Fueron días convulsos para Mauricio Rojas. Tres días, y un poco más, ocupó el cargo de Ministro de las Culturas, las Artes y el Patrimonio. Sus dichos en 2016 sobre el Museo de la Memoria generaron diversas críticas que llevaron al ex speechwriter del Presidente Sebastián Piñera a presentar su renuncia el pasado lunes.

En un texto publicado en septiembre de 2013 en Pulso y en Libertad Digital de España, titulado “Los revolucionarios y el 11 de septiembre”, el ahora ex ministro instaba a hacer una “reflexión sincera” sobre los hechos que desembocaron en el golpe, en la que unos y otros acepten su cuota de responsabilidad y en la que todos sean capaces de “entender y juzgar lo que realmente pasó”.

En el texto se lee: «Por mi parte, hace tiempo que llegué al convencimiento de que si algo le debíamos a Chile quienes participamos en los hechos que desembocaron en el golpe es justamente una reflexión sincera sobre ello. Especialmente si uno proviene de esa izquierda revolucionaria que apostó por la destrucción de la democracia y la lucha fratricida como medio para crear una sociedad acorde a sus ideales. Nuestra responsabilidad no fue pequeña por lo que ocurrió en Chile y de ella no nos exime el que después hayamos sido víctimas de las tropelías de la dictadura».

En esas líneas explicaba lo que él considera el meollo del asunto:

“Fuimos muchos los ‘idealistas’ que sembramos los vientos de la discordia y la violencia y cosechamos una dictadura muy distinta a aquella del proletariado con que soñábamos. Nada justifica las brutalidades cometidas por los militares, pero tampoco nada justifica nuestro aporte a la creación de un clima de odios fratricidas entre los chilenos. Es hora de ser honestos y, con las palabras de Ricardo Lagos, decir: ‘Para nunca más vivirlo, nunca más negarlo”.

Texto completo de «Los revolucionarios y el 11 de septiembre», en nuestra sección Ensayos sobre Asuntos Públicos.