En medio del viaje de los diputados Diego Ibáñez (Movimiento Autonomista) y Claudia Mix (Partido Poder) a Venezuela -como observadores de las elecciones presidenciales de dicho país- y la carta de rechazo a éstas por parte del legislador del Partido Liberal (PL), Vlado Mirosevic, el consejo político nacional de Revolución Democrática (RD), definió no cuestionar la legalidad de los comicios.

Esta es una muestra de la compleja convivencia de ideas sobre relaciones exteriores al interior del conglomerado.

En la decisión que tomó RD, el miércoles, y que dio a conocer a través de un correo electrónico a sus militantes, se opta por no calificar al gobierno de Nicolás Maduro ni como una dictadura ni como una democracia. Definen que pondrán el foco en la crisis «humanitaria y política» del país caribeño, harán un llamado al diálogo entre la oposición y el Ejecutivo venezonalos, además de criticar el eventual intervencionismo de otras naciones.

Esto suma un nuevo capítulo en lo que han definido al interior del Frente Amplio como el área más débil del conglomerado y que ha generado tensiones desde las primeras sesiones en la Cámara Baja.

Abstención de RD y Boric en proyecto sobre Cuba

Durante su primera semana en el Congreso, la nueva bancada enfrentó sus primeras votaciones. Si bien en la mayoría de ellas el bloque tuvo una postura unificada, hubo dos en las que los diputados del conglomerado se dividieron: los proyectos de acuerdo sobre Cuba y Venezuela.

Sobre este último, un grupo de legisladores de la UDI solicitó al Gobierno que instruyera el canciller Roberto Ampuero que  rechazara las «violaciones de derechos humanos ocurridas en Venezuela»  y promoviera «la intervención de la Organización de Estados Americanos» por este motivo. En la votación, 15 diputados de la bancada rechazaron la iniciativa, uno se abstuvo (Félix González, del Partido Ecologista Verde Social) y uno la aprobó (Alejandro Bernales, del PL).

Mientras, en el proyecto sobre la isla caribeña, un grupo de congresistas de la DC y la UDI pidieron al Ejecutivo que hiciera las gestiones para solicitar, al entonces gobierno de Raúl Castro, que se disculpara por haber impedido el ingreso a esa nación de los diputados Jaime Bellolio (UDI) y Miguel Ángel Calisto (DC). Si bien solo Bernales volvió a apoyar la iniciativa, la cantidad de abstenciones aumentó a 10: todos los legisladores de RD, además de Gabriel Boric (MA) y Félix Gonález (ecologista). Los diputados que lo rechazaron fueron ocho.

La Haya: PL se cuadra con Cancillería y PH apoya a Bolivia

Otro punto de tensión fue la elección de Mirosevic como presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, de la Cámara Baja. Ello ocurrió como parte de las negociaciones entre el FA y la ex Nueva Mayoría. Durante ese período, surgieron críticas de las corrientes más a la izquierda del bloque que cuestionaron la postura que tenía el diputado liberal sobre temas internacionales, que calificaban de «minoritaria».

Y fue en su calidad de presidente de la comisión, que el legislador PL viajó a La Haya, junto a la delegación chilena, durante los alegatos orales por la demanda boliviana. En la oportunidad, apoyó la postura del Ejecutivo sobre este tema. Actitud similar que tuvo la bancada de RD, quienes si bien estaban a favor de la estrategia del Gobierno, criticaban la judicialización del proceso.

No obstante, varios congresistas y movimientos del bloque secundaban la demandan marítima de Evo Morales. Uno de los que defendió la aspiración del país altiplánico fue Raúl Alarcón (Partido Humanista) quién señaló «lo que pide Bolivia es ¡muy poco!, es muy poco al lado de todo lo que perdió». Eso se suma que durante el cambio de mando, las diputadas Claudia Mix, Gael Yeomans (Izquierda Libertaria) y Camila Rojas (Izquierda Autónoma) se tomaron una selfie con el Mandatario altiplánico.

Reunión de diputados FA con Cristina K genera críticas en el interior del bloque

Durante ese mismo mes, el bloque vivió otra tensión. Esta vez producto del viaje de Tomás Hirsch (PH) y Mix a Argentina, quienes fueron invitados a participar en la marcha del día nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Durante la visita, los diputados se reunieron con Máximo Kirchner, líder del movimiento kirchnerista La Cámpora. También se juntaron con su madre, la ex Presidenta Cristina Fernández.

La cita se extendió por más de 45 minutos y no fue bien recibida por otros miembros del bloque, dado las acusaciones de corrupción que recaían sobre la ex Jefa de Estado.

«Nosotros como Frente Amplio tenemos el deber de demostrar a la ciudadanía que no queremos corrupción, y con quien nos juntamos también habla de eso a nivel nacional e internacional”, cuestionó el diputado RD, Pablo Vidal.  Desde el PH y Poder respondieron que no iban como representantes del Frente Amplio y que la reunión no estaba contemplada en la agenda.

Tratados de Libre Comercio: los cuestionamientos de «Chile mejor sin TLC»

El  19 de abril, en la Cámara se ratificó el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Uruguay sin la presencia de la bancada de la coalición de izquierda, lo que generó la molestia de la agrupación «Chile mejor sin TLC» -que reúne a más de 150 organizaciones-. La ONG hizo llegar una carta de molestia a la mesa nacional del FA, en la que criticaron que ello era una  “señal de que a pesar del cambio en el sistema electoral y de la irrupción de una nueva fuerza de carácter progresista, se pueden seguir aprobando tratados sin discusión ni estudios”. 

También acusaron que el Frente Amplio no estaba cumpliendo su promesa de campaña de no firmar «más tratados de libre comercio hasta que no se actualicen sus criterios de suscripción».

Desde el conglomerado se excusaron diciendo que el día de la votación se realizó una marcha de la Confech, a la que se habían comprometido a participar. El presidente del PH, Octavio González, comentó a «El Líbero» que la aprobación “pilló a todos nuestros parlamentarios frenteamplistas marchando”.

Casi un mes después, un nuevo tratado de comercio generó tensiones. La ratificación del TLC con Canadá, el pasado 9 de mayo, contó con el apoyo de los congresistas de RD, PL y el Partido Ecologista. Ello fue cuestionado por el Movimiento por el Agua, miembro de «Chile mejor sin TLC», quienes acusaron a la bancada de RD de desconocer «la agenda programática de varios movimientos sociales».

El partido de Giorgio Jackson se excusó, en una declaración pública, diciendo que el acuerdo no era un nuevo tratado sino que «una modificación o actualización a algunos capítulos del TLC firmado con Canadá en 1996, y que tiene más de 20 años de vigencia» lo que se sustentaba con «lo informado por Cancillería».

Esto fue refutado por una carta de «Chile mejor sin TLC» dirigida a los legisladores en la que subrayaron que «para cumplir con el propósito explicitado en el programa presidencial de Beatriz Sánchez, no es pertinente tener como única fuente a la Cancillería».