Sonaron las campanadas de las 00:00 horas de ayer y los partidos de la Nueva Mayoría no fueron capaces de registrar en el Servicio Electoral (Servel) las primarias de las próximas elecciones municipales, dejando en una compleja situación a los precandidatos a alcaldes y concejales y generando un vendaval de críticas al interior del oficialismo.
El presidente del PPD, Jaime Quintana, calificó el tema de “bochornoso. No estuvimos a la altura”; Gutenberg Martínez dijo que muestra que “la Nueva Mayoría no es una coalición” y algunos, como el senador socialista Carlos Montes, y el diputado PPD, Pepe Auth, admitieron que el incidente sólo dejó en evidencia las profundas diferencias que existen al interior del conglomerado.
Diputado Auht pide la renuncia de los responsables
Tal como en 2001 cuando la DC inscribió mal a ocho candidatos al Senado y 51 a la Cámara de Diputados –lo que le costó el cargo a la directiva que encabezan Ricardo Hormazábal y Edgardo Riveros-, el conglomerado no cumplió con las exigencias de la ley de primaras 20.640, que fue aprobada por amplia mayoría en el Congreso en 2013.
«Pedimos a nuestros compatriotas su comprensión, lo ocurrido nos ha impactado con fuerza. Somos personas honestas que nos hemos dedicado casi 40 años al servicio público debido a nuestras convicciones cristianas», dijo Hormazábal en ese entonces al renunciar a la DC.
Lo mismo pidió ayer el diputado Auth para los secretarios generales y encargados electorales de todos los partidos de la Nueva Mayoría. “Los directivos responsables deben poner sus cargos a disposición. Es un papelón no solo estético y comunicacional sino que instala la desconfianza en miles de personas que confiaban en sus partidos para las primarias”, señaló el parlamentario a radio La Clave.
La voltereta de la Nueva Mayoría: Del mea culpa a acusar al Servel
Sin embargo, pocas horas después de realizar el mea culpa, los líderes del oficialismo se desligaron completamente de cometer algún error y acusaron a la directora (s) del Servel de haberse excedido en sus atribuciones.
En un comunicado leído por el senador Quintana, señalaron que «la Nueva Mayoría concurrió en tiempo y forma al Servel para proceder a inscribir las declaraciones de candidaturas y así participar de las primarias legales», y que dieron «cumplimiento a todos los requisitos legales y constitucionales que regulan este tipo de procesos eleccionarios».
No obstante, recalcaron que «la directora (s) del Servel, actuando fuera de sus competencias y atribuciones, se negó incomprensiblemente a la recepción de la documentación presentada, aún cuando estaba obligada por ley a recibir los antecedentes».
Su argumento es que de acuerdo al artículo 13 de la Ley de Elecciones Primarias, “la norma sólo exige la suscripción o firma de las presentaciones legales y no la comparecencia personal de los representantes de los partidos», a la vez que hicieron hincapié en que «se encontraban presentes todos los representantes de los partidos de la Nueva Mayoría, con toda la documentación requerida para validar la inscripción de candidaturas».
Por lo que anunciaron que seguirán las «acciones legales y administrativas que en derecho correspondan, para revertir las eventuales actuaciones arbitrarias e ilegales que afectaron el normal proceso de inscripción legal de candidaturas».
Sin embargo, la DC y el PRSD no suscribieron dicho documento por estar en contra de la arremetida contra el Servel.
El diputado Patricio Walker dijo que la DC «es respetuosa de la autonomía del Servel y jamás vamos a descalificar sus resoluciones, si estudiar su mérito», y su colega Sergio Espejo agregó que la autonomía del dicho organismo «es un avance democrático. No tiene sentido demonizarlo. Desprestigia la política».
Las profundas diferencias que devela el Primaria-Gate
“Hubo dificultad para ponerse de acuerdo en bastantes comunas, donde los alcaldes en ejercicio trataron de impedir que hubiera primarias (…) y eso dificulto mucho», dijo en la radio Infinita el senador Montes.
