Como si se tratara de un guión que sacan y reparten a todos los niveles del Gobierno y del oficialismo cuando sufren alguna derrota, no había terminado de ser rechazada la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, cuando desde el Presidente de la República para abajo se apresuraron en lanzar un discurso polarizante, similar al del octubrismo.
La reacción parece una copia del relato posterior a la derrota del Apruebo, donde no hubo mea culpa y donde responsabilizaron del resultado electoral a «los medios hegemónicos» y «las campañas de desinformación». Pero en esa ocasión la estrategia enfrentó una bullada derrota el 4 de septiembre cuando el Rechazo se impuso por amplia mayoría.
Pero en La Moneda insisten en esta estrategia, aunque ya antes no les dio resultado.
«Rechazaron para seguir evadiendo impuestos», tuiteó Camila Vallejo, ministra de la Secretaría General de Gobierno, poco después de que se supo que el Gobierno no había podido reunir de entre sus coaliciones parlamentarias aliadas, lo que era numéricamente posible, los votos necesarios para echar a andar la reforma tributaria.
Con estas afirmaciones la ministra incluso estaría atribuyéndoles a quienes no votaron a favor, la supuesta comisión de un delito.
El discurso oficial al respecto fue remarcado por el propio Presidente Gabriel Boric, que esa misma noche dio un punto de prensa desde Iquique en el que insistió en el discurso de que quienes no aprobaron lo hicieron para burlar sus obligaciones tributarias.
«Es una buena noticia, como lo dijo nuestro Ministro Marcel, para quienes eluden impuestos de manera impune y vergonzosa y quienes los asesoran, quienes podrán seguir usando resquicios en su favor y que sin duda hoy día van a celebrar», aseveró el Mandatario.
En su mensaje, el Jefe de Estado planteo que la votación en contra del proyecto de reforma no le propina una derrota principalmente al Gobierno, «sino a millones de chilenos que durante años llevan esperando un país más justo» y a «los pensionados que no van a poder contar con financiamiento para el aumento de la PGU a 250.000 pesos, así de concreto».
«Es una mala noticia para quienes esperan atención oportuna en hospitales y consultorios, para las mujeres que están esperando el avance de la sala cuna universal que hoy día anunciamos. También es una mala noticia para los adultos mayores y las personas en situación de discapacidad», enfatizó.
La Ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas -como lo hicieron otros jefes de cartera- siguió la misma línea y publicó un mensaje en Twitter en el que básicamente planteó un discurso conforme al cual los parlamentarios que votaron en contra del proyecto lo hicieron en contra de la gente y de la posibilidad de obtener soluciones en asuntos que son responsabilidad del Gobierno.
Otros ministros como el de Economía, Nicolás Grau, se sumaron a ese mismo relato comunicacional y publicaron en sus redes la misma imagen que divulgó Rojas. El titular de esta cartera, además, retuiteó el mensaje de Vallejo, referido al ánimo de evadir impuestos de quienes rechazaron.
Esta misma estrategia la aplicaron de cara al plebiscito de salida, cuando desde el Ejecutivo le hacían ver al electorado que para poder llevar a cabo el prometido programa de Gobierno que iba a implicar numerosas mejoras sociales, era necesario lograr la aprobación del proyecto de constitución.
Incluso el Presidente Piñera fue responsabilizado de lo ocurrido con el proyecto de reforma
Si ya la reacción inicial fue criticada e incomprendida en el mundo político y de analistas, el giro que tomó ayer el discurso fue sorprendente: la culpa era de Piñera.
La ministra de Interior, Carolina Tohá, antes de las 8:00 de la mañana de ayer ofrecía declaraciones en Mega, en las que vinculó al Presidente Sebastián Piñera con el rechazo del proyecto de reforma tributaria, todo con fundamento en que el exmandatario figuró recientemente en los medios.
«Es impactante, el Presidente Piñera hace dos días apareció ¿Por qué ahora después de un año de no aparecer, aparece justo en ese momento para impedir que Chile avance en una reforma? Pero no podemos caer ahora en esa guerrilla», aseveró.
