Recién a mediados de mayo la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados podría votar el proyecto de sexto retiro. El aplazamiento hasta después de las elecciones de consejeros constitucionales es leído como un verdadero respiro para el Ejecutivo, que apuesta a que, eliminado el factor electoral, sea más fácil alinear a las bancadas oficialistas y lograr un rechazo contundente a la medida.

Sin embargo, en los últimos días el debate se ha agudizado en las bancadas de gobierno. Internamente advierten que ni siquiera el haber sacado de la contingencia electoral el proyecto ha logrado disipar los fantasmas y dudas que genera rechazar el sexto retiro.

El tema se ha complicado aún más, con el ingreso de proyectos que proponen retiros acotados, lo que ha abierto la cancha para algunos diputados que estaban por rechazar la medida bajo el argumento de evitar que personas quedaran sin fondos.

Actualmente son siete los proyectos presentados, entre los que se contemplan el retiro de hasta el 100% de los fondos y otras iniciativas que plantean desde el rescate del 10% hasta el retiro de solo un millón de pesos.

El factor Piñera

Parte de este debate se ha llevado adelante en el PS, donde algunos diputados han advertido que más allá de las elecciones, el costo político de rechazar el proyecto podría ser demasiado alto para el gobierno.

Fuentes internas aseguran que en el debate se ha hecho ver la caída en las encuestas que tuvo el Mandatario tras el rechazo al quinto retiro. En el debate también se ha puesto sobre la mesa que la oposición a los retiros fueron «la lápida» al gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera.

Incluso en el oficialismo se comenta que frente a un mal resultado en las elecciones de consejeros, se verán obligados a salir a «reconectar» con su electorado y el sexto retiro es una medida que muchos de ellos defendieron e instalaron cuando eran oposición. En la bancada socialista señalan que a los diputados que más abanderados han estado con los retiros les sería muy difícil rechazarlos en esta pasada.

En el PS señalan que hay un grupo de diputados que está por apoyar la medida y otro importante se ha declarado en reflexión.

«Recién estamos iniciando el debate, no hemos conocido todavía los otros proyectos que son distintos al retiro del 100%. Los analizaremos en su mérito», asegura a El Líbero el diputado PS Leonardo Soto, quien de todas maneras enfatiza que espera que la bancada esté alineada con la posición del gobierno.

Otro factor que se tiene en cuenta en el Socialismo Democrático es qué va a pasar con Apruebo Dignidad. En el sector creen que si la coalición del Presidente no está dispuesta a asumir el costo de rechazar un sexto retiro, no se le puede cargar esa responsabilidad al resto.

Las dudas en el PC

Votarlo post elecciones tampoco ha descomprimido las dudas al interior de Apruebo Dignidad, especialmente en el PC.

Los retiros fueron uno de los caballos de batalla del partido mientras fueron oposición. Además en la colectividad se ha analizado que no es fácil rechazar estos proyectos en un momento complejo para el gobierno y donde la oposición ha instalado el tema de la seguridad.

Al interior del PC han levantado una serie de alertas respecto de la posibilidad de terminar entregándole la agenda a la derecha. En el partido, de hecho, aseguran que Chile Vamos ha controlado la agenda en el último tiempo.

En la bancada aún no han tomado una definición, sin embargo, en el oficialismo reconocen que es difícil que el partido se desmarque ahora de la medida.

El rol de Elizalde

El debate al interior del oficialismo, y especialmente en el PS, es seguido de cerca por el Ejecutivo. El fin de semana, el nuevo ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, descartó de plano esta iniciativa. “Tiene un impacto inflacionario enorme. La plata que entra por un bolsillo, va a salir por el otro”, señaló el ministro en Mesa Central.

Ordenar las bancadas y especialmente la socialista será una de las principales tareas de Elizalde. Para el gobierno no hay espacio para aprobar un nuevo retiro especialmente por los efectos en la economía y la inflación.

A diferencia de Ana Lya Uriarte, que en el partido la ven como una figura más ligada al bacheletismo, Elizalde es un ministro de la interna PS y un líder de la tienda, por lo que se espera tenga mayor incidencia en la bancada de diputados.

A la situación en el oficialismo se suman las bancadas fuera del gobierno, donde la mayoría ha optado por dar libertad de acción. Así lo han reconocido por ejemplo los partidos de Chile Vamos.

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