El diputado Auth ahondó más en las divisiones, al señalar que la no inscripción no corresponde sólo a la tardanza, sino a “un concepto que entiende las primarias sólo como una excepción, que es vista por los alcaldes como una especie de daño en lugar del privilegio de la competencia. Es la primera vez que la coalición de centro-izquierda no llega a acuerdo a la hora de elegir candidatos”.
El parlamentario agregó que muchos alcaldes en ejercicio “abominan” las primarias, y que ante la eventual pérdida de poder presionaron a los partidos, y “ahí comienza una especie de baile infinito de intercambio y de protecciones”.
A su juicio, el Primaria-Gate se produjo por la “co-resistencia de las cúpulas de los partidos a perder poder” porque cuando se hacen primarias los candidatos los elige la ciudadanía y cuando no hay los eligen los líderes del partido, que les dicen “te voy a dar un cupo, lo que genera una deuda que tiene un pago en la interna. Ese es el vínculo terrible que había que romper y eso es lo que restituye a no hacer primaria”.
Auth dijo que recibió llamados de muchos candidatos que querían participar en primarias, y lamentó que las directivas partidistas “le fallaran a su gente y a sus propios militantes que confiaron en ellos. Por eso es tan grave”.
Los altos costos de quedar fuera de las primarias
El reclamo de la Nueva Mayoría está en línea con el alto costo político, comunicacional y económico que les significa quedar fuera de las primarias legales.
Jorge Ramírez, investigador de LyD, explica que los candidatos que no realicen primarias no pueden recibir aportes o donaciones de personas naturales, no pueden realizar campañas políticas que signifiquen gasto, como spot o afiches; y que los partidos políticos tampoco pueden destinar los aportes permanentes del Estado para fines propagandísticos. Además, en las primarias legales los costos de organización los asume íntegramente el Servel, que en el caso de las “convencionales” deben ir a cuenta de los partidos.
“La propaganda electoral hoy día está regulada de manera muy estricta», dijo Patricio Santamaría, el director del Servel; el senador Quintana admitió que “es muy difícil hacer campaña» en las primarias convencionales, y Montes recordó que el cuadro jurídico es distinto al que había antes de la ley.
“La primaria es el único mecanismo que tienen los candidatos desafiantes para enfrentar a los que están en ejercicio. Es un portazo a la competencia en el sistema político, y de parte de los electores es un portazo en la cara a no abrir las puertas a mayor participación”, señala Jorge Ramírez.
Chile Vamos hará primarias en 43 comunas
La coalición opositora Chile Vamos, por su parte, logró inscribir primarias en 43 comunas, gracias a un acuerdo entre los cuatro partidos que la integran: UDI, RN, PRI, Evópoli.
Las comunas son Arica, Iquique, Pozo al Monte, María Elena, Tocopilla, Tierra Amarilla, La Serena, Vicuña, Monte Patria, Puchuncaví, Zapallar, Concón, Lo Espejo, Macul, San Miguel, Buin, Calera de Tango, El Monte, Milipilla, San Fernando, San Vicente, Bulnes, Cabrero, Concepción, Florida, Tomé, Contulmo, Tirúa, Los Ángeles, Purén, Lautaro, Melipeuco, Vilcún, Carahue, Cholchol, Pitrufquén, Puerto Saavedra, Teodoro Schmidt, Cunco, Curarrehue, La Unión y Futaleufú.
El presidente de Evópoli, Felipe Kast, dijo que la Nueva Mayoría les debe una disculpa a los chilenos por “decidir entre cuatro paredes los candidatos a alcaldes. Se han llenado la boca de la importancia de la democracia y de que los ciudadanos elijan a sus candidatos, y fueron incapaces de suscribir un pacto para primarias. No fue porque llegaron tarde sino porque no se pusieron de acuerdo”.
Kast agregó que, en cambio, en Chile Vamos “serán los ciudadanos los que elijan a los candidatos a alcaldes y no las cúpulas políticas como ocurrirá en la Nueva Mayoría”.
En la misma línea, Joaquín Lavín, el “generalísimo” de las elecciones municipales, señaló que “Chile vamos demostró más vocación por la participación” que el oficialismo.