La “guerra del acero” es un conflicto que se produce a nivel mundial entre países importadores de dicho metal de occidente, como Estados Unidos y la Unión Europa, contra sus rivales productores en Asia, China y Turquía.

Sin embargo, esa pelea a escala mundial tiene una réplica en nuestro país ya que el ingreso al mercado nacional de la empresa mexicana DeAcero gatilló un conflicto con las compañías que dominan desde hace años dicho producto, la brasileña Gerdau Asa –la gran potencia sudamericana-y la penquista CAP.

Nuestro país es atractivo para ese mercado ya que el 61% del acero que se consume se importa, lo que totalizó 2,8 millones de toneladas el año pasado.

Los mexicanos, que exportan a 28 países, entre ellos Chile, a donde envían unas 36 mil toneladas de barra de acero para hormigón al año desde 2013, fueron acusados por sus competidores de cometer dumping, ya que estarían vendiendo a un precio mejor al que lo hacen en México y recibirían subsidios estatales.

Además, alegan que no pasan las exigencias certificaciones que sí les hacen a los productos nacionales. Todas acusaciones que niega DeAcero, que las atribuye a imputaciones sin fundamento para sacarlos del mercado y eliminar cualquier competencia.

Ante la denuncia, la Comisión Nacional de Distorsiones de Precios les impuso en mayo una sobretasa arancelaria transitoria de 11,01% sobre sus importaciones, la que fue apelada por la empresa mexicana. El pasado viernes 14 se realizó la audiencia pública en que las partes acusadoras y acusada expusieron sus fundamentos, y en un mes la comisión deberá fallar si retira la sobretasa, la mantiene o la sube.

 “El Líbero” conversó con Luis Leal Rangel, subdirector de comercio internacional la empresa DeAcero, quien profundiza sobre este conflicto y advierte que de mantenerse la sobretasa tendrán que irse del país porque el negocio no es rentable. En Chile su empresa es socia de Ebema, uno de los principales proveedores de soluciones integrales para la construcción, y de FullAcero.

-¿Cuáles son las acusaciones y su defensa?

-La industria chilena acusa que México está exportando la barra de acero en condiciones de dumping, que se vende a un precio menor que en México y que esto les ha causado un daño. En la audiencia nosotros le presentamos argumentos para demostrar que  no es el caso, y señalamos los motivos que pueden haber llevado al posible daño que está alegando la industria chilena. En estas investigaciones se tienen que cumplir tres supuestos para que se imponga una medida: Que exista dumping, que exista un daño a la empresa y se demuestre una relación causal entre las importaciones y el daño. Nosotros dimos argumentos para demostrar que el supuesto daño a la industria puede deberse a otros factores y no a las importaciones mexicanas.

-¿Cuáles son los factores que fijan el precio del acero?

-El precio internacional. China es un jugador muy fuerte en el sector siderúrgico, es el mayor productor de acero en el mundo, representa más del 50%, y ellos son los que fijan los  precios a nivel mundial. En Chile no se tienen tantas importaciones chinas, pero el jugador importante aquí es Turquía, que importa chatarra, la funden, hacen su palanquilla y de ahí sacan su varilla. Con la sobrecapacidad china le sobran esos productos y los dan a un precio extremadamente barato. Turquía en vez de importar chatarra ahora importa ese material chino a precios más bajo que la chatarra, lo transforma en varillas y lo manda a Chile a un precio bajo. Las importaciones de Turquía llegan a Chile y es el precio que se fija. Tenemos que tomar en consideración el precio internacional. No es México el que fija el precio, son Turquía y China. Otro argumento para desestimar la acusación es el supuesto daño. DeACero entró en 2013 a Chile, antes en 2010 por el terremoto solidarizó con CAP que tuvo desabastecimiento y se le apoyó. A partir de 2013 nuestro socio Ebema se acercó a nosotros porque Gerdau le ofrecía condiciones que no fueron las que necesitaban. CAP y Gerdau alegan daño de las importaciones de México entre 2013 y 2016. Pero es importante ver lo que pasa en la zona geográfica de Chile. En el norte hubo desaceleración importante con la minería, donde CAP y Gerdau tiene presencia fuerte, nosotros no llegamos a esa zona a través de nuestros socios y es un factor que se debe considerar en el posible daño que alega la industria. Esa caída en el norte debe analizarse para efecto del daño.

