El presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, defendió la reforma laboral que presentó la Presidenta Michelle Bachelet, al afirmar que el programa de la ex candidata presidencial, Evelyn Matthei, también consideraba “fortalecer la negociación colectiva” como un eje de su eventual gobierno,  “fomentar el diálogo entre los trabajadores y empresarios y fortalecer los sindicatos”.

Pero Huberto Berg, ex encargado del programa de trabajo, empleo y desarrollo de Matthei, le replicó que ambas reformas son “diametralmente opuestas”, porque la de ellos cree en la libertad  sindical, de los trabajadores y empresarial, mientras la del  gobierno “fuerza a la gente a hacer cosas que ellos estiman que son buenas”.

Las diferentes visiones laborales

El abogado de la UC, con postgrados en EE.UU. y académico de la U. de Chile, Del Desarrollo y Andrés Bello, argumentó que la propuesta de la candidata de la Alianza de fortalecer la negociación colectiva era a través de la capacitación a los líderes sindicales, pero sin quitarles libertad  a los trabajadores no sindicalizados para negociar, ni crear un monopolio sindical, como sí establecería este proyecto de ley.

A su juicio, ello crearía trabajadores de primera y segunda categoría entre los sindicalizados y los que no.

Berg añade que  tampoco proponían terminar con los reemplazos en las huelgas legales, “un punto de diferencia importante”, y que  no establecían un piso mínimo en las negociaciones laborales, porque la economía es dinámica y variable y las empresas deben tener flexibilidad en sus ajustes de costos.

Otra de las discrepancias es que no comparte la propuesta de Bachelet de que los sindicatos, y no el empleador como es hoy, traspasen los beneficios obtenidos en las negociones colectivas a quienes no están sindicalizados.

“Creemos en el derecho del empleador a administrar su empresa y no en el cogobierno, porque con este proyecto de ley quien decide finalmente cuánto y a quién se paga es el sindicato, y no el empleador. Es lo más absurdo que hay”, sostiene el ex encargado de trabajo de Matthei.

“Eso no lo teníamos considerado porque vulnera derechos constitucionales. La gran diferencia de las reformas laborales de la Presidenta Bachelet y de Evelyn Matthei es que nosotros creemos en la libertad de los trabajadores para decidir lo que les conviene, creemos en la economía social de mercado y en impulsar el empleo, mientras ellos no creen en la libertad económica ni en impulsar el trabajo. Son dos visiones totalmente distintas”, afirma el también director de Berg Consultores S.A.

Impacto de las reformas

En su opinión, de aprobarse la reforma laboral en los términos actuales, disminuiría la creación de empleos, se desincentivará la inversión y los emprendimientos, se violarían derechos constitucionales y se promovería la “vieja y obsoleta teoría de la lucha entre empresarios y trabajadores”.

Deja un comentario