«¿La aparición del presidente Piñera tiene que ver con esto?», la precisó el periodista. «No sé pues, pero apareció ahora, curiosamente», dijo entonces Tohá
Al mediodía de ayer este mismo discurso antipiñerista fue repetido por senador Juan Ignacio Latorre, presidente de RD.
«Piñera el fin de semana alineó a su sector. Piñera, sabemos, es uno de los súper ricos en nuestro país, que se opone a las reformas tributarias progresivas y a la justicia tributaria, porque claramente lo afecta a él mismo y a su familia y parece que su entrevista alineó a buena parte de su sector», aseveró, refiriéndose a la participación que este fin de semana tuvo el exmandatario en el programa Mesa Central, en Tele 13.
Lo que no explica el Gobierno: Los votos que faltaron se escaparon de entre sus propios aliados
Más allá de discursos, posturas y cuñas, lo cierto es que el proyecto de reforma tributaria había sido presentado por el Gobierno desde hace ocho meses y que la tarde de este miércoles no pasó ni el primer trámite, pese al tiempo que tuvieron en el oficialismo para llegar a cuerdos y sacar cuentas.
Esto no ocurrió por cuenta de los votos de la oposición, que ya había informado que la rechazaría, sino porque el Gobierno no logró sumar todos los que efectivamente hubiera podido. La fuga de apoyos parlamentarios vino desde sus propios aliados.
Los números son irrefutables. La votación quedó 73 a favor (se necesitaba un mínimo de 74), 71 en contra y 3 abstenciones.
Los números no le dieron al Gobierno para impulsar su reforma porque adicionalmente al momento de la votación salieron de la sala las diputada Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde), Mónica Arce y Pamela Jiles (estas dos últimas del Partido Humanista), votos que hipotéticamente se contaban como seguros para la izquierda.
¿Por qué ocurrió esta situación? Ha trascendido que la decisión de estas parlamentarias estuvo motivada el impasse que justo en la jornada anterior ocurrió entre el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, y Delgado. El asunto llegó a un punto en el que el jefe de la mencionada cartera salió a ofrecer «sinceras disculpas».
De hecho, Jiles dio un punto de prensa desde el que le exigió al Presidente Boric que sacara de su cargo a Ávila por haber agredido a Delgado.
Era tal la tensión por los votos que el Gobierno necesitaba, que en el momento en el que la diputada Jiles sale de la sala, la parlamentaria comunista Karol Cariola la increpó a los gritos. «Te cagaste a Chile», dijo a viva voz.
Otro voto que faltó de la izquierda en la Cámara fue el de la diputada Claudia Mix, del partido Comunes, que integra el Frente Amplio. Según informa su equipo «se encuentra representando al Parlamento en instancias internacionales; contaba con permiso y pareo».
Ninguna autocrítica por el rechazo a la reforma, el mismo patrón post 4-S
Siguiendo el patrón posterior al 4 de septiembre, por lo menos hasta ahora no ha habido autocrítica desde La Moneda. En la ya mencionada entrevista en Mega, Tohá insistió en que trabajaron para lograr los apoyos, respaldos que al final no obtuvieron.
La titular de Interior aseveró que para «conquistar esos votos» dialogaron con todos los actores y hubo además «un proceso de escucha en las comisiones».
«Quiero aclarar que los votos del oficialismo estuvieron todos, sin excepción», se apresuró Tohá a responder cuando fue consultada por la «falla política» del Gobierno de no haber amarrado los votos que necesitaba y que hubiera podido reunir si el apoyo de los diputados de oposición.
Cuando, una vez más, el periodista la precisó y le preguntó por los apoyos de los diputados «afines» a La Moneda, la ministra aseveró que no eran votos «del Gobierno» y optó por responder otro asunto. «La verdad es que lo que se votó ayer no es solo esencial para el Gobierno, sino que es esencial para Chile», dijo.
Uriarte sin mea culpa
Ana Lya Uriarte, ministra de la Secretaría General de la Presidencia, admitió en entrevista ofrecida a CNN la misma noche del miércoles, que no tenían en sus cuentas no poder sumar los votos de las «diputadas progresistas» que abandonaron la sala. Eso sí, sin pasar en revisar qué falla hubo en los diálogos previos a la votación.
«No contamos con que había votos que nosotros naturalmente hemos considerado como del mundo progresista y no estaban en la sala, no votaron y aquí estamos», dijo.
Tampoco el Ministro de Hacienda, que lideró los equipos, ve error en el Gobierno
Mario Marcel, ministro de Hacienda, responsable de liderar los equipos en este proyecto debido a la materia de la que se trataba, fue frontal en librar de culpa al Gobierno.
«La responsabilidad por lo de ayer no es del Gobierno, porque el Gobierno no apretó el botón de rechazo», dijo ayer tras el comité político que se realizó en La Moneda.
El jefe de la cartera de Hacienda fue incluso irónico cuando la prensa le consultó por los votos que se perdieron por cuenta de la situación que protagonizó el Ministro de Educación en contra de la diputada Delgado.
Aseveró que un parlamentario «no va a estar preocupado de lo que dijo tal autoridad o si le pusieron mala cara o si no le gustó la barba que yo tenía ese día, sino que va a votar en función de la pregunta que se le está haciendo. La pregunta es: ¿Usted cree que existe mérito para legislar en materia tributaria?».
En criterio del diputado Guillermo Ramírez, miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara, la postura de Marcel ante esta derrota, recuerda a la de la entonces presidenta de la Convención, Elisa Loncón, con respecto a aquel otro fracaso.
«Cuando veo al ministro Marcel decir que esto se perdió por las razones que él da, sin hacer una autocrítica, me recuerda un poquito a Elisa Loncón cuando le echa la culpa a las fake news, a distintas teorías de conspiración, sin hacer ningún tipo de autocrítica. Aquí fue exactamente lo mismo», dijo en el programa Mirada Líbero.
Boric en modo octubrista: Votar en contra es darle la espalda al pueblo
El Jefe de Estado también arremetió contra los diputados que votaron rechazo, señalándolos, por lógica contraria a lo que hicieron los que aprobaron, de haber abandonado a la ciudadanía, discurso con el que ahondó en la postura octubrista de la lucha de clases.
«Le agradezco a todos los parlamentarios que no le dieron la espalda a su pueblo», dijo, refiriéndose a los que le dieron el visto bueno al proyecto de reforma.
«A quienes hoy rechazaron o peor aún, salieron de la sala para no votar, les digo que en vez de iniciar una guerrilla de declaraciones y apuntarnos con el dedo, les tenderé una mano para que reflexionen, para que reflexionemos juntos», agregó el Mandatario.
Lo complejo, comentan en el mundo político, será el cómo reconstruir los puentes tras la coordinada estrategia de ir contra la derecha y del ex Presidente Piñera.
Eso sí, llama la atención que en mayo de 2019, cuando era diputado y durante la discusión de un proyecto de reforma tributaria, pero del entonces Presidente Piñera, Boric defendió la idea de que rechazar no era obstruir. «Es actuar por convicción», escribió entonces en su cuenta en Twitter.
Incluso en un intercambio de mensajes de esa época con el ex diputado concertacionista Jorge Schaulsohn, cuando este último le indicaba que rechazar impedía el debate, el entonces parlamentario Boric argumentó que luego de las aprobaciones lo que quedaba de margen para legislar era muy poco. «Más aún en materia tributaria donde el parlamento prácticamente no tiene atribuciones», escribió.
Por esas mismas fechas otra figura que también tuiteó al respecto fue el actual Ministro de Economía, Nicolás Grau que entonces era dirigente del Frente Amplio. «Votar en contra de la idea de legislar no es negarse a discutir», escribió.
*Nota actualizada el lunes 13 de marzo de 2023 a las 15:00 horas
La palabra autocrítica no existe para este gobierno y la soberbia de siempre buscar culpables de sus fracasos en terceras causas o personas, junto con recurrir a un negacionismo de sus errores, demuestran su absoluta incapacidad de enmendar rumbos, pues son poseedores de la verdad absoluta.