justo cuando el bus que trasladaba al equipo visitante recibió una serie de ataques, lo que afectó en el estado físico de los jugadores.

El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, señaló que «esto no es una guerra, es fútbol y ambos clubes llegaron a un acuerdo».

El mediocampista de Boca Juniors, Pablo Pérez, salió escoltado del estadio tras ser dañado por uno de los vidrios del bus tras un impacto de un artefacto lanzado por hinchas del equipo local.

El vicepresidente de Boca tras reunirse con los dirigentes de River señaló que «no se puede jugar en estas condiciones(…) la posición de Boca es de no jugar».

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