Ayer, en una inédita declaración, los partidos Socialista, Comunista e Izquierda Cristiana -usualmente defensores del régimen de Venezuela desde que Hugo Chávez asumió el poder en 1999-, “instaron” al Gobierno de Nicolás Maduro a realizar un «juicio justo y pronto» a los dirigentes opositores políticos, liderados por Leopoldo López, preso desde febrero de 2014 tras dirigir protestas estudiantiles en contra del régimen.

Los cuestionamientos se dan luego de que los ex presidentes Sebastián Piñera y Andrés Pastrana, de Colombia, intentaran visitar el domingo pasado a López en la cárcel militar Ramo Verde, acción que fue impedida por el régimen de Maduro.

Antes, en noviembre pasado, el ex senador y ex ministro socialista del anterior gobierno de la Presidenta Bachelet, José Antonio Viera-Gallo, intentó visitar a López en la cárcel junto a una delegación de la Internacional Socialista, que también fue prohibida.
Jose Antonio Viera-GalloViera-Gallo conversa con “El Líbero” sobre la declaración del PS, PC e IC, la actuación del gobierno chileno y la situación jurídica y política de López y de Venezuela, en general.

– ¿Qué le parece esta declaración?

– Creo que es muy positivo que en el país haya consenso amplísimo, prácticamente unánime sin fronteras políticas, respecto de la exigencia de un juicio justo para Leopoldo López y los demás presos. Eso habla muy bien de la política chilena. Hay que recordar  que no sólo están presos Leopoldo y dos alcaldes, sino que hasta hace poco tiempo atrás había 70 líderes estudiantiles presos, no sé si han salido, pero hay buen número de estudiantes presos también. En ese sentido, es muy positivo que se haya producido este hecho de convergencia de opinión, con los matices propios que cada fuerza política le quiera poner a sus declaraciones. En segundo lugar, creo que también es muy importante que se haga un esfuerzo, respetando la plena soberanía de Venezuela, para que haya  un entendimiento entre las fuerzas políticas, que son las responsables de la conducción del país, tanto del gobierno como de la oposición, para que se encuentre una salida a una situación extremadamente difícil, desde el punto de vista económico, social, político y de las libertades públicas.

– ¿Es suficiente pedir un justo juicio a Leopoldo o debería estar libre?

– Bueno, si hubiera un juicio justo Leopoldo estaría libre. Lo que pidió el Comité contra las Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas es que fuera puesto en libertad. Esa petición fue planteada por la defensa de Leopoldo ante la jueza que lleva el caso, y después de un mes de tener cerrado el tribunal, desechó la petición. Entonces la defensa apeló a la Corte de Apelaciones, y hasta donde sé, no se ha pronunciado. Si se pide un juicio justo, como pide Naciones Unidas, la Corte de Apelaciones tendría que ponerlo en libertad.

Además, perfectamente, haciendo una petición mínima, podría darle libertad provisional y seguir el juicio adelante. Hay que tener en cuenta que él se entregó voluntariamente y no tiene ninguna voluntad de escapar de la justicia. No hay razón alguna para que no le den la libertad provisional, al menos.

– ¿La justicia venezolana da garantías de un justo juicio?

– No, lamentablemente no. No es una opinión mía personal, sino que lo dijo la Comisión Internacional de Juristas, donde en un informe muy categórico, con su sede en Ginebra, mandó una delegación de juristas de Europa y América Latina, Chile incluido, emitieron un informe muy categórico respecto de que la justicia se encuentra bastante condicionada, por decirlo de forma suave, por el poder político.  Creo que al final, incluso cuando el Presidente Maduro dice que está dispuesto a cambiar la libertad de López por la libertad del puertorriqueño Óscar López, condenado a 70 años por actividades violentas, el mismo está demostrando que tiene un poder muy grande en la justicia venezolana, porque respecto de Leopoldo no cabría un indulto porque no está condenado. Tampoco  puede retirar los cargos porque los formuló el fiscal, que es un ente independiente del gobierno. Maduro no está en condiciones jurídicas de proponer un cambio de prisioneros, salvo que tenga un poder, como el mismo lo confiesa, sin límites de la fiscalía y del Poder Judicial.

– ¿Cómo evalúa la actitud de la Cancillería chilena en este caso?

– Creo que se ha movido en la frecuencia que corresponde. El canciller ha hecho una declaración muy clara de que el Gobierno de Chile está dispuesto a ayudar al diálogo en Venezuela. Esa declaración fue rechazada en términos poco corteses por el gobierno venezolano, siendo que esa propuesta chilena se enmarcaba dentro del esquema de Unasur. Sobre las gestiones que la Cancillería pueda hacer, en lo que se suele llamar la diplomacia discreta, como tiene que ser discreta, corresponde que se mantenga en ese nivel.

– Entiendo que la esposa de López le mandó una carta a la Presidenta. ¿Qué gesto le gustaría a Ud. de ella?

– Yo desconozco esa carta. Lo que sí ha habido es una declaración donde ella dijo en forma muy prudente, atinada, que esperaba que Bachelet, como Presidenta y con su experiencia, siga con atención los acontecimientos en Venezuela. Y bueno, creo que eso lo hace la Presidenta.

– ¿Esperaría algún gesto de la Presidenta en particular?

– No, mire, yo creo que una cosa son las fuerzas políticas, los movimientos por derechos humanos, y otra es la política de Estado de un gobierno que toma en consideración múltiples  factores, y creo que no corresponde andar exigiéndole al gobierno que haga una cosa u otra. Lo que sí me parece muy claro, es la decisión del Gobierno de Chile en favor del diálogo, eso es muy importante, de parte de Unasur. Y después el gobierno sabrá cómo hacerle llegar sus inquietudes al gobierno  venezolano.

– ¿Esta declaración, que incluye un aliado histórico del régimen de Venezuela como el PC, muestra la debilidad internacional del Presidente Maduro?

– Creo que el régimen de Maduro se ha ido erosionando en su apoyo internacional. Ha habido una declaración muy fuerte del parlamento europeo, muy mayoritaria, ha habido declaraciones de los ex presidentes de la República, de Naciones Unidas, del secretario general de la OEA, ha habido declaraciones de la  Internacional Socialista, la Democracia Cristiana. Creo que Maduro está bastante huérfano de apoyo. Venezuela, más allá de que uno pueda tener simpatías políticas por uno u otro sector, vive una situación muy crítica. La situación es muy preocupante, no sólo por la prisión de estas personas,  sino además por la polarización extrema y la crisis económica actual con la baja del petróleo, que ponen un gran signo de interrogación respecto del futuro de Venezuela.

Foto: Voluntad Popular / El Nacional

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