-¿El precio al que vende DeAcero es menor al de mercado?

– En la audiencia pública nuestro socio presentó pruebas del precio del que nos compra, del que le comparaba a Gerdau y CAP y el que le cobra al consumidor y no hay ningún cambio. Es el mismo precio. Quien fija el precio es Turquía y China. Hay pruebas en el expediente.

-¿DeAcero recibe subsidios estatales en México?

-El sindicato que estuvo en la audiencia hizo alusión a países como Brasil, y que México recibe subsidio. No tenemos ningún tipo de subsidio. Tenemos antisubsidio porque los costos para la producción siderúrgica son altos, de energía, laborales. No hay una sola investigación en contra de México por subsidios en la OMC. China y Turquía tienen múltiples investigaciones por subsidios, México ni una sola.

-¿Cómo leen esta acusación de dumping en Chile?

-Sabemos que existen estas herramientas que cuando hay países que no juegan con una manera leal, que tienen subsidios, que irrumpen el mercado con precios dumping, subvaluados, se deben usar estas herramientas, pero se deben cuidar mucho porque en ocasiones se da que este sistema de los gobiernos puede mal utilizarse por parte de las empresas para generar mayor utilidad y para revertir sus números rojos. Se pervierte el sistema. Para nosotros como exportadores y socios comerciales de Chile en el acero, lo más grave de este proceso, más allá de que nuestras exportaciones puedan o no tener espacio en el mercado chileno, es que se pierda la certeza del actuar imparcial de los órganos regulatorios. Eso sería lo más grave porque no sólo estarían peligrando las exportaciones de acero, sino muchas otras exportaciones de muchos otros productos que son parte de la balanza comercial, y eso es lo que tiene preocupados al gobierno mexicano. La exposición de la autoridad mexicana en la audiencia del viernes fue clara en señalar las deficiencias técnicas de la investigación y, más allá de eso, está el que esta decisión se pueda tomar por razonamientos más políticos que de orden técnico.

Ejecutivo mexicano: «Para nosotros como exportadores y socios comerciales de Chile en el acero, lo más grave de este proceso, más allá de que nuestras exportaciones puedan o no tener espacio en el mercado chileno, es que se pierda la certeza del actuar imparcial de los órganos regulatorios»

-¿Por qué teme que el fallo podría ser político y no técnico?

-Porque en la propia audiencia los sindicatos de Gerdau y CAP hicieron énfasis en que se tenía que tomar una decisión política para proteger empleos. Exigieron a la autoridad que tomaran una decisión política para preservar sus fuentes de trabajo y están ejerciendo una gran presión en ese sentido, que para nosotros es el mayor riesgo. Si la fiscalía nos dice que cometimos dumping, hay daños, causalidad y muestran las pruebas, perfecto, vamos a atenernos totalmente a ese juicio, somos respetuosos de las leyes, pero si vemos o percibimos que la decisión fue tomada por criterios que no están apegadas a la OMC, que no son técnicos, creemos que se sentaría un antecedente muy grave en el comercio bilateral, que no sólo podría afectar el acero sino otras exportaciones. Eso es lo que más nos preocupa.

Ejecutivo mexicano: «En la propia audiencia los sindicatos de Gerdau y CAP hicieron énfasis en que se tenía que tomar una decisión política para proteger empleos (…) Si vemos o percibimos que la decisión fue tomada por criterios que no están apegadas a la OMC, que no son técnicos, creemos que se sentaría un antecedente muy grave en el comercio bilateral»

-¿Cree que Chile está siendo proteccionista? Nuestro país se caracteriza por sus tratados de libre comercio, incluido  México.

-Ese es el gran riesgo. Si la medida es tomada de manera correcta y se demuestra que hay esa causalidad entre las importaciones y el daño que alegan tener las empresas, no podríamos decir que se trate de proteccionismo. Nosotros como país presentamos muchos casos de dumping y subsidios contra China y Brasil, en que el estado tiene una presencia fuerte y las condiciones no son parejas. Cuando hay ese tipo de cosas hay proteccionismo. Cuando hay ejercicio pulcro de la ley y se cumple el acuerdo antidumping y se cumplen reglas claras de competencia ahí no es proteccionismo. Por eso nos preocupa que acá se tome una decisión política y no técnica, porque sería una señal muy nociva de proteccionismo en un país caracterizado por el libre mercado.

-Uds. exportan a 28 países. ¿En qué otros países tienen sobretasas?

-El único país en el que tenemos sobretasa es EE.UU., donde nos acumularon con Turquía. Al igual que Chile, EE.UU. tiene volúmenes muy fuertes de importación. Decidieron acumular nuestro volumen con el de Turquía y se impuso la sobretasa. Gerdau también está en EE.UU. e impuso esta investigación, que aún no concluye. Decidimos llevar el fallo de EE.UU. a un panel NAFTA, está por resolverse, pero vemos que se cometieron algunas violaciones. Es el único  país donde tenemos sobretasa con la varilla de acero y hay una misma tendencia por el mismo jugador.

-Hay una guerra del acero a nivel mundial. ¿La pelea en Chile es una réplica de esa guerra?

-La mejor defensa del libre mercado es la batalla al capitalismo de Estado. Hay que distinguir claramente entre la lucha de las economías que ejercen capitalismo de Estado, como China y Vietnam, y las naciones que compiten por el libre mercado en economías abiertas. Esa batalla es muy diferente a la que se da en Chile, donde hay economías muy similares, de libre mercado. En este momento el debate a nivel mundial es dónde se cierra la sobrecapacidad instalada de acero, en Asia o en occidente. Se cierra donde hay razones de estado y políticas para generar altísimos niveles de sobrecapacidad por empleo, estabilidad y seguridad, o se cierra donde las reglas del mercado y competitividad determinan si se instala o no. Esa es la batalla en el  mundo del acero.

-Sus críticos cuestionan la certificación del acero mexicano

-Todos los embarques nuestros pasan las certificaciones en los puertos chilenos. Cuidamos mucho los estándares de calidad. En la audiencia se hizo alusión a ello. Mucho del acero que no cumple la calidad es el turco y chino. El material mexicano cumple la certificación.

-¿Le es rentable seguir en el mercado chileno si les siguen cobrando 11,01% de arancel?

-Definitivamente no. Cualquier tipo de sobretasa nos perjudica y hace que  no estemos en el mercado chileno.  Cualquier sobretasa no nos es viable. No es viable con esta sobretasas, hablamos con los socios y no es viable para ninguna de las partes. Somos competitivos pero no al grado de poder aguantar una tasa impositiva del 11%. Podemos llegar a tener precios competitivos pero eso es una cuota hecha para sacar al acero mexicano del mercado chileno.

Ejecutivo mexicano: «Cualquier tipo de sobretasa nos perjudica y hace que  no estemos en el mercado chileno.  Cualquier sobretasa no nos es viable. No es viable con esta sobretasas, hablamos con los socios y no es viable para ninguna de las partes. Somos competitivos pero no al grado de poder aguantar una tasa impositiva del 11%»

-¿Si hay fallo contrario se irán del mercado chileno?

-Adiós a un jugador más, a una oferta complementaria que sentimos requiere Chile. España y Turquía son jugadores importantes. Nosotros venimos a competir, a dar certezas. Nuestros socios nos dicen que tenemos transparencia que no había antes. En los mercados que estamos somos un jugar serio y entramos por largo plazo. Creamos sociedades en los países, como tenemos con Ebema y Fullacero, tenemos contratos transparentes y relaciones de largo plazo. Si ves a Turquía o China ellos hacen mercado spot, te mandan las toneladas que pediste y desaparecen y a los ocho o nueve meses mandan otras toneladas. Nosotros no trabajamos de esa manera. Sin embargo, si se impone una sobretasa las condiciones cambian totalmente. Y así se nos dificulta, pero nuestra relación con socios es de largo plazo y con contratos, cosa que no tienen otros países.

-¿Al mercado del acero en Chile le falta competencia?

-Chile es un mercado que apenas empezábamos a desarrollar por la existencia de condiciones apropiadas de crecimiento y falta de oferta. Pero cuando te das cuenta que salían para cerrar el mercado y generar un mercado cautivo para bajar precios, eso va contrario a las normas de libre competencia. Si se cierra el mercado es previsible que los precios vayan a subir